¡Hola! Seiiti Arata. Cuando tienes algo que hacer pero te da pereza, date cuenta de que hay dos personas dentro de ti. Una es la persona que eres hoy. La otra es la persona que te gustaría ser. Y la pereza está impidiéndote que te conviertas en la persona que te gustaría ser.
Este tipo de pereza es un tipo de resistencia. La resistencia es un término más amplio que explica la dificultad de hacer lo que hay que hacer.
Es la resistencia la que hace que veas la tele en lugar de hacer ejercicio. Es la resistencia la que te hace mirar las redes sociales cuando deberías estar trabajando. La resistencia te hace procrastinar en vez de terminar ese informe que estás preparando.
La resistencia aparece cuando intentas introducir algo nuevo en tu rutina para mejorar tu vida pero te da pereza o miedo, o tienes dudas sobre cómo empezar.
Por eso hoy vas a aprender cómo acabar con ese tipo de pereza, y también con el miedo y las dudas que crean esa resistencia. El primer paso es darte cuenta de que, probablemente, ves esa resistencia como un obstáculo, como una barrera que te impide vivir la vida como a ti te gustaría.
Pero para obtener resultados diferentes, vamos a pensar de manera diferente. Deja de pensar que la pereza te está perjudicando. Presta atención a esta resistencia que surge a la hora de hacer lo que tienes que hacer. Debes ver esta resistencia como una aliada, como una importante consejera que va a ayudarte a tener claro cuáles son tus tareas más importantes y gratificantes.
La pereza revela dónde está la resistencia. La resistencia indica claramente a qué tareas tienes que dar prioridad para transformar tu vida. Sólo tienes que escuchar.
Una de las habilidades que más escasean hoy en día es la capacidad de tomar decisiones, de saber priorizar tareas y de centrarte en lo más importante. Las grandes empresas buscan desesperadamente profesionales con esas capacidades. Cada vez es más difícil encontrar profesionales que sepan concentrarse.
Lo bueno es que puedes usar la pereza a tu favor. Siempre que te dé pereza enfrentarte a un desafío, date cuenta de que hay una resistencia. Esa resistencia no es tu enemiga. La resistencia no es una barrera que te impide vivir la vida de tus sueños. En realidad, la resistencia puede ser tu mejor consejera.
Y la razón es muy simple: las cosas que más te resistes a hacer son las cosas más importantes para tu vida.
Por ejemplo, piensas en dejar tu trabajo y arriesgarte a abrir un negocio, pero te da miedo. Quieres cambiar tu forma de vida y empezar a alimentarte bien, hacer ejercicio y meditar, pero no sabes por dónde empezar. Quieres aprender otro idioma, pero no haces más que procrastinar.
Esas cosas que te resistes a hacer por miedo, dudas, procrastinación o pereza son precisamente las cosas más importantes que puedes hacer ahora. Cuanto mayor sea la resistencia, mayor será también la importancia de la tarea.
Fíjate en que la resistencia nunca aparece en las cosas menos importantes. No tienes que enfrentarte a la resistencia para mirar tus redes sociales, ver un capítulo nuevo de tu serie preferida o comerte una golosina.
Así que, siempre que dudes sobre qué hacer a continuación o a qué tareas debes dar más prioridad, escucha la voz interior de tu resistencia. De hecho, puedes cambiar la pregunta. En vez de preguntarte “¿qué debería hacer ahora?”, intenta preguntarte “¿qué tarea me estoy resistiendo más a hacer ahora?” o “¿qué debería estar haciendo… pero me da pereza?” La respuesta va a ser, muy probablemente, la tarea más importante que tienes que hacer.
Enfréntate a tu resistencia de manera profesional. Haz tus tareas cuando no tengas ninguna gana de hacerlas.
¿Cómo puedes acabar con la pereza? Pues la mejor manera de vencer esa resistencia a trabajar en tus proyectos es enfrentándote a tus objetivos personales de manera profesional. Todos los empleados saben que deben llegar al trabajo a una hora determinada, hacer las actividades del día y cumplir con el horario.
El trabajador no puede elegir. Hay días que no te apetece… pero, aun así, vas. Fichas a tiempo, haces tus tareas hasta que termina tu jornada y después vuelves a casa. No importa si estás de mal humor, si no estás motivado. Simplemente vas.
Cuando te enfrentas a tu resistencia de manera profesional, consigues hacer lo mismo con tus proyectos personales.
Cuando hablamos de nuestros sueños y objetivos personales, adoptamos una postura muy diferente. Normalmente dejamos que nos venza la pereza. La resistencia nos detiene. Esperamos a que nos venga la inspiración, a estar más motivados… y, así, nunca empezamos a trabajar de verdad en nuestro proyecto, nunca seguimos durante mucho tiempo la dieta ni el entrenamiento que queríamos, no estudiamos el idioma hasta hablarlo con fluidez.
