¡Hola! Seiiti Arata. ¿Qué es lo que de verdad queremos decir cuando decimos que tenemos falta de fuerza de voluntad? Pereza, falta de disciplina e, incluso, la falta de tiempo son formas que usamos para describir un problema que ya ha sido estudiado por la ciencia: el problema de dejar que se agote la fuerza de voluntad.
Te voy a explicar cómo funciona este fenómeno psicológico. Y voy a compartir contigo tres importantes descubrimientos de los estudios científicos que han examinado la naturaleza y las características de la fuerza de voluntad.
Esto es importante porque la falta de fuerza de voluntad es un problema cuando queremos cambiar algo de nuestra vida. Por ejemplo, planes para ponernos en forma, aprender idiomas, leer más libros…
Cuando creamos esos planes, estamos llenos de fuerza de voluntad y podemos empezar a dar los primeros pasos.
Pero según va pasando el tiempo, esa emoción inicial va disminuyendo. Incluso parece volver a como estaba antes. Es decir, no sirve de nada fomentar un cambio de vida que dependa sólo de la fuerza de voluntad.
Una investigación realizada por la Asociación Americana de Psicología, ha descubierto que la mayor dificultad para conseguir un cambio de vida es justo la falta de fuerza de voluntad.
Es un error depender de tu fuerza de voluntad
¿Quién no ha empezado nunca una dieta un lunes, lleno de grandes intenciones, para ver que la motivación iba cayendo a lo largo de la semana? ¿Quién no ha hecho nunca planes espectaculares para ser una persona más estudiosa, para ir volviendo a los viejos hábitos con el paso del tiempo?
Te prometí tres descubrimientos científicos sobre las propiedades de la fuerza de voluntad. Aquí tienes el primer descubrimiento científico para que mejores tu comprensión sobre este tema: la fuerza de voluntad se puede agotar.
Uno de los primeros estudios científicos sobre el tema puso a participantes en una sala donde había una mesa con dos tarros. En uno de ellos había rábanos. En el otro, había galletas calentitas, recién salidas del horno.
Los científicos les pedían a algunas personas que se comiesen sólo las galletas. A otras, les pidieron que sólo se comiesen los rábanos. Después de eso, tenían 30 minutos para resolver un complicado rompecabezas.
La conclusión fue impresionante. Los que sólo podían comer rábanos tuvieron que gastar la fuerza de voluntad para resistirse a las galletas recién horneadas. Los que se comieron los rábanos se rendían ante el rompecabezas en ocho minutos, de media. Los que eran libres de comerse las galletas tenían una ventaja: los que se comieron las galletas no desperdiciaron la fuerza de voluntad resistiéndose al deseo de comer. Por eso seguían intentando montar el rompecabezas durante diecinueve minutos. ¡Más del doble de tiempo!
Desde la publicación de este estudio, muchos más experimentos han confirmado la teoría que fue llamada de Willpower Depletion, o Agotamiento de la Fuerza de Voluntad. La forma más sencilla de entender esta teoría es pensar en la fuerza de voluntad como la batería de tu teléfono. Según vas usando la fuerza de voluntad, se va consumiendo. Y sólo vuelve a su estado normal después de recargarse.
La fuerza de voluntad se gasta dependiendo de tus creencias y acciones
La fuerza de voluntad es la habilidad de posponer una gratificación, resistiendo a tentaciones de corto plazo para poder conseguir metas de largo plazo.
Esta capacidad de resistencia es la habilidad de mantener un comportamiento consciente y planeado en vez de sencillamente actuar impulsivamente a los acontecimientos.
Hasta aquí ya has aprendido, junto a los científicos, que la fuerza de voluntad es un recurso limitado.
La segunda lección es descubrir qué es exactamente lo que hace que gastemos nuestra fuerza de voluntad.
La primera teoría era la de que la fuerza de voluntad se gastaba durante el día por un cansancio físico. Esta hipótesis fue descartada.
No se encontró ninguna diferencia significativa en la fuerza de voluntad entre personas que se pasaban la noche sin dormir y personas que habían tenido una buena noche de descanso. Pero cuidado que este estudio no te dé una noción incompleta. He grabado una clase especial con seis actividades para fortalecer tu fuerza de voluntad y tendremos una práctica específica de reposo que te va a ayudar. Quédate hasta el final y te explico cómo tener acceso a la clase especial de las seis actividades.
La segunda teoría fue la de que la fuerza de voluntad puede ser reforzada o debilitada por nuestras creencias y acciones. Y han descubierto que los que siempre están intentando gustar a los demás gastan demasiada fuerza de voluntad. Cuando piensas demasiado en lo que quieren los demás, se derrama tu enfoque. Para ampliar la fuerza de voluntad es mejor mantener el enfoque en las metas propias y en cumplir tus propios objetivos.
Otra cosa que ayuda al poder de tu fuerza de voluntad es estar de buen humor. Si consigues un regalo inesperado o ves una película de comedia, entras en un estado de buen humor. Este buen humor puede ayudar a fortalecerte para hacer lo que tienes que hacer.
Ahora vamos al tercer descubrimiento, que es el más interesante y valioso de todos: la fuerza de voluntad puede ser entrenada, como si fuese un músculo.
La fuerza de voluntad puede ser entrada como si fuese un músculo
Después de tantos experimentos, surgió la teoría de que la fuerza de voluntad puede ser fortalecida a través de ejercicios mentales, como un músculo puede ser fortalecido con ejercicios físicos.
Para comprobar la teoría de que la fuerza de voluntad puede ser entrenada, unos voluntarios fueron puestos a dieta durante dos semanas, con algunos ejercicios de autocontrol. Esos voluntarios fueron comparados con un grupo de control que no hizo los ejercicios. ¿Cuál fue el resultado? Los voluntarios que pasaron por la dieta y que exigía autocontrol acabaron volviéndose más disciplinados. Consiguieron transformarse en una versión mejorada para superar el agotamiento de la fuerza de voluntad.
Hicieron un test parecido con personas fumadoras. Un grupo de fumadores tuvo que entrenar el autocontrol durante dos semanas evitando los dulces. ¿Cuál fue el resultado? A los fumadores que entrenaron el autocontrol evitando los dulces también les fue mejor en el desafío de dejar de fumar. Esto quedó claro cuando lo comparas con otros fumadores que no tuvieron que practicar el autocontrol evitando los dulces.
Es decir, si eres una persona que se queja de falta de disciplina o falta de fuerza de voluntad, la solución es sencilla. Lo que necesitas ahora es hacer seis actividades deliberadas para fortalecer tu fuerza de voluntad. Te voy a pasar una clase especial con las seis actividades.
Imagina que tuvieses mucha más fuerza de voluntad que la mayoría de la gente. ¿Conseguirías cumplir con más facilidad metas como adelgazar, aprender idiomas, leer más libros o cualquier otro desafío?
Acabas de aprender rápidamente tres importantes descubrimientos hechos en el campo del comportamiento humano: primero, la fuerza de voluntad es un recurso limitado. Segundo, que nuestra fuerza de voluntad oscila dependiendo de nuestra mentalidad y nuestras decisiones. Y, tercero, la fuerza de voluntad puede ser entrenada con ejercicios específicos.
Hay seis ejercicios sencillos para que entrenes tu fuerza de voluntad, con la práctica. Para tener más fuerza de voluntad, tienes que hacer 1) una rutina específica de ejercicios físicos, 2) tienes que evitar planes insostenibles, 3) priorizar lo que es importante, 4) hacer sesiones estratégicas de recuperación de vitalidad, 5) saber gestionar el estrés y 6) escoger estratégicamente la cantidad de decisiones a realizar. Enseño estos seis ejercicios en detalle en una clase especial del curso Desarrollo Personal.
La buena noticia si tienes interés en tener más fuerza de voluntad, es que he decidido abrir gratuitamente esta clase para enseñar los seis ejercicios prácticos para que entrenes tu fuerza de voluntad. Para acceder a esta clase con las actividades, sólo tienes que acceder a este link.