¡Hola! Seiiti Arata. Cuando hablo de networking, hay dos tipos de persona. Hay un grupo de personas al que le gusta hacer networking porque consigue grandes resultados. Son personas que siempre van a eventos, intercambian tarjetas de visita y siempre tienen una sonrisa en la cara y un elevator pitch en la punta de la lengua, una historia lista y ensayada para contar rápidamente lo que hace en la vida.
Y existe un segundo grupo de personas que ni siquiera sabe lo que es un networking on tiene una pequeña noción, que lo considera despreciable o vergonzoso, o sencillamente muy aburrido tener que conectar con otras personas profesionalmente.
Bueno, si formas parte del segundo grupo, si no soportas el networking o no sabes exactamente lo que es, es justo contigo con quien quiero hablar. Hoy vas a cambiar tu forma de pensar sobre el networking y vas a empezar a usarlo para conseguir más dinero, ser una persona más feliz y también practicar tu generosidad, ayudando a los demás.
La sociedad humana se desarrolla a través de la colaboración
En el libro Sapiens – Una breve historia de la humanidad, Yuval Noah Harari cuenta cómo nuestra capacidad de comunicación y colaboración han sido fundamentales para el progreso de nuestra civilización.
Los momentos históricos en los que más ha avanzado la humanidad fueron aquellos en los que hubo un profundo cambio en la forma de colaborar: el desarrollo del lenguaje para comunicarnos, la unión en tribus para cazar y para la agricultura, la invención del dinero para facilitar el comercio, la creación de códigos religiosos y sistemas jurídicos para regular el comportamiento, la revolución científica e industrial.
Nada de eso sería posible sin una buena colaboración. Además, ¿qué pasó con los grupos de humanos que no incorporaron las nuevas formas de colaborar? Has estudiado historia, ya lo sabes.
Los grupos que no supieron rápidamente cómo organizarse, colaborar, desarrollar tecnologías, acabaron teniendo un final triste: desaparecieron por derrotas en combate, no consiguieron sobrevivir a ciertas catástrofes o sencillamente fueron dejados atrás en la carrera por el desarrollo.
Los individuos desarrollan su verdadero potencial a través de la colaboración
Piensa en cualquier individuo a quien admires por sus logros. Puede ser un gran empresario, un atleta de campeonato, un artista reconocido internacionalmente. Sea quien sea, esa persona que te acabas de imaginar nunca llegaría a donde ha llegado si estuviese sola. Saben colaborar con el equipo de apoyo, abogados, entrenadores, mentores, contables, proveedores, compañeros de profesión.
Su capacidad de colaborar con otras personas es, sin duda, el factor más importante para conseguir su potencial. La colaboración es importante tanto para su carrera como para sus proyectos personales y sus relaciones.
Por eso me gustaría enseñarte cómo el networking puede impulsar rápidamente tus proyectos personales y profesionales. En el curso Duplica Tu Salario explico cómo usar el networking de forma inteligente. Pero para ello es necesario que abandones los prejuicios y aprendas a ayudar a los demás y a aceptar que necesitas ayuda.
El primer paso para tener todos los beneficios de un buen networking es sencillamente aprender el arte de la colaboración.
¿De dónde surge nuestro rechazo al networking y a la colaboración?
El rechazo al networking viene de la escuela, del ego y de eventos de networking. Voy a explicar cada uno de ellos.
En primer lugar, la escuela del modelo anticuado no fortalece nuestra capacidad de colaborar. Por desgracia, la mayoría de nosotros hemos sido educados en la escuela a trabajar solos. Tienes que estudiar solo y hacer los examenes solo. Tus notas se basan en las respuestas individuales que has dado. Si miras las respuestas de los demás, se te castiga. Incluso cuando haces trabajos en grupo, muchas veces las notas y observaciones son individuales.
Pero la vida real no es así. En cualquier empresa, siempre vas a colaborar con diferentes personas. Tus habilidades y conocimientos son combinados con lo que los demás saben y hacen para que juntos consigáis hacer un producto u ofrecer un servicio.
Además de esto, el ego es uno de los principales limitadores del networking. El ego puede perjudicarte cuando crees que eres el mejor de todos. El ego puede incluso perjudicarte cuando piensas que tienes que ser el mejor de todos. No dejes que tu orgullo sea una barrera para tu crecimiento. La humildad enseña que no tienes que saber de todo y no conseguirás saber de todo. Lo que necesitas es entrar en contacto con las personas que saben más sobre ese tema específico.
