Cómo cambiar de profesión (sin problemas)

¡Hola! Seiiti Arata. Si estás triste los domingos por la noche porque se ha acabado el fin de semana, si no te gusta tu trabajo actual y sueñas con cambiar de profesión, ¿qué está pasando en tu vida?

Date cuenta de que hay una incoherencia, una separación entre quien eres… y quien te gustaría ser.

Para entender este proceso psicológico, deja volar tu imaginación para explorar cuáles son tus sueños, aspiraciones y objetivos.

Quizá tengas el sueño de vivir una vida diferente, pero todavía te falta algo. Puede faltarte dinero, algún tipo de relación, salud, habilidad y entrenamiento. De todos los elementos necesarios, hay uno que es especial. Con ese elemento en tu mano, todo se hace más fácil: dinero. Con dinero, puedes cambiar de profesión sin pasar un mal trago, sin sufrir y sin problemas.

Por eso, si no estás conforme con tu trabajo actual y quieres cambiar de carrera con tranquilidad, es importante que primero te encargues de tu reserva financiera.

Parece obvio, pero hay que tener cuidado para no convertirte en una persona que odia el dinero. El dinero es una herramienta útil que puede y debe usarse para mejorar tu calidad de vida.

El discurso de que debemos trabajar por amor al arte es muy bonito en teoría pero, en la vida real, lejos de las frases motivacionales de las redes sociales, las facturas siguen llegando. Tienes que pagar las compras del supermercado, el alquiler, la luz, y todos los demás gastos comunes. Por eso, es un grandísimo error ignorar la importancia del dinero en tu planificación.

Antes de poner en práctica tu sueño de cambiar de carrera, tienes que pagarte a ti mismo primero. Así que vamos a crear juntos un plan organizado y detallado para hacer que tu sueño se haga realidad.

Para cambiar de profesión de la forma correcta, debes hacerlo a una velocidad correcta. No puedes posponerlo mucho, pero tampoco debes ser imprudente.

En la época de tus abuelos y quizá incluso de tus padres, lo normal era empezar una profesión a los dieciocho y seguir haciendo ese trabajo hasta jubilarse.

Pero hoy en día, lo normal es ver que la gente pasa por dos, tres o más profesiones diferentes durante su vida profesional.

Esto ocurre tanto por lo dinámico que es el mercado, como por las ganas que tenemos de probar cosas nuevas.

Por lo tanto, vamos a hacer una sencilla actividad de autoconocimiento. Pausa el vídeo y pregúntate a ti mismo: ¿sueñas con que llegue el fin de semana para poder dedicarte a tu hobby? ¿Te pasas todo el tiempo sufriendo en el trabajo y te gustaría estar jubilado ya? ¿Quieres cambiar tu profesión por otra diferente?

Estas son solo algunas de las señales que te hacen saber que ya no estás satisfecho con tu trabajo actual. Es como si tuvieses un vacío que no consigues llenar.

Lo bueno es que esa insatisfacción se puede resolver con una simple planificación. Para cambiar de carrera profesional, necesitas preparación. Por eso el sector educativo sigue prosperando tanto. Arata Academy comenzó con actividades educativas online para adultos en el año 2007 y desde entonces ha habido un aumento enorme en este sector.

La razón por la que se ha dado este continuo aumento en la demanda de educación es porque hoy en día existe una gran cantidad de información, a diferencia de la que había en la generación anterior. Hoy en día, puedes acceder online a los recursos educativos para adquirir el conocimiento y las habilidades necesarias para cambiar de profesión. Muchos de ellos son gratuitos, solo tienes que investigar y dedicarle tiempo.

Si por un lado hay mucha información, también hay un problema. El tiempo pasa rápido. Por eso, no puedes pasarte años tan sólo estudiando y planificando sin actuar. Es imposible consumir toda la información existente, por lo que necesitas un plan que optimice tu tiempo. Si tardas mucho, puede que sea demasiado tarde para cambiar de carrera y alcanzar tus sueños.

Uno de los mayores arrepentimientos que puedes tener al final de la vida es el de no haber seguido tus sueños. Imagina vivir toda una vida detestando tu trabajo. Qué desperdicio.

A pesar de que es importante actuar para alcanzar tus objetivos, no puedes actuar de cualquier forma. Sería imprudente dejar tu trabajo actual para arriesgarte en una nueva área sin tener un buen plan. La planificación responsable es especialmente necesaria si eres quien mantiene a tu familia y quien paga las facturas de tus hijos o padres, por ejemplo.

Planificando Tu Vida- Seiiti Arata, Arata Academy

Por eso, cuando hablamos de cambiar de carrera, tu velocidad debe ser optimizada. No puede ser ni demasiado rápido ni demasiado lento. Pero, ¿cómo alcanzas la velocidad ideal? Creando una reserva financiera.

