¡Hola! Seiiti Arata. ¿Cuántas veces te has dicho a ti mismo: «Yo sería feliz si tuviera más dinero»? Todos necesitamos suficiente dinero para cubrir nuestros gastos básicos, por supuesto, pero vamos a explorar por qué no podemos comprar la felicidad.
1. El dinero tiene sus límites.
No hay una clara relación lineal entre la felicidad y la riqueza.
Para los que viven en el umbral de la pobreza, conseguir el dinero suficiente para satisfacer las necesidades fundamentales sin duda les ayudaría mucho.
Pero más allá de eso, la riqueza en realidad te da muy poca satisfacción a largo plazo. De hecho, su efecto sobre la felicidad disminuye con el tiempo. Nos acostumbramos a ella, nuestras compras ya no traen la misma alegría que antes. Sentimos entonces la necesidad de comprar más y mejores cosas para satisfacer tanto nuestras propias expectativas, como las de los demás. Buscamos más satisfacción en la próxima compra. Es un ciclo desafortunado e interminable.
2. El estatus social no ayuda.
Si el dinero no es el camino directo a la felicidad, tal vez podamos confiar en el estatus social que trae. Ser reconocido y admirado por los demás podría ser la causa de un poco de alegría.
El problema con esto es que nos estamos evaluando a nosotros mismos a través de los ojos de los demás. Esta es una vida reactiva – no somos capaces de conseguir lo que de verdad queremos para nosotros mismos.
Peor aún, el camino de búsqueda de estatus es también un ciclo sin fin. Después de subir en el escalafón, vemos el siguiente nivel anterior, con aún más prestigio. Es otro ciclo desafortunado e interminable.
3. ¿Dónde puedo encontrar la felicidad?
El trabajo puede ser algo mucho más que ganar dinero para pagar las facturas. Un buen trabajo es gratificante, y también trae un sentido de propósito.
Podemos estar satisfechos con nuestro trabajo, y buscamos un cambio de carrera porque queremos que nuestro trabajo refleje todas nuestras dimensiones, nuestras pasiones personales, nuestros valores, nuestros talentos y nuestro deseo de crecimiento. Queremos encontrar un trabajo que contribuya a una vida con sentido, y eso no es fácil.
Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Bueno, podríamos bajar nuestras expectativas y buscar nuestra autorrealización fuera de nuestros puestos de trabajo. Eso no es fácil, sin embargo, porque a menudo nos venimos a casa tarde y sin energía para hacer lo que realmente queremos. Y mañana vamos a hacer lo mismo. Así es como nos quedamos atrapados en una prisión sin muros: el trabajo no es satisfactorio, y no hay posibilidad de cambio. Vivimos para los fines de semana.
La manera de salir de esta prisión es perseguir nuestros sueños. Sí, existe el riesgo de que las cosas no salgan bien. Pero al mismo tiempo, no hacer nada nos hace lamentarnos. Entonces, ¿cómo podemos elegir?
4. Aprende a lidiar con las opciones.
Es normal experimentar incertidumbre cuando nos enfrentamos a decisiones relacionadas con la carrera. Hay muchos caminos para elegir, y el número de ellos ha aumentado como nunca antes en la historia. Podemos sentirnos abrumados por tantas opciones.
Tal vez irónicamente, esta riqueza de posibilidades no trae mucha alegría. Puede generar ansiedad a medida que las consideramos todas. Haz clic aquí en este LINK para encontrar un libro muy interesante sobre lo que sucede cuando tenemos que enfrentar muchas opciones. Podemos experimentar una especie de parálisis en lugar de la felicidad.
Cuando finalmente nos decidimos, podemos todavía estar insatisfechos. ¿Sabes por qué? Porque entonces pensamos en todas las otras opciones que tuvimos que dejar atrás. Una voz te pregunta: «¿Será que he elegido correctamente? ¿Qué pasa si he cometido un error? ¿Sería más feliz con una de las otras posibilidades?»
La posibilidad de que haya hecho una mala elección nos podría rondar, pero es importante recordar que sin hacer una elección para cambiar, seguiremos encarcelados.
5. Recupera la libertad de cambiar tus opciones.
A veces, el problema no son demasiadas opciones, sino la falta de ellas. Nos sentimos atrapados en esa decisión que ya hemos tomado.
El cambio es difícil.
Es difícil debido a toda la inversión que hemos hecho en esa decisión. Pasamos tiempo y energía en la preparación para llegar tan lejos … ¿y para qué? ¿Para darnos cuenta de que no era lo que queríamos después de todo? ¡Wow! Para muchas personas esto resulta demoledor. No queremos tirar todo esa inversión a la basura; sentimos la necesidad de mantener una cierta coherencia con todo lo que hemos hecho en el pasado.
Peor aún, tenemos que tomar decisiones de carrera antes de tiempo. ¿Cómo puede un adolescente acabado de graduarse de la escuela secundaria saber qué tipo de trabajo será más satisfactorio?
Y cuanto más avanzamos en nuestra carrera, más tenemos en juego. Es más difícil de renunciar a esa decisión. Todos esos años, todo ese dinero gastado en la educación. El trabajo de networking. La experiencia. Todo esto es la inversión que nos hace sentir la necesidad de continuar. Nos sentimos enlazados.
Si deseas hacer un cambio de carrera, es esencial que cambies tu mentalidad para superar este enorme obstáculo psicológico.
Piensa en ello como una elección entre dos tipos de lamentaciones: o te arrepientes hoy de abandonar el camino en el que has invertido, o te vas a arrepentir en el futuro la falta de coraje de hacer una pausa, para pensar y decidir ir por un camino más satisfactorio.
Sobre los aspectos psicológicos del riesgo, es nuestra naturaleza temer la pérdida que perseguir la ganancia. Es normal huir de los riesgos, especialmente si son inmediatos. Esperamos que de alguna manera las cosas vayan a ser mejor en el futuro. Si te suscribes a nuestro canal de YouTube, recibirás los siguientes videos, y vamos a hablar de esto con más detalle.
Así que en lugar de verte limitado por el temor a los riesgos y dejar que controlen tu vida, comenzaremos con la conciencia de que probablemente estamos exagerando un poco, ya que es la naturaleza humana ser cautelosos frente al riesgo. Esta visión, sin embargo, nos puede ayudar a tener una visión más objetiva del riesgo que tenemos delante! Por supuesto eso no es todo. Armados con esa conciencia, tenemos que hacer cosas:adquirir conocimientos, hacer nuevas conexiones, aprender de los errores de los demás y seguir las mejores prácticas.
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Si hay momentos en que te sientes atrapado en tu trabajo o simplemente sueñas con encontrar otro, un trabajo más gratificante, no estás solo. La mayoría de nosotros estamos buscando un trabajo que dé sentido a nuestra vida y se relacione con nuestro propósito.
En este reto de hoy, recordemos el riesgo de lamentarnos sobre las decisiones que no tomemos hoy. A menudo es más apropiado moverse y optar por cambio de carrera.
Te deseo que tengas un trabajo que te transmita una sensación de contribuir al mundo de una manera positiva. Un buen sueldo y reconocimiento no son suficientes. Queremos que nuestros trabajos tengan un propósito y que nos den la libertad. Eso es lo que vamos a ver en el siguiente video.
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