¡Aprendizaje Arata! Cuando ibas a la escuela, probablemente aprendiste a calcular el volumen de objetos regulares, existen fórmulas para saber cuántos centímetros cúbicos tiene una pirámide, un cubo o una esfera. Pero, ¿cómo podríamos calcular el volumen de un objeto totalmente irregular como el de un plátano, una piedra o una chancla? Aquí entra la historia de Arquímedes:
Existen varias versiones de esta historia pero, en general, Arquímedes, gran sabio griego con conocimientos de matemática, física e ingeniería, pasó mucho tiempo frustrado, intentando descubrir una fórmula para calcular el volumen de objetos irregulares.
De ahí que, en el momento que menos se esperaba, cuando se estaba dando un baño en su bañera, se dio cuenta de que el nivel de agua iba subiendo conforme él se iba metiendo cada vez más. De esta forma, se dio cuenta de que había una manera fácil de hacer el cálculo del volúmen de objetos irregulares: bastaba con colocar el objeto en el agua y medir cuánto subía, para después medir la diferencia del nivel de agua y descubrir el volúmen del objeto inmerso.
Y así fue cómo surgió el uso popular de la palabra “Eureka”: con este descubrimiento, salió corriendo todo mojado por las calles de Grecia gritando “¡Eureka!, ¡Eureka! ¡Eureka!” Esta palabra significa algo como “descubierta”, o “lo he descubierto”.
Lo importante no es que esta historia sea verdadera o no, lo que quiero hablar contigo hoy es sobre el principio interesante que hay detrás de ella: hay momentos durante el día que nos permiten descubrir algo, descubrir soluciones más creativas para nuestros problemas.
El Pensamiento Focalizado y el Pensamiento Difuso
Para facilitarnos la charla, imagínate que tu cerebro tiene dos modos grande de raciocinio: el pensamiento focalizado y el difuso.
Usas el pensamiento focalizado cuando estás muy concentrado, como Arquímedes cuando se rompía la cabeza para encontrar la fórmula.
Y usas el difuso cuando te relajas y dejas la inspiración llegar, como le pasó a Arquímedes en la bañera.
Cuando estás muy centrado en un solo tema, viéndolo todo desde la misma perspectiva, tu capacidad creativa y de pensamiento difuso se acaba perjudicando.
Pero nosotros queremos tener mejores resultados en nuestro aprendizaje, ¿verdad? Especialmente a la hora de resolver problemas o hacer exámenes. Debemos ser capaces de utilizar diferentes modos de pensamiento, queremos mejorar nuestra comprensión y tener buenas capacidades cognitivas.
Cuando estás muy focalizado en una sola cosa, estás utilizando toda la capacidad mental para resolver ese determinado problema desde una perspectiva predefinida. En este caso, estamos usando el poder del córtex prefrontal para resolver las preguntas.
El problema del modo extremadamente focalizado es que no se beneficia de otras áreas más creativas del cerebro.
Un momento Eureka en mi vida
Hace poco me compré un coco y me gustaría abrirlo utilizando los cuchillos y utensilios que ya tenía en mi cocina. Incluso eché un vistazo en YouTube para encontrar tutoriales que me ayudasen.
Descubrí que el coco tiene tres agujeros, uno de ellos es el más frágil de todos. En el más frágil, puedes clavar la punta de un cuchillo para agujerearlo y sacar algo de líquido para dejar la estructura más frágil. Entonces sólo te hace falta coger un palo, el mismo cuchillo u otro instrumento para separar el coco.
Resumiendo: pasé mucho tiempo intentando hacer las cosas de esta manera. No me salían como yo quería, y me frustré por no haberle dado el golpe perfecto a aquel agujero más frágil para sacar el líquido, debilitar la estructura, abrir el coco…
En fin. Me senté en el sofá, incomodado por esto, y pensé en cómo podría utilizar mejor mi tiempo.
Igual sería más interesante hacer un poco de ejercicio para reducir mi estrés.
¡Eureka! En ese momento me acordé de unas pesas de metal que tenía, unas mancuernas que uso para hacer ejercicio en casa. ¿Por qué no usar las pesas para golpear el coco? Eso hice, y ahora es mi estrategia actual – mucho más rápido y práctico. Un golpe y listo, coco abierto. No necesito buscar el punto perfecto del tercer agujero más frágil y todos esos detalles que dije antes. Esta solución se me presentó ante mí justo en el momento en el que no estaba concentrado en cómo abrir el coco con mis utensilios de cocina. Me relajé, dejé todo de lado y me fui a pensar en otras cosas, y justo ahí me di cuenta de que podía usar unas pesas para abrirlo.
Aprendiendo a Cambiar la Forma de Pensar
Cuando estamos delante de un problema difícil, que nos dificulta avanzar, podemos usar una de las dos formas de pensar: La manera focalizada o la difusa.
La focalizada es la que nos permite analizar profundamente un único problema a la vez. Y la difusa nos ayuda a ver el problema desde otras perspectivas.
¡Cuidado! Puedes fácilmente perderte con los pensamientos difusos. Es necesario aprender a cambiar tu forma de pensar con eficacia.
Hay una frase muy famosa que siempre es atribuida a Albert Einstein: Nunca conseguirás resolver un problema mirándolo con el mismo estado de conciencia que lo creó. Es necesario alejarse y tener una nueva perspectiva.
En un primer momento, dedicas tu concentración a una resolución directa del problema. Te darás cuenta de que te surgen algunas hipótesis, teorías o abordajes sobre lo que quieres explorar o resolver. Esto te va ayudar a entender un poco más la naturaleza de tu problema.
En este momento vale la pen empezar a pensar en cambiar tu modo de pensar, cambiándolo hacia el modo difuso. ¿Cómo hacer esto?
Cuando llegue ese momento, párate a pensar sobre el problema. Date un paseo, lee una revista, habla con algún amigo o con alguien de la familia para darte un momento de relax rápido-
Haciendo esto, permites que tu cerebro deje de pensar en la forma tan cerrada que tenía al principio del problema. También permitirás que aproveche asociaciones con otras ideas o conceptos que no estabas utilizando antes. Es algo parecido a la historia que te conté sobre el coco en mi casa.
En nuestro curso ENFOQUE, aprenderás cómo hacer este cambio de manera eficaz, sin distraerte y olvidarte del problema. Puedes entrar en este link y obtener más detalles sobre el curso: https://arata.se/cursoenfoque
El método de Salvador Dalí
Antes de acabar el vídeo, quiero darte otro ejemplo sobre el pensamiento focalizado y el pensmaiento difuso.
Probablemente conoces las pinturas surrealista de Salvador Dalí. Él se aprovechaba bastante de ese potencial creativo del pensamiento difuso e inconsciente haciendo lo siguiente: se sentaba de una forma más bien cómoda en una butaca sosteniendo una cuchara. En el suelo, debajo de él, dejaba un plato. Y ahí se relajaba hasta quedarse dormido.
Al caer dormido, dejaba caer la cuchara en el plato – y el ruido lo despertaba. Como se había dormido a propósito, para relajarse y soñar algo, al despertarse, ya sabía lo primero que tenía que hacer: acordarse de las imágenes creativas de sus sueños y empezar el trabajo – con la mente focalizada, pintando sus obras de arte.
De esta forma, usaba el máximo potencial de ambos estados: el focalizado y el difuso.
Aplicándolo en tu día a día
Te puedes estar preguntando: ¿Y cómo usar esto en un exámen? ¿Y para resolver un problema académico?
Puedes empezar dando una ojeada general a tu exámen, pensando sobre las preguntas más difíciles de las que no sabes la respuesta. Este es tu momento de focalización – pensar sobre las cuestiones más complicadas.
Después, como momento de relajación, para no estar centrado en “no saber cómo resolver estas preguntas”, empieza a responder las más fáciles.
Haciéndolo, liberas tu mente para que se quede tranquila y haga las asociaciones creativas necesarias para pensar sobre los problemas más difíciles.
Así como todo lo que hemos representado en la serie Aprendizaje Arata, esta técnica exige entrenamiento. Puedes empezar a entrenarte haciendo simulaciones, separando ejercicios fáciles y complicados para resolverlos en casa, en un tiempo especialmente dedicado para eso.
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