La reserva financiera te da tranquilidad y valor para cambiar de profesión sin pasarlo mal.

La mejor forma de cambiar de profesión sin pasar un mal trago es creando una reserva financiera y organizando un plan con los pasos que tienes que dar.

Para esa planificación, el primer paso es calcular con precisión cuáles son tus gastos mensuales esenciales. Alquiler, factura de luz, internet, educación… calcula todas las facturas que van a seguir llegando y que no puedes eliminar ni negociar. Incluye también una reserva de emergencia para encargarte de las situaciones inesperadas.

Ese es el valor mínimo que necesitas tener guardado para sobrevivir un mes si abandonas tu empleo hoy para arriesgarte en una nueva carrera.

Es muy probable que tu transición de carrera no te lleve tan solo un mes. Así que el segundo paso del plan es estimar cuánto tiempo te va a llevar salir de tu trabajo actual y conseguir un empleo en la nueva área de actuación.

Con eso hecho, solo tienes que multiplicar el primer número por el otro para llegar al valor ideal de tu reserva financiera.

Imagina el ejemplo de Lucas, un banquero que trabaja en el mismo banco desde hace diez años y que no aguanta más la misma rutina. Odia a su jefe y a sus compañeros, que se pasan el día entero charlando en la oficina.

Imagina que a Lucas le encanta cocinar y sueña con ser un cocinero profesional en algún restaurante de prestigio. El problema es que Lucas es padre de familia y tiene una serie de compromisos financieros acordados. Ha hecho las cuentas y ha visto que cada mes gasta, por lo menos, diez mil.

Analizando el mercado y hablando con algunos cocineros de su entorno, ha visto que un cocinero sin experiencia puede tardar por lo menos seis meses en conseguir un trabajo en la zona en la que vive.

Multiplicando uno por el otro, Lucas ha llegado a la conclusión de que necesita una reserva financiera de, por lo menos, sesenta mil para hacer el cambio de carrera con tranquilidad, sin perjudicar las cuentas de la familia.

Usa el tiempo que tardas en crear la reserva financiera para prepararte para la nueva carrera.

Mientras vas reuniendo el valor que necesitas para crear tu reserva financiera, no debes quedarte de brazos cruzados. Al contrario. Debes aprovechar ese tiempo para prepararte para la nueva carrera, mientras sigues en tu trabajo actual.

Ese tiempo también debe estar planificado. Imagina que has calculado que vas a tardar doce meses en crear tu reserva financiera. Observa entonces cuánto tiempo al día o a la semana puedes dedicarte a estudiar tu nueva profesión, y planifica qué puedes aprender en esos doce meses.

Tu plan debe ser realista y tiene que cubrir todas las áreas de tu vida, no solo las finanzas. Por ejemplo, un plan incompleto y desequilibrado podría priorizar sólo las finanzas, ahorrando al máximo. Y, ¿cuál sería el problema de un plan desequilibrado que sólo valora las finanzas? Pues que este plan podría llevar a problemas de salud, de relaciones, o falta de ocio y entretenimiento.

¿Entiendes que es importante tener un plan que cubra todas las áreas de tu vida? No ver la vida como un todo es el principal motivo por el que estos planes fracasan.

En la parte de la reserva financiera, los puntos que no pueden quedar fuera de tu plan son: el cálculo de tus gastos mensuales, el tiempo estimado para conseguir un empleo en la nueva área de actuación, cuánto puedes ahorrar al mes para crear tu reserva financiera y cuánto tiempo te va a llevar crear esa reserva.

Pero, además, tu plan también debe considerar cuánto tiempo puedes dedicar a aprender la nueva profesión mientras mantienes tu trabajo actual y qué otras obligaciones tienes que mantener en tu vida, como la familia, la salud y el ocio.

Puede parecer mucho, pero tener un plan así es mucho mejor que el estrés de arrriesgarte a un cambio drástico sin reserva ni organización. Y también es mucho mejor que arrepentirte de haberte pasado toda la vida con el sueño no realizado de probar una nueva profesión.

Para cambiar de profesión sin problemas, no puedes esperar mucho ni ir demasiado rápido. Hay un término medio que está ligado a crear una reserva financiera y planificar los pasos que tienes que dar para salir de tu trabajo actual y conseguir un empleo en la nueva área de trabajo.

Esta reserva financiera tienes que calcularla basándote en tus gastos actuales y en el tiempo que crees que vas a tardar en conseguir cambiar de carrera. Mientras reúnes ese dinero, debes ir aprendiendo las habilidades necesarias para la nueva profesión.
Esta planificación debe estar incluida en un plan mayor, un plan que cubra desde tus valores personales más altos hasta la siguiente tarea que debes hacer en todos los ámbitos de tu vida. Puedes aprender a hacer un plan de vida así en el curso Planificando Tu Vida, que puedes conocer ahora mismo accediendo al link https://arata.se/planificandotuvida