¿Quieres saber cómo aprender cualquier cosa difícil, pero no sabes cómo? Sea cual sea tu objetivo, aprender a tocar un instrumento de música, aprender un idioma, mejorar tu elocuencia, crecer en el trabajo, mejorar las relaciones, o sencillamente tener más motivación para acabar las cosas que has empezado… la pregunta es: ¿Cómo aprender cualquier cosa difícil?
No necesitas tener un talento nato ni ser una persona brillante. Quédate tranquilo, ya que en este artículo ¡vas a aprender a alcanzar la maestría y a aprender cualquier cosa difícil!
Si quieres aumentar la profundidad de tu aprendizaje, vas a tener que entender lo que nosotros llamamos maestría. Entonces, es importante que tomes una decisión: ¿cuál es tu prioridad? ¿Aprender más rápido? ¿O volverte un maestro en un tema o área específica?
¡Aquí vamos a daros consejos para que te conviertas en un maestro en un área específica!
¡Recuerda que aprender más fácil no significa aprender más rápido! Más bien al contrario…
Si pretendes aprender rápido por favor mira nuestro vídeo aquí sobre Cómo Aprender Más Rápido.
¿Qué es la Maestría?
La maestría es el misterioso proceso donde lo que al principio es difícil, se hace cada vez más fácil y placentero con la práctica.
Imagina una clase de tenis. En las primeras clases, los ejercicios aparentemente no nos llevan a ninguna parte: aprendemos a sujetar la raqueta, botamos la pelota contra el suelo, en la pared, corregimos el ángulo de inclinación de la raqueta… En fin, es obvio que el aprendizaje no sucede de forma inmediata.
Para alcanzar maestría, tenemos que seguir practicando, incluso sin un progreso visible. Vas a tener que aprender a coger la raqueta con firmeza antes de entrar en la pista con el profesor.
Esto es lo que llamamos “practicar por el placer de la práctica” y, con nuestras expectativas controladas, no pasaremos frustraciones.
¿Cómo ocurre el aprendizaje?
En el proceso de aprendizaje, es importante pensar usando nuestro sistema cognitivo. Cuando te dedicas , por fin, a hacer un cambio en tus hábitos en busca de un verdadero aprendizaje, ¿sabes lo que pasa? Las cosas se van haciendo más fáciles.
Cuando estamos aprendiendo algo, existen pequeños picos de gran aprendizaje. Después, llega una larga llanura, sin grandes cambios, hasta la hora de llegar a otro nuevo pico de aprendizaje.
Ahora vamos a examinar típicos ejemplo de comportamientos que fracasan al atravesar la llanura en dirección al nuevo pico de aprendizaje.
La flor de un día
La flor de un día es esa persona a la que le encantan las cosas nuevas. Está entusiasmada durante la compra de los materiales de estudio, y se imagina cómo va a ser de increíble adquirir esas nuevas habilidades.
A pesar de toda esa euforia, o quizá por culpa de esa euforia, en cuanto pasa la emoción del primer pico de aprendizaje, la flor de un día llega a la primera llanura y se aburre por no seguir progresando como esperaba.
La flor de un día deja de ver las clases y empieza a decir excusas para racionalizar su falta de dedicación.
El obsesivo
El obsesivo es el que no acepta segundas opciones. Quiere resultados perfectos, y quiere hacerlo todo bien después de la primera clase. Se queda hablando con el profesor después de la clase para conseguir algún consejo y datos para acelerar el aprendizaje y mejorar su rendimiento.
El obsesivo es ansioso.
Su pico de aprendizaje es esperado, pero la llanura, inaceptable. Cuando el obsesivo llega a la llanura, duplica sus esfuerzos, pasando noches en vela y buscando atajos.
Por ejemplo: En la búsqueda del adelgazamiento, es de ese tipo de persona que no come nada, que prácticamente se desmaya en el gimnasio e incluso pierde varios kilos en una semana – pero a la siguiente semana acaba desistiendo. No quiere saber nada más de dieta y ejercicios, y se atiborra de dulces.
El conformista
El conformista tiene un enorme potencial, pero pero no se preocupa por esforzarse para seguir en el camino de la maestría. Después de subir un pico, el conformista puede quedarse en una buena llanura. No se mueve para seguir creciendo, por lo tanto, hace lo mínimo necesario.
