Cómo lograr la auténtica felicidad con psicología positiva

¡Hola! Seiiti Arata. Durante mucho tiempo, la psicología se vio como una manera de tratar enfermedades y trastornos mentales. Actualmente, el papel de los psicólogos no se ha limitado a actuar para remediar enfermedades, sino para evitar que estas ocurran. La psicología positiva está cada vez más descubriendo prácticas que pueden llevarse a cabo para brindarte la auténtica felicidad.

Así que hoy compartiré contigo los conceptos principales de la psicología positiva, en particular el modelo de tres pilares que Martin Seligman sugirió en su trabajo sobre la felicidad auténtica. Y también veremos un modelo más actualizado, llamado PERMA, que es un modelo de cinco elementos para ir más allá de la simple alegría y lograr una vida con sentido y satisfacción.

Condicionar la felicidad a eventos externos es un gran error.

Cuando condicionamos la felicidad, inventamos condiciones sin las cuales no nos permitimos ser felices. Condicionar la felicidad es pensar cosas como «Cuando me adelgace, seré feliz. Cuando tenga un buen trabajo o me suban el sueldo, seré feliz. Cuando compre un coche o una casa, entonces seré feliz».

Es un gran error creer que la auténtica felicidad solo llegará cuando obtengamos algún objeto o logro. No es una idea muy inteligente condicionar nuestra felicidad a algún logro. La auténtica felicidad no aparece después de alcanzar una meta, como por ejemplo aprender algunas habilidades, lograr independencia financiera o encontrar el amor verdadero. Tampoco puede estar condicionada por una experiencia, como viajar, casarse o curar una enfermedad.

Tanto en el caso de la adquisición de objetos, el logro de objetivos o experiencias de la vida, con lo que debemos tener cuidado es no poner condiciones para lograr la felicidad. Ser feliz sin razón es la forma más auténtica de felicidad.

Es positivo tener aspiraciones y buscar mejoras, pero no es positivo estar atado a los resultados.

Las estadísticas de crecimiento económico y felicidad muestran que incluso cuando las diferentes naciones prosperan en el aspecto financiero, no hay un aumento proporcional en las tasas de felicidad de sus habitantes. Una vez que se satisfacen sus necesidades básicas de alimentos, vivienda y salud, más dinero no necesariamente se traduce en más felