¡Hola! Seiiti Arata. El cuerpo habla… por eso existe el lenguaje corporal. Nuestras expresiones faciales revelan nuestras intenciones. Nuestra forma de andar y mover el cuerpo dice mucho sobre nuestra identidad. Todo esto es lenguaje corporal, por eso existe una cantidad cada vez mayor de estudios sobre cómo utilizar conscientemente el lenguaje corporal para fines específicos, como la seducción.
La semana que viene hablaremos específicamente del uso del lenguaje corporal para hacer “poses de poder” (power posing) que aumentan la confianza. Hoy, nuestra conversación será específica en el área de atracción sexual. ¿Existen buenas posturas, expresiones faciales y lenguaje corporal para aumentar tus posibilidades de atraer a alguien?
Recuerda que el lenguaje corporal no es sólo lo que transmites. También es lo que captas. Por eso, en la seducción, además de saber transmitir señales, tienes que estar más atento a recibirlas. Y, además, tienes que convertirte en una persona más interesante de verdad, ya que así es como tu lenguaje corporal se va a comunicar con autenticidad.
Seducir es ser interesante y entender lo que quiere la otra persona.
El arte de seducción tiene dos componentes básicos que debemos entender e interiorizar. El primero es prestarnos atención a nosotros mismos, desarrollarnos como persona para hacernos más interesantes. Para no ser incoherente, no basta con memorizar qué movimientos tienes que hacer. Realmente necesitas transformar tu identidad a mejor y el lenguaje corporal correcto ocurrirá naturalmente.
Lo segundo que necesitas hacer es observar a la otra persona, con empatía y anticipación. Tienes que saber leer los gestos y el lenguaje no verbal. Siempre hay pistas que nos anticipan si vamos por buen camino. La cuestión es saber detectar cuándo no hay química para no caer en situaciones en las que seas inoportuno o incluso estés molestando o frustrando a la otra persona.
La seducción pide autenticidad. Pocas cosas son más atractivas que conocer a una persona segura. Actuar de forma naturalmente segura genera atención. También puedes añadir un poco de humor inteligente.
En vez de buscar hacks de lenguaje corporal para atraer a alguien una noche, elige desarrollarse como persona. Es decir, en vez de usar trucos para parecer una persona interesante, sé realmente una persona interesante.
Así es como se transmite tu lenguaje corporal sin incoherencias. En el orden de las cosas, primero tienes que trabajarte a ti mismo, mejorar tu desarrollo personal… y, entonces, ser auténtico, transmitiendo esta interesante versión de ti mismo.
Para atraer a gente interesante, sé una persona más interesante.
Hay diferentes trucos para aparentar un lenguaje corporal más atractivo, seguro, seductor. Pero tienes que ser congruente, ya que cualquier incoherencia puede ser detectada y causar el efecto contrario al deseado. Por ejemplo, cuando un hombre encorvado e inseguro intenta hinchar el pecho para parecer más seguro, puede pasarse y recibir atención por ser ridículo.
Si quieres calibrar adecuadamente el lenguaje corporal de la seducción de forma natural, tienes que practicar mucho. El entrenamiento te va a ayudar a asimilar de verdad esa identidad que quizá hoy no tengas, de ser una persona realmente interesante, segura, atractiva. En inglés, se dice “fake it until you make it”, finge hasta que lo consigas.
Te voy a dar un ejemplo rápido de esta técnica. Imagina que quieres ser surfista, pero todavía no sabes coger una ola. Entonces empiezas a fingir que eres un surfista. Te buscas una tabla, vas a la playa, te vistes como un surfista, socializas con otros surfistas. Y, sobre todo, te metes en el mar y coges olas. Lo vas repitiendo hasta que un día no haya diferencia entre tú pretendiendo ser un surfista y ser un verdadero surfista. Lo que llamamos pretender es sencillamente aprendizaje.
De la misma forma, puedes practicar pretendiendo ser una persona atractiva. Pero además de esa práctica, existe algo que tiene un valor enorme, convertirse en una mejor persona. Tienes que trabajar tu desarrollo personal.