En el aprendizaje, aprende lo mínimo posible para no ser suspendido en los cursos, pero no consigue los recursos necesarios para los grandes desafíos intelectuales adultos.
¿Cuándo perjudican estos perfiles nuestra maestría? Esta es una buena pregunta para que reflexiones sobre ella ahora.
Al reflexionar recuerda que, en la vida, las relaciones son más complejas. El que es conformista en el trabajo, puede ser obsesivo en el amor. El que vive un día obsesivo, puede llegar a la noche conformista.
¿Cuál es tu perfil? ¿En qué momentos de tu vida te comportas como una flor de un día, un obsesivo o un conformista?
Es muy importante reflexionar sobre sobre estos perfiles para entender cuándo te comportas como una flor de un día, un obsesivo, o incluso un conformista, en diferentes puntos de tu vida.
Los comportamientos se pueden modificar. El comportamiento es una elección. Y podemos cambiar el comportamiento en cualquier momento. Solo tenemos que querer de verdad. Porque ¡querer es poder!
Te sugiero algo: todos los años, reserva una parte de tus ganancias anuales para invertir en tu desarrollo. Haz entrenamientos, cursos, invierte en autoconocimiento.
Porque cada día tenemos nuevos desafíos al vivir en una sociedad del inmediatismo. Y este es un ambiente que dificulta la maestría,
Para eso, vamos a entender cuáles son las fuerzas misteriosas que actúan para alejarnos del camino de la maestría.
La guerra contra la maestría
Perdimos mucho de la antigua noción de la relación entre maestro y aprendiz, de valor de la sabiduría y del autoconocimiento.
La sociedad está hecha para hacernos gastar dinero. Y el marketing que promueve este consumo se basa en deseos de resultados inmediatos, en la voluntad de formar parte de grupos exclusivos que siguen la última moda.
Esta cultura de solución rápida se propaga como una epidemia. A tu alrededor vas a encontrar medicamentos para el alivio instantáneo de los síntomas, pero que no atacan a la causa del dolor. Vas a encontrar millones instantáneos con esquemas piramidales, y shakes o batidos milagrosos de dieta para perder diez kilos a la semana. En todas partes, una solución mágica.
Apreciando la llanura
Y, ¿qué es lo que tenemos que hacer? Tenemos que aprovechar el camino y no estar esperando el destino final. Es decir, vivir la vida como un proceso interesante en todo momentos, y no como un medio para conseguir algo.
Algunos niños crecen con el objetivo de ser los mejores del colegio, porque eso les conseguirá una buena universidad. Siendo excelentes en la universidad, conseguirán un buen trabajo. Solamente siendo excepcionales en el trabajo, ganarán dinero suficiente para sus mansiones, coches importados y así, quién sabe, un día ser felices. Un día… Ya en el futuro.
Cuando abandonamos esta ilusión, notamos que la buena vida, la vida de la maestría, es vivida fundamentalmente en la llanura.
¿Qué significa esto? Que el resto es un pesar, un sufrimiento, sólo un medio para llegar al fin. Que el momento presente no tiene valor por sí mismo… El futuro no existe. Es una ilusión, una expectativa.
La práctica, el camino de la maestría, solo existe en el presente.
Puedes ver, escuchar, oler, sentir. Amar la llanura es amar el ahora. Puedes, obviamente, seguir disfrutando de un pico de crecimiento: es momento de celebrar, disfrutar de los picos de progreso y de los frutos de haberlo conseguido, pero también es necesario tener serenidad para aceptar la nueva llanura que nos espera.
Las Cinco Claves Esenciales
En la maestría, existen cinco claves esenciales del maestro. ¿Cuáles son?
Clave 1 – Instrucción
Es necesario tener en mente que encontrar un buen instructor es una de las formas de conseguir la maestría
La instrucción puede venir de diferentes modos, como en libros, documentales, programas de ordenador, compañeros, y cualquier otra forma.
De todos ellos, la figura del profesor-maestro sigue siendo la mejor opción. Como todo en la vida, hay profesores buenos y no tan buenos.
