Cinco monos y tu cerebro

¡Hola! Seiiti Arata. Probablemente ya has oído hablar del siguiente experimento: unos científicos pusieron un grupo de cinco monos dentro de una jaula. En esta jaula, había un racimo de plátanos colgando del techo y una escalera de madera. Usando la escalera los monos podrían alcanzar los plátanos.

Pero tan pronto el primer mono subió la escalera para alcanzar los plátanos, los científicos les lanzaron un fuerte chorro de agua helada a TODOS los monos. El mono se cayó de la escalera y los cinco monos quedaron mojados, asustados y enojados. 

Al poco tiempo, otro mono comenzó a subir la escalera para intentar alcanzar los plátanos. Nuevamente, los cinco monos fueron castigados con más agua helada.

Después de algunos intentos, los monos entendieron que siempre que uno de ellos subía por la escalera, todos eran castigados con agua helada. Así, los cinco monos simplemente se rindieron.

A pesar del deseo de alcanzar los plátanos, después de tantos castigos colectivos ninguno de ellos se atrevía siquiera a acercarse a la escalera.

Cuando los cinco monos fueron adoctrinados para que no subieran por la escalera, comenzó la segunda fase del experimento. Los científicos abren la jaula, sacan uno de los cinco monos mojados y colocan un mono nuevo que nunca ha pasado por el experimento.

El nuevo mono mira los plátanos, mira la escalera y rápidamente comienza a subir hacia los plátanos. Pero cuando comienza a hacerlo, adivina lo que hicieron los otros cuatro monos originales: sujetaron y golpearon al nuevo mono para evitar que subiera la escalera. Después de todo, no querían recibir más chorros de agua helada. Golpeado por los otros, el mono seco aprende a desistir de los plátanos y nunca intenta subir la escalera.

Entonces, los científicos reemplazan otro de los monos mojados por uno nuevo. Cuando el nuevo mono intenta alcanzar los plátanos, tanto el mono golpeado como los otros tres monos mojados impiden que el nuevo mono use la escalera.

Y los científicos cambian otro mono mojado por uno nuevo. La escena se repite. Luego uno más. Y uno más. Hasta que finalmente ninguno de los cinco monos originales del experimento queda en la jaula.

Es decir, ninguno de los monos que ahora se encuentran en la jaula recibió un chorro de agua helada al intentar alcanzar los plátanos. Sin embargo, ninguno de ellos intenta subir por la escalera para alcanzar los plátanos. No saben por qué, pero no lo intentan porque siempre ha sido así…

El experimento de los cinco monos enseña que no puedes pensar como lo hace un mono.

¿Sabes cuál es la parte más interesante del experimento de los cinco monos? Es que nunca existió, o al menos nunca se publicó. Esta es una historia que nos llama la atención, pero que probablemente nunca sucedió realmente, especialmente de la forma como es contada.

Para aquellos a quienes les gusta buscar revistas académicas, les cuento que hay un antiguo experimento de Gordon Stephenson en el que se cita el origen de esta historia… pero que no incluye plátanos ni chorros de agua. Este artículo probablemente ha sido distorsionado por oradores motivacionales que utilizan este “experimento” de los monos para enseñar la lección de que debemos cuestionarnos las reglas sociales.

Independientemente de si el experimento de los cinco monos existe o no, es obvio que la sociedad influye en nuestro comportamiento. Por eso es importante repetir la advertencia que hicimos en el capítulo 24 de la serie ¡Hola! Seiiti Arata, sobre el cuidado que debemos tener al leer libros de autoayuda, o incluso cuando encontramos historias como estas que se vuelven virales en Internet.

En resumen, no confíes en cualquier cosa que encuentres que haya sido divulgada. Comprueba, investiga, pregunta. Necesitamos ser escépticos y usar nuestras habilidades cognitivas para pensar si historias como esta realmente se aplican a nuestras vidas.

¿En qué se parecen los cinco monos… a tu cerebro? Imaginemos que el experimento de los cinco monos fuera real. ¿Significa eso que tu cerebro también puede ser adoctrinado de la misma manera?

¿Será que tu cerebro piensa que algunas cosas no se pueden hacer… solo porque nadie a tu alrededor lo hace? ¿Será que tú piensas que ciertas cosas siempre han sido de determinada manera y por lo tanto siempre serán así? ¿Te preguntas por qué el mundo es como es? ¿En qué situaciones de tu vida te quedas mirando los plátanos y ni siquiera intentas subir la escalera?

A pesar de que la historia de los cinco monos es interesante, hay un punto fundamental que no se puede ignorar. Nosotros, los seres humanos, tenemos un poder que los monos no tienen: el poder del lenguaje, de la comunicación asertiva y del pensamiento crítico.

