¡Aprendizaje Arata! Con esta serie has aprendido diferentes tipos de técnicas de estudio y memorización, ¿verdad? Sin embargo, muchas personas me escriben diciendo que ni siquiera pueden comenzar a poner las ideas en práctica… por falta de motivación. Sin motivación, será difícil poner algo en práctica. Vamos ver cinco maneras de motivarse:
1. Entiende cómo funciona el tiempo de tu vida
Has una pausa en el vídeo y responde a la siguiente pregunta en tu cuaderno: ¿Qué te gustaría haber empezado el año pasado y obtener resultados ahora?
¿Hecho? Debes estar preguntándote lo que voy a decir, ¿verdad?
La idea detrás de este ejercicio es mostrarte que, mirando hacia atrás, puedes frustrarte por haberte relajado y no haber dado lo mejor de ti. Y que pensando diferente, puedes hacer que el tiempo esté a tu favor: ¿qué tipos de habilidades quiero desarrollar durante un año a partir de ahora? ¿Qué puedo comenzar hoy que me traerá alegría en un año?
Así que la mejor parte es mirar hacia adelante y entender cómo funciona el tiempo. Hoy es el momento para que comiences a hacer cosas que, el próximo año, estarás encantado de haber comenzado.
Utiliza tu creatividad para imaginar qué futuro deseas evitar. Probablemente experimentarás dificultades al principio, será pesado, difícil, aburrido, complicado… Así que recuerda esta visión del futuro: valdrá la pena. Hoy tienes que hacer lo que mañana te agradecerás por haber hecho hoy.
2. Motivación basada en otros
Hay algunas personas que piensan que es difícil encontrar la motivación de lo que es importante para ellos. Si tienes esta dificultad, piensa en que es importante para las personas que son queridas por ti. Este es un consejo especial para aquellos que suelen poner la necesidad del otro como una prioridad.
En primer lugar, estás haciendo algo que es importante para ti, y también, va a dar alegría al corazón de quién es importante para ti. ¿Quiénes son esas personas? ¿Por qué es importante para ellos que alcances tus metas? ¿Cómo se sentirán?
Ésta motivación es muy importante cuando no podemos responder por qué eso es importante para nosotros. Cuando te das cuenta de que estás acompañado, esto puede aumentar tu motivación.
3. Piensa menos y haz más
Cuando empiezas a pensar demasiado sobre por qué no estás estudiando, haciendo excusas, entrando en pánico, explicando por qué no te concentras… cambia tu enfoque.
Usa tu cabeza para encontrar maneras de mejorar un poco en comparación con lo que eras ayer. Tu enfoque no es dar excusas o inventar una explicación de las razones que te están molestando. Tu enfoque debe estar en encontrar y ejecutar soluciones.
Cuando te das cuenta de que estás pensando demasiado en los problemas, y sobre por qué no estás haciendo algo, da un paseo rápido, levántate de la mesa, y ten la voluntad de poner las manos sobre la masa. No hay atajos, no hay excusa, da la vuelta y has lo que debes hacer.
Ya sabes, hay una cosa muy importante aquí: no sirve de nada que estés soñando con el plan perfecto que debe ser ejecutado, o que deberías hacer A o B. Cuando llegues a mitad del día, pregúntate: ¿Cuánto tiempo dediqué realmente a hacer lo que tenía que hacer? ¿Y cuánto tiempo te preguntabas qué debo hacer?
La respuesta es simple: tienes que pasar más tiempo haciendo lo que prefieres que soñar si debes hacerlo o no. Debes equilibrar el tiempo de planificación con el tiempo de ejecución. Si lo deseas, utiliza un temporizador para controlar cuánto tiempo dedicas en la planificación y ejecución y asegúrate de que pasar mucho más tiempo ejecutando. Si no metes las manos en la masa, no pasará nada.
Una de las razones principales por las que muchas personas no obtienen resultados es porque siempre se involucran y crean planes perfectos para tomar medidas, y luego ni siquiera dan el primer paso.
4. Sensación de urgencia
Si te sientes insatisfecho con tus resultados, toma unos minutos para ver y darte cuenta de que hay personas con menos oportunidades que tú. Hoy, viendo este video, ciertamente estás en un punto más privilegiado que aquellas personas en estados de calamidad, miseria absoluta, guerra o conflictos armados. Se agradecido por lo que tienes hoy.
Esta gratitud te ayudará a darte cuenta de que el tiempo que tienes es único, por lo que no puedes renunciar ahora. Debes continuar, ¿sabes? ¡Porque es urgente dar el siguiente paso!
5. Pequeñas recompensas externas
Hay una técnica que ayuda a algunas personas a leer libros aburridos: poner dulces en diferentes puntos del texto. Es decir, cuando terminas esa lectura, puedes tener un dulce. El problema es que esta técnica sólo puede funcionar cuando se leen textos pequeños.
Piensa conmigo: si decides usar esta técnica en un material muy grande, terminarás comiendo paquetes y paquetes de dulces, o harás los intervalos de dulces más largos y tu motivación se acabará en el camino, porque la idea es conseguir el azúcar.
Otra cosa también sucede aquí con esta técnica: los primeros dulces serán muy sabrosos, pero con el paso de los intervalos, ni siquiera serán tan buenos. Y habrás comido tantos caramelos, que esto puede incluso restar tu concentración. El cerebro humano le gusta la variedad.
De esa manera, si quieres probar la técnica de poner un dulce al final de cada página o capítulo, no te quedes sólo con los dulces.
Puedes cambiar esta recompensa, por ejemplo tomando un paseo o alguna actividad física que te guste. O puedes tomar unos minutos para llamar a un ser querido, ver un breve video aquí en YouTube, ordenar tu escritorio o tu habitación, en otros. La idea es que vayas alternando para que puedas seguir satisfaciendo las recompensas externas.
Es fundamental estar motivado para seguir adelante o incluso para iniciar una nueva actividad. Y creo que las recompensas internas valen más que las recompensas externas porque estas van a ser menos gustosas con el tiempo, ¿sabes?
Mediante el desarrollo de buenas motivaciones y recompensas internas, serás capaz de permanecer siempre motivado.
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