El escritor Steven Pressfield tiene un método para resolver esto: hacer frente a la resistencia de manera profesional. Cuando quiere escribir un nuevo libro, se pone una hora, por ejemplo, las diez y media, se sienta delante del ordenador y se pasa cuatro horas escribiendo hasta terminar la jornada que él mismo se ha impuesto. Da igual si ese día se siente creativo o no, si le da pereza o no… simplemente se sienta y escribe durante cuatro horas, igual que un obrero va a la fábrica y cumple su horario independientemente de lo motivado que esté.
William Faulkner llegó a ganar un premio Nobel de literatura con esa misma idea. Esta frase es suya: “Yo sólo escribo cuando estoy inspirado. Y me encargo de estar inspirado todos los días a las nueve de la mañana”.
La resistencia va a estar ahí todos los días, intentando alimentarse de tus miedos, de tus dudas, de tu procrastinación. Pero, una vez que empiezas a moverte, incluso cuando te da pereza, la resistencia se debilita. Y, si te comportas como un profesional, trabajando siempre a la misma hora y terminando tu jornada, muy pronto tendrás la satisfacción que da ver el deber cumplido.
Cuanto mayor sea tu resistencia a una tarea, mayor será tu satisfacción cuando hayas cumplido con lo que tienes que hacer.
Hasta ahora has aprendido que las tareas a las que más te resistes son las más importantes en tu vida. Y también has aprendido que la mejor manera de vencer esa resistencia es enfrentándote a tus proyectos personales como un profesional.
Pero la verdad es que nadie va a hacer tareas difíciles durante mucho tiempo si no recibe nada a cambio. Esa recompensa puede ser financiera, puede ser simplemente el reconocimiento o el orgullo de haber realizado un trabajo bien hecho, por ejemplo.
Y ahora tengo una buena noticia. Igual que la resistencia indica cuáles son tus tareas más importantes, también revela cuáles son las tareas más gratificantes cuando las terminas.
Por ejemplo, imagina que llevas años pensando en abrir una empresa, en perder peso y ganar masa muscular o en aprender a hablar mandarín. Si dejas que la resistencia te detenga, no dejarás de pensar con frustración en esos sueños sin cumplir. Empiezas a imaginar cómo sería tu vida si te hubieras puesto a trabajar en tus sueños y acabas comparando tu vida real con tu vida ideal.
En esa comparación, tu vida actual parece todavía peor de lo que es, lo que te frustra, te desmotiva, te hace infeliz. Y este estado mental tan negativo te empuja a seguir igual, incapaz de escapar de tu trabajo rutinario, de tus malos hábitos alimenticios, de tu parálisis en los estudios.
Así que vamos a pensar en una situación diferente. Imagínate que ya has vencido la resistencia. Aunque tenías miedo, dudabas y te daba pereza, te enfrentaste a la resistencia y trabajaste duro para alcanzar tus objetivos como un profesional. Montaste una empresa, tu cuerpo cambió a mejor, aprendiste mandarín… cumpliste tus mayores sueños, fueran los que fueran.
Lógicamente, tu satisfacción será mucho mayor que si todavía siguieses perdiendo la batalla contra la resistencia. Alcanzar los objetivos más altos siempre va a ser más gratificante que sufrir con la culpa de no hacer lo que tienes que hacer y perder el tiempo con cosas menos importantes.
La resistencia a una tarea implica que esa tarea es muy importante, lo que significa que será muy gratificante dar un paso adelante y hacer lo que tienes que hacer. Enfréntate a la resistencia como un profesional y empieza hoy mismo a trabajar para conseguir tus mayores objetivos de vida.
Todos tenemos que vérnoslas con la pereza y la resistencia. Incluso las personas con más éxito sufren miedos, dudas y procrastinación. La cuestión es si vas a dejar que la resistencia te detenga o no.
La pereza puede serte muy útil, ya que te indica qué es lo que tienes que hacer. En vez de tratar ese sentimiento como si fuera un enemigo, utiliza la resistencia como una aliada. Va a señalarte las tareas más importantes que tienes que hacer, que, a su vez, serán las más gratificantes cuando, finalmente, las completes.
Para ello, deja de perder el tiempo y enfréntate a la resistencia como un profesional. En el curso Productividad Ninja puedes descubrir varias técnicas que te ayudarán a dejar de perder el tiempo y a convertirte en un profesional superproductivo. Puedes ver una clase especial de Productividad Ninja sobre la procrastinación ahora mismo accediendo a https://arata.se/juguetear