Como Decir No - Seiiti Arata, Arata Academy

Tienes la capacidad de decir no. Por lo tanto, no tiene sentido vivir una vida de adoctrinamiento y conformismo.

No tiene sentido usar la historia de los cinco monos para explicar cómo funciona el cerebro del hombre.

Cambia los monos de la jaula por humanos. Después de ver a todo el mundo mojado y maltratado, mirando los plátanos sin siquiera intentar alcanzar el racimo, probablemente preguntarías: “Hey, chicos, ¿por qué me golpean cuando intento alcanzar los plátanos? ¿Por qué mojaron a los que lo han intentado antes? ¿Lo intentamos de nuevo de otra manera? ¿Por qué no cogemos las bananas juntos, y repartimos el racimo de manera uniforme sin que nadie golpee a nadie?”

Los humanos no son más fuertes, más ágiles ni más rápidos que muchos otros animales. Seríamos presa fácil para la mayoría de ellos, pero nos hemos convertido en la especie dominante del planeta debido a nuestras habilidades cognitivas.

Con esta capacidad de pensar, conseguimos comunicarnos de una manera que ningún otro animal puede hacerlo. Podemos crear historias. Utilizamos la creatividad para resolver problemas, conectando ideas de diferentes áreas de conocimiento. Y el conocimiento es cuestionado, perfeccionado y transmitido.

Aunque la presión social parece intentar impulsar tradiciones que hoy en día carecen de sentido, siempre podemos cuestionarlas y diferenciar entre lo que tiene sentido y lo que es un tabú perpetuado que no tiene fundamento.

Es decir, no necesitamos seguir haciendo cosas solo porque las cosas siempre se hayan hecho de una manera específica antes.

Está claro que si algo se ha hecho de la misma manera durante siglos y está funcionando bien, quizá haya sabiduría en esa tradición. Por eso es necesario el pensamiento crítico: tampoco quiere decir que porque se haya hecho algo durante mucho tiempo de la misma manera necesite ser cambiado. Cada caso es diferente y debes usar tu inteligencia para evaluar qué tradiciones deben mantenerse y cuáles podrían ser mejoradas. 

Aprende a decir no a los hábitos y tradiciones que ya no tienen sentido.

Cuando dejamos de usar nuestras habilidades cognitivas para reflexionar sobre lo que estamos haciendo, ¿qué es lo que sucede? Nos apartamos de nuestro diferencial humano. Empezamos a actuar más como animales entrenados. Somos adoctrinados. En otras palabras, nos volvemos menos humanos.

Por un lado, es normal ahorrar tiempo y energía simplemente siguiendo hábitos y tradiciones, siguiendo el comportamiento general del grupo. Si estuvieras pensando en cada detalle de tu vida, te volverías loco. Pero hay ocasiones en las que podemos y debemos cuestionar los hábitos y tradiciones, de lo contrario podemos cometer el mismo error que la manada. 

A medida que el tiempo pasa, la cultura cambia, Mira todos los cambios que se han producido en los últimos años en temas de igualdad de derechos, discriminación y prejuicios. Algunas actitudes que eran toleradas o consideradas normales hasta hace unos años ahora se consideran inaceptables.

La sociedad cambia. El ser humano se transforma con el tiempo. Todo esto es el resultado del uso de la capacidad cognitiva para cuestionar el comportamiento, la normalidad, el motivo de por qué las cosas son como son.

De la misma manera que se han producido grandes cambios sociales a lo largo de la historia, también puedes usar tus habilidades cognitivas para cambiar rutinas y hábitos que ya no tienen sentido para ti. 

Puedes decir no a las actividades que ya no están alineadas con lo que quieres para tu vida. Puedes dejar hoy mismo hábitos que te están alejando de la persona que quieres ser. Puedes decir NO hoy mismo a las actitudes incorrectas, las rutinas anticuadas o cualquier otra cosa que estés haciendo solamente “porque siempre ha sido así”.

Imagínate tener esa preciosa capacidad de reflexionar sobre las acciones propias… ¡y no usarla! Eso sería lo mismo que comportarte como un mono adoctrinado que sigue el conformismo, las reglas del grupo, repitiendo lo que siempre se ha hecho.

Sólo porque una cosa siempre ha sido hecha de cierta manera no significa que esa sea la manera correcta de hacerlo. Probablemente haya muchas rutinas y hábitos en tu vida que pueden ser cambiados si usas tu capacidad cognitiva para reflexionar sobre por qué haces lo que haces.

Cuando te detienes y reflexionas sobre tus actitudes, puedes entender que debes decir no a las actitudes que ya no tienen sentido.
Decirse no a sí mismo o a los demás no es fácil para la mayoría de las personas. Para ti, que quieres finalmente aprender a comunicarte de una manera asertiva, firme y educada, hay una clase especial del curso Cómo Decir No que puedes ver ahora mismo accediendo a https://arata.se/comodecirno