¡Hola! Seiiti Arata. ¿Quieres avanzar en tu carrera profesional? En ese caso, saber hablar con asertividad y confianza es tan importante como dominar la parte técnica de tu trabajo.
Hablar con asertividad es una habilidad como otra cualquiera, una habilidad que se puede aprender. La manera más práctica y sencilla de hacerlo es practicando a hablar contigo mismo delante del espejo o, mejor aún, grabando vídeos en formato selfie. Pon tu móvil en posición vertical sobre la mesa y grábate a ti mismo hablando durante algunos minutos. Después, mira el vídeo que has grabado e identifica en qué puedes mejorar.
Lógicamente, practicar tú solo no es suficiente. Vas a tener que aplicar conscientemente este entrenamiento a situaciones reales. Es la técnica de Entrenamiento y Juego de la que te voy a hablar hoy. Pero, antes de explicarte la técnica de Entrenamiento y Juego, vamos a entender cuáles son las ventajas de la asertividad.
Mucha gente cree que para avanzar en su carrera es suficiente con ser un buen profesional. Y, efectivamente, sí es importante ser un profesional con buena técnica para conseguir mejores puestos, alcanzar a más clientes, ganar más dinero. Sin embargo, sólo ser bueno técnicamente no es suficiente. También tienes que aprender a comunicarte con asertividad y confianza.
Demostrar que sabes algo es casi tan importante como saberlo.
Imagínate que tus jefes te han llamado para una reunión. La empresa en la que trabajas quiere escuchar tus ideas, conocer tus habilidades y, quién sabe, tal vez incluso darte un ascenso.
Entonces llega la hora de la reunión y tú empiezas a decir “Ehhhhh… pues… creo que para que la empresa mejore, puede ser que tal vez, a lo mejor tenemos que… ehhh… cambiar algunos procedimientos… no es que no hagamos las cosas bien en la empresa, ¿vale? No es mi intención ofender a nadie… creo que lo estamos haciendo bien, pero… ehhh…”
¿Qué posibilidades hay de que salgas de esa reunión dando una buena impresión? Aunque seas un excelente profesional, no has sabido demostrárselo a tus jefes. No has sabido exponer tus ideas, defender tus argumentos, presentar tus propuestas.
Por eso la forma de hablar es tan importante. No basta con que domines la parte técnica de tu trabajo. También tienes que demostrar lo que sabes. En parte lo demuestras con tu propio trabajo. Cuando cumples bien tus funciones, estás mostrando en la práctica qué es lo que sabes.
Pero sólo eso no es suficiente. Para avanzar más rápidamente en tu carrera profesional, también tienes que dominar el arte de hablar con asertividad y confianza.
Quien habla con confianza es escuchado. Una idea presentada de manera asertiva tiene muchas más posibilidades de ganar un debate.
El debate entre forma y contenido es muy antiguo. Casi todo el mundo está de acuerdo en que el contenido es más importante que la forma, pero eso no significa que la forma no tenga importancia.
En el mundo corporativo, la manera en la que presentas tus ideas es casi tan importante como el contenido de tus ideas. Y muchas veces la presentación puede marcar la diferencia entre dos ideas que tienen un contenido parecido.
Piénsalo así. La empresa tiene una plaza vacante para gerente y quiere ascender a alguna de las personas que ya trabajan allí. Tras el proceso selectivo interno, tres trabajadores quedan más o menos empatados según el contenido de sus ideas. La diferencia es que uno de ellos transmite sus ideas con una confianza extrema, hablando con asertividad, no dando lugar a la inseguridad.
Adivina cuál de los tres fue ascendido a gerente de la empresa.
Claro que eso no significa que puedas dejar el contenido en segundo plano. Conocer el tema, presentar datos, identificar cuáles son las necesidades del público… todo lo que tiene que ver con el contenido también es esencial para poder hablar con confianza. Pero aunque domines el contenido, vas a tener que entrenar tu habilidad para hablar.
La asertividad no es un don natural. Hablar con confianza es una habilidad que se puede entrenar.