Y otra fuente de rechazo al networking es ¡el propio evento de networking! Hay veces en las que estás trabajando tranquilamente en tu oficina y te mandan a un evento comercial. Y, sin haber pasado por la debida preparación, acabas sufriendo ansiedad y no sabes exactamente cómo comportarte en el evento. Este trauma es aún peor cuando te encuentras rodeado de personas aburridas, pesadas, que quieren venderte algo o te intentan invitar a algún esquema de pirámide o cualquier otra cosa que odies.
Por eso, es necesario hacer un esfuerzo consciente para centrarnos en los aspectos positivos del networking y aprender a usar la colaboración de forma positiva.
Puede parecer difícil, pero en realidad es liberador.
La libertad de no tener que hacerlo todo solo
Si eres una de las personas que se siente sobrecargada, que sepas que esa sensación de agotamiento viene de la insistencia de intentar hacerlo todo solo.
Para tener una vida más tranquila, productiva y satisfactoria, tenemos que aprender a colaborar y a unir fuerzas con otras personas. Y de la misma forma en la que debes abrirte para recibir ayuda, también tienes que ponerte a disposición para ayudar a los demás a resolver sus problemas.
Puede parecer contradictorio querer conseguir más obligaciones, pero sólo vas a conseguir tener a gente buena a tu alrededor cuando tú también seas una persona buena.
Además, esa colaboración será buena para todas las partes. Vas a ayudar a los demás en lo que se te da bien, y a recibir ayuda en lo que no se te da tan bien.
Tienes que ser excepcionalmente bueno en algo. El secreto milenario del progreso de la civilización es especializarse en una tarea y rodearse de personas con otras especializaciones. Esto permite un intercambio de valor. Así es como vas a conseguir tambíen conectar con personas excepcionalmente buenas. No tienes que ser bueno en todo. Pero tienes que ser bueno en algo.
Un buen networking es un intercambio de valor
Una de las mejores formas de medir si el networking se está haciendo bien es observar si hay un valor que se esté intercambiando. La esencia de una colaboración es cuando los involucrados están recibiendo y ofreciendo valor, consiguiendo un resultado final que no sería posible actuando de forma aislada. Para ello, vamos a usar tres claves: especialización, sistematización y generosidad.
La especialización te permite tener algo que ofrecer en el intercambio de valor. Para aumentar el valor intercambiado, será muy útil ser especialista en un tema y ofrecer ayuda sobre ese tema específico a quien lo necesite.
Por ejemplo, yo puedo decir que soy especialista en grabar vídeos. Si una persona que tiene un problema para grabar vídeos puede perder horas intentando resolver el problema, probablemente le pueda decir cómo resolverlo en unos minutos.
Vamos a seguir con el ejemplo. Imagina que no sé nada sobre impuestos y necesito resolver un problema burocrático sobre impuestos. En vez de pasarme varias horas intentando entender yo solo qué hacer, puedo contratar la ayuda de un contable, que lo resolverá todo en unos minutos. Gano tiempo. Y, con más tiempo, puedo hacer otras cosas más valiosas.
Ahora vamos a hablar sobre la sistematización. ¿Qué más puedes hacer para facilitar el intercambio de valor, además de ser bueno en un área concreta? Puedes ser la primera persona en estimular el intercambio. De la misma forma que antes sentías timidez, ansiedad, torpeza o te sentías perdido en un evento de networking, es bastante probable que los demás también estén un poco incómodos.
Intenta dar el primer paso. Aprende a hacer tu presentación de forma elegante, sencilla y amistosa. Cuando lo hagas de forma organizada y sistematizada, siguiendo los procedimientos dentro de un cierto modelo, obtendrás resultados mucho mejores que si improvisas en el intento de ser más espontáneo.
Obviamente puedes y debes ser espontáneo, pero dentro de un modelo demostrado y sistemático. Sistematizado significa que tienes un sistema. Puedes, por ejemplo, definir en tu sistema que vas a participar, como mínimo en dos y, como máximo en seis eventos de networking al año. Y, al final del evento, vas a seleccionar los contactos que son relevantes y vas a mantenerte en contacto con ellos, escribiéndoles novedades o invitándoles a una llamada cada x (equis) días. También puedes establecer que, por lo menos una vez al año, harás una reunión con tus clientes antiguos. Y que dentro de tu círculo de amistades, como mínimo, les llamarás el día de su cumpleaños y también te vas a esforzar para comer cada dos meses, por lo menos.
¿Por qué es necesario sistematizar? El motivo es que sin un sistema, probablemente ni tú ni la otra persona váis a hacer las acciones necesarias para iniciar o alimentar esa relación. La prisa del día a día puede ser un problema para las relaciones. Estamos meses o años sin ponernos en contacto con personas importantes y queridas, sencillamente por falta de un sistema.