Cuando tu identidad se desarrolle y te conviertas en una mejor versión de ti mismo, tu lenguaje corporal va a reflejar naturalmente esa nueva identidad. No tendrás que calcular qué tipo de lenguaje transmite mayor seguridad, porque serás naturalmente una persona más segura y tus movimientos sólo revelarán quién eres.

La mayor parte del lenguaje de la seducción no es verbal.
Para conquistar a una persona, no tienes que preocuparte tanto por LO QUE vayas a decir. Hay personas que afirman que tan solo una pequeña parte del valor de una comunicación es verbal. El principal componente de la comunicación es lenguaje corporal, expresión facial y tono de voz. Es decir, tienes que preocuparte más por el CÓMO vas a hablar. Y, por encima de todo, prestar mucha atención a quien esté interactuando contigo.
Por ejemplo, Vanessa Edwards cuenta que la mayoría de las mujeres normalmente enseña el cuello cuando quiere atraer a alguien. Cuando se echa el pelo hacia atrás, puede estar señalizando que inconscientemente quiere que el hombre huela sus feromonas. También se ponen la mano cerca del surco yugular, en esta zona entre las clavículas. Otra señal femenina muy común de seducción es bajar la barbilla, mirar hacia arriba y pestañear.
Por otra parte, la mayoría de los hombres suele apuntar con los pies en la dirección de la mujer que considera más atractiva de un grupo. Intentan expandir su área corporal para parecer más grandes, ya sea inflando el pecho o poniendo las manos en la cintura, por ejemplo.
Todo esto es lenguaje corporal, una forma de comunicar con tu cuerpo que tienes interés y también hacer que la otra persona se abra y esté interesada en saber más sobre ti.
La comunicación es una calle de doble sentido.
Uno de los mayores errores a la hora de seducir a alguien con estas técnicas es centrarse mucho en uno mismo y olvidar a la otra persona. Esto ocurre porque la mayoría de estos movimientos aprendidos a través del entrenamiento consciente no ocurren de forma natural. Aprendes que ciertos movimientos te hacen más atractivo e intentas forzarte y moverte de esa forma para ver si funcionan.
El problema es que centrarte demasiado en ti mismo puede acabar destruyendo tu objetivo de conectar con la otra persona. La comunicación no es una calle de sentido único. No solo importan las señales que emites. También importa observar las señales emitidas por la persona con la que estás interactuando. Y a medida que observas estas señales y las interpretas de forma correcta, aumentas la probabilidad de que esa persona tenga interés en ti.

La empatía es una habilidad poco explorada a la hora de seducir.
La mejor forma de prestar menos atención a lo que haces tú y prestar más atención a lo que la otra persona quiere es trabajando tu empatía. Es entendiendo la dimensión emocional de la seducción.
Tienes que desarrollar tu capacidad de ponerte en el lugar de la otra persona, ver el mundo a través de los ojos de esa persona, sentir el mundo desde su corazón, escuchar palabras con los oídos de esa persona. También tienes que esforzarte para intentar sentir las emociones que la otra persona probablemente esté sintiendo y entender su perspectiva.
La verdadera seducción ocurre en la dimensión emocional. Nunca vas a conseguir convencer a una persona de que le gustes de forma racional. Este es un gran error que cometen muchas personas que se consideran buenas.
Se quejan porque la otra persona no ve que son personas amables, atentas, dedicadas, interesantes, inteligentes… pero la seducción no ocurre así.
Nadie hace una lista de cualidades, le da una puntuación y piensa “hm, según mi evaluación tiene sentido que me deje de gustar esta persona porque es un sinvergüenza y que me empiece a gustar esta otra porque tiene todas las cualidades positivas de un buen compañero”.
El sistema límbico está relacionado a las emociones y siempre está alerta, buscando estímulos amenazantes o que puedan iniciar el interés sexual. El tiempo que tardamos en evaluar a alguien y juzgarla es tan rápido como un abrir y cerrar de ojos. Y ocurre de forma inconsciente, emocional, sin ser capaz de explicar el motivo de que no me guste alguien o de que no lo considere de fiar. Entonces, cuando no tienes un buen sentimiento con alguien quizá haya emitido señales de lenguaje corporal y microexpresiones faciales que no eran positivas.