El buen profesor debe proporcionar información, y también hacer preguntas que estimulen al alumno a razonar por su propia cuenta. Tienes que poner la información en práctica, en su contexto. Tiene que ponerse en situaciones en las que necesites pensar, razonar, usar la información presentada para solucionar problemas.
Es necesario estar cerca del profesor para que ocurra la “entrega”. Pero, al mismo tiempo, es necesario un cierto distanciamiento respetuoso. En caso contrario, se pierde la visión crítica del todo y, en vez de alumnos, nos hacemos discípulos.
Mucha cautela siempre que encuentres algún “profesor” con discípulos. ¡No seas un discípulo! Piensa por ti mismo. Es importante mantener siempre tu visión crítica y ser capaz de distinguir las cosas.
Clave 2 – Práctica
En los deportes, conseguirmos ver innumerables ejemplos de campeones que entraron incansablemente para conseguir la maestría. La práctica no es una actividad limitada solo a los deportes, sino que engloba cualquier cosa que practicamos diariamente en nuestras vidas.
El médico practica medicina. El abogado práctica derecho. Y tú, ¿qué prácticas?
Sin embargo, los verdaderos maestros no entrenan con el único objetivo de hacerse mejores. Ellos aman la práctica. Vamos a recordarlo una vez más: es necesario amar la llanura.
Aparentemente, tenemos otra paradoja: al amar la práctica, los maestros se hacen cada vez mejores. Y cuanto mejores se hacen, más practican – es una espiral positiva.
Entonces, ¿qué es la maestría? La maestría es la práctica, es seguir en el camino. Es no sentir pena de sí mismo, tener pereza o ser un conformista. Es no hacerse la víctima.
Para eso, es necesario que te guste lo que haces, en caso contrario, difícilmente vas a tener la paciencia para dedicarle tanto tiempo a ello.
Clave 3 – Entrega
La entrega es la habilidad del maestro que medirá tu coraje. Como entrega, estamos hablando sobre nuestra entrega a la disciplina y a las exigencias de nuestro profesor.
En las primeras etapas del aprendizaje, es inevitable que te sientas torpe o inútil.
Por ejemplo, cuando estás haciendo un curso de idiomas. Esa persona a la que te entregas, sin vergüenza de parecer tonta, es la que ganará mayor desenvoltura en el idioma. El que se protege detrás de un escudo, con miedo de arriesgar algunas palabras, es el que tendrá más difícil conseguir la maestría.
Más de estar sencillamente abierto a la práctica, esta tercera llave de la maestría representada por la entrega es la confianza en el maestro. Si el instructor nos pide hacer un ejercicio, aparentemente sin relación, es mejor confiar en él e intentarlo.
Clave 4 – Visualizar
Lo que tenemos que hacer es imaginar qué tipo de realidad queremos construir. Con la visualización, aumentamos nuestra voluntad de alcanzar el objetivo, fortalecemos nuestro foco. Y hacemos todo lo posible para llegar allí.
Todo maestro tiene un poder de visión muy fuerte. Han practicado el uso del poder de sus mentes para alcanzar objetivos. Tenemos que desear realmente el mejor resultado, visualizandolo.
Lo contrario también es cierto: no podemos hacer las cosas de cualquier manera, sin una intención específica, sin visualizar los detalles.
Clave 5 – Límite
El maestro descrito aquí parece ser tranquilo, sereno, que aprovecha cada segundo de la llanura de un eterno camino.
Sin embargo, al mismo tiempo, los maestros son aquellos que se desafían más allá del límite, que corren riesgos para conseguir un mejor rendimiento.
Caminar en el límite es un acto que exige equilibrio. En algunos casos, el que desea ser maestro, acaba cruzando ese límite conscientemente.
Para concluir, recuerda que ¡nada es imposible! Si realmente tienes ganas de aprender algo nuevo, por más difícil que parezca al principio, lo importante es no desistir.
Entrégate en cuerpo y alma a ese nuevo desafío y busca la mejor forma para alcanzar la maestría.
No tengas miedo de equivocarte, ¡ten miedo a no intentarlo!
Busca un buen instructor; practica con ganas; entrégate en cuerpo y alma; visualiza lo que imaginas; y busca y conoce tu límite.