Debes establecerlo previamente, porque si lo dejas al azar probablemente no vayas a hacer ninguno de esas llamadas. Pero eso no significa que tus llamadas deban ser artificiales. Sé auténtico siempre, usando claridad en tu comunicación.
Además de especializarte en algo para contribuir con mayor valor y desarrollar tus sistemas para realmente conseguir llevar a cabo el networking, es necesario cultivar la generosidad. Crear redes de contacto tendrá más poder cuando tengas tu enfoque en contribuir. Y no en recibir.
Y aquí no hablo de aportar con la voluntad de recibir, de ayudar sólo pensando en ganar algo a cambio.
Hablo de aportar desde un punto de vista de abundancia, porque tengo tanto que mi única opción es aportar.
Este cambio de perspectiva es muy importante. Si estás contribuyendo sólo porque quieres recibir, vienes de un punto de vista de escasez. Cambia tu enfoque y pasa a ayudar sólo por el placer de ayudar.
Si la otra persona más tarde aporta, será muy bienvenido, pero no estés esperándolo. No seas rencoroso por haber aportado más de lo que has recibido. No vas a estar contando quién ha aportado más que quién.
Con el tiempo, vas a acostumbrarte a ser naturalmente una persona que ayuda sólo por ayudar. De la misma forma que la lluvia moja, igual que el sol calienta, como las nubes nos dan sombra, en el mundo eres una persona que aporta. Forma parte de tu naturaleza y no es el tipo de comportamiento condicional que dependa de ciertos requisitos, o del comportamiento de la otra persona. Tú eres así.
Cómo hacer un buen networking en la práctica
Cuando estés entrando en contacto con alguien por primera vez, ve directo al grano.
Tus primeros segundos de interacción deben centrarse en lo que puedes ofrecerle a esa persona, algo que sea útil.
Sé breve, en vez de gastar demasiado tiempo hablando de ti, de tu empresa, de tu experiencia. Dile en lo que puedes ayudarle y pregúntale si tiene interés en saber más.
Si dice que no tiene interés, no insistas. No seas una persona pesada, no le aburras. No pasa nada si no le interesa.
Mantén una relación leve. Dile que si alguna vez lo necesita o si conoce a alguien que lo necesite, será un placer ayudarle. Y respeta su espacio.
La importancia de este tipo de actitud ha crecido con el paso del tiempo. Antes el modelo de trabajo era formarte, empezar a trabajar en una empresa y quizá estar en esa misma empresa hasta la jubilación.
Hoy es muy común un intercambio mucho más ágil entre diferentes empresas. Cada vez más personas están trabajando alrededor de proyectos. Cuando el proyecto acaba, tienes que buscar cuál es el nuevo proyecto que quizá ofrezca la misma empresa o quizá tengas que buscar otra empresa. Es fundamental que tengas conexión con varias personas para poder construir tu carrera.
Para servir y ayudar, tienes que hacer que circule buena información. Si notas que hay personas de tu entorno que podrían conocerse, invítalas a un café y presenta a esas personas explicándoles el motivo por el que crees que podrían hacer una buena colaboración.
Si un entorno presencial es complicado de conseguir, sencillamente mándale un email a ambas personas. Si encuentras un vídeo, cualquier información útil, piensa en quién más podría disfrutarlo y envíaselo. No almacenes información. Hazla circular.
Así, cuando haya alguna gran oportunidad, la gente probablemente se acordará de ti como una excelente opción para participar en proyectos que pueden llevar tu carrera a otro nivel, quién sabe si incluso multiplicando tus ingresos.
El networking es ayudar a los demás y aceptar que necesitas ayuda. Si tienes ideas con prejuicios sobre el networking, abre tu mente y date cuenta de que todo lo que hacer involucra a otras personas.
Para aprender a colaborar con los demás, sé humilde y reconoce que necesitas ayuda. Que no lo sabes todo y que otras personas podrían resolver en minutos problemas que a ti te llevarían horas.
Reconocer todo esto es una forma de quitarte un gran peso de encima. El peso de querer hacerlo todo sólo. Abrir tu mente a la colaboración es una forma inteligente de librarte de la sensación de soledad, sobrecarga e incapacidad.
Para que todo esto funcione, sé auténtico. Ofrece ayuda a los demás de forma sistemática en lo que eres especialista. Pero ayuda sin esperar nada a cambio, sólo por el placer de ayudar. Con el tiempo, esto se volverá algo natural.
Y aquí viene la gran ironía. Incluso sin esperar nada a cambio, probablemente las cosas empezarán a ocurrir. Los demás también empezarán a ayudarte. Conseguirás tus objetivos personales y profesionales mucho más rápido con la ayuda de esas personas. Y muy pronto tu vida personal y tu profesión estarán a otro nivel.
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