Si quieres interactuar con alguien en un proceso de seducción, primero tienes que aprender a interpretar cómo se está sintiendo la otra persona, y esto está relacionado con estar presente, prestar atención y saber tener empatía.

Observa las microexpresiones faciales de la otra persona.
Para desarrollar tu capacidad de tener empatía, tienes que observar a la persona y buscar señales positivas.
En una conversación con otra persona, observa expresiones faciales que sirvan como parámetro para el tema que se está tratando. Es decir, cuando estás hablando sobre un cierto tema y encuentras señales de felicidad, entonces tendrá sentido seguir hablando de ese tema. Las microexpresiones faciales casi siempre nos dicen qué camino seguir.
Altera tu comportamiento, tu comunicación verbal y tu lenguaje corporal. Después observa las reacciones de la persona, en múltiples ciclos de intentar mejorar la interacción. Cuando hagas algo que provoque una reacción negativa, tienes que darte cuenta y cambiar tu enfoque. Si haces algo que es bien recibido, será una señal de que vas en la dirección correcta. Tienes que estar atento constantemente para darte cuenta de estas señales y mejorar tu interacción.
Algunas personas son más auditivas, otras más visuales y otras más sinestésicas. Si no tienes claro cuál es el caso de la persona con la que estás hablando, lo mejor es cubrir las tres posibilidades. Dile lo especial que es, muéstrale cómo es de especial y actúa para hacerla sentir especial.
También observa los movimientos de la otra persona.
Evalúa la comunicación proxémica. La distancia entre la otra persona y tú puede indicar interés. Si la persona se está acercando mientras hablas, la conversación va bien. Si empieza a alejarse o cruza los brazos, intenta cambiar de tema o estrategia.
De todos los consejos sobre lenguaje corporal, este es el más importante de todos. Tienes que aprender a tocar a la otra persona correctamente. Y tocar correctamente significa entender la escala cinestésica, ni evitar tocar demasiado ni pasarte y ser desagradable. Tocar es un arma fuerte para generar empatía y esto puede ayudar a que la otra persona se acostumbre a tu presencia. Observa la frecuencia en la que la otra persona te toca y en qué zona. Tocar en una zona más íntima como el cuello es una señal más fuerte que tocar en otras extremidades, como la mano, pero todo puede variar según el contexto.
Observa las pistas verbales para evaluar qué palabras está usando. Además de evaluar el tipo de informalidad en la comunicación, de qué tema se está hablando, también presta atención a la cadencia y frecuencia. ¿Estás hablando mucho más que la otra persona? ¿Se está involucrando en la conversación? ¿Tus preguntas son como las de una entrevista de trabajo y te das cuenta que se está sintiendo incómoda?
Preguntas abiertas como “qué”, “por qué” o “cómo” son más interesantes que preguntas en las que se responde con un “sí” o “no”.

El reflejo tiene más valor si ocurre de forma natural.
Hay consejos que dicen que necesitas imitar a la otra persona, los gestos que hace. Esto se llama técnica del espejo, y algunas personas lo consideran manipulación. Pero existe otra otra modalidad más valiosa, que es cuando el reflejo ocurre como consecuencia de estar en buena sintonía.
Según vas interactuando con la otra persona, entras en el nivel de sintonía que es casi un reflejo. Es como si estuviéseis en la misma ola.
La idea de ser parecidos ayuda mucho y habláis de temas parecidos, usando el mismo idioma, mismo tono, mismo lenguaje corporal. Esto puede tardar un poco en ocurrir, así que no tengas prisa.
En la comunicación de la seducción, los pequeños detalles cuentan mucho y es posible aprender. La seducción es mucho más que la belleza física. La inteligencia y la psicología también cuentan mucho. Por eso es una disciplina al alcance de todos.
El arte de la seducción es mucho más eficiente cuando entiendes que debes convertirte en una persona auténticamente más interesante y que sabe identificar lo que quiere la otra persona.
Buena parte de esa seducción se hace de forma no verbal. Tu lenguaje corporal representa como te sientes. Es tu seguridad la que va a hacer que tu lenguaje corporal sea más interesante. Primero vas a convertirte en una persona más interesante y, así, tu lenguaje corporal va a revelar de forma natural quién eres.
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