Existe el mito de que, o naces siendo un buen orador, o estás condenado a pasarte la vida sin saber cómo hablar con confianza. Pero eso no es verdad. Puede ser que haya personas que naturalmente sepan comunicarse mejor, pero la verdad es que hablar con confianza es una habilidad. Y, como toda habilidad, puede ser entrenada, mejorada y desarrollada con las técnicas correctas.
El primer paso que tienes que dar para hablar con confianza es tomar la decisión consciente y deliberada de querer mejorar tu asertividad. Tienes que verlo como un entrenamiento en el que vas a empezar en un determinado nivel y vas a progresar hacia niveles más altos a medida que vayas aprendiendo técnicas, estudiando sobre el tema y, sobre todo, practicando hablar con asertividad.
Algunas técnicas son muy fáciles. Por ejemplo, tienes que hablar con un tono de voz más firme, mantener una postura erguida, mirar a los ojos a las personas con las que estás hablando. La asertividad no viene solo de tu HABLA, sino también de toda tu expresión corporal. Por eso es importante comportarse bien, gesticular, a veces incluso caminar por el espacio disponible para demostrar que controlas la situación.
Otras técnicas pueden llegar a parecerle contraintuitivas a quien nunca ha estudiado oratoria. Por ejemplo, para transmitir confianza debes hablar más despacio y dejar momentos de silencio para que el público reflexione. Fíjate en que las personas que hablan sin confianza terminan hablando muy rápido, como si quisiesen quitarse ese peso de encima y terminar cuanto antes la presentación. Cuando alguien está nervioso, habla sin parar, no da tiempo a que el público piense, llena todos los espacios vacíos con vocalizaciones como “ehh… hummm… ehh…”
Alterna sesiones de estudio y práctica para formar un ciclo de mejora continua. Con poco tiempo de práctica aprenderás a hablar con asertividad y confianza.
La mejor táctica para aprender a hablar con confianza es usar la técnica de Entrenamiento y Juego. Estudias un poco y practicas otro poco. Vuelves a estudiar y practicas de nuevo. Y, así, te mantienes en un ciclo de mejora continua.
Existen muchas técnicas de oratoria, asertividad, autoconfianza. Si intentas aprenderlas todas de una vez, puedes acabar sufriendo un bloqueo por el exceso de opciones. Por eso, lo mejor es que estudies una sola técnica con un libro o por internet. Después, practícala.
Casi nadie tiene un trabajo que exija una práctica constante de hablar en público, así que tu juego va a tener que ser simulado. Una vez que hayas estudiado una técnica, haz una presentación, puede ser en tu casa, aunque estés tú solo. En esa presentación, intenta hablar usando la técnica que acabas de estudiar.
Lo ideal es que grabes esa presentación en el teléfono. Después, mírala y hazte una autocrítica, apuntando tus puntos fuertes y las cosas en las que puedes mejorar. Si quieres, puedes pedirles feedback a tus familiares o amigos.
Después de eso, reinicias otro ciclo de entrenamiento y juego. El espacio entre cada ciclo varía según las necesidades de tu trabajo, pero puedes hacer una presentación cada semana o dos. Con cada ciclo, vas mejorando un poco tu discurso, acostumbrándote a hablar cada vez con más confianza.
Así, cuando llega el día en el que tienes que hacer una presentación en la empresa, vas a estar años luz por delante de tus colegas y tendrás muchas más posibilidades de ganar debates, defender ideas y conseguir ascender en tu carrera.
Hablar con asertividad y confianza puede marcar la diferencia entre un profesional que está siempre desarrollándose y otro que se queda estancado en su profesión.
Una de las cosas más importantes que hay que decir con asertividad es la palabra NO. Los que son capaces de decir que no a lo que no es fundamental, se centran mucho más en los objetivos relevantes y consiguen rendir en su trabajo por encima de la media.
Si te interesa ser más asertivo y decir que no con confianza, sin hacer daño a nadie, te invito a que veas una clase especial del curso Cómo Decir No, en el que te doy tres consejos para que te comuniques de forma más asertiva, firme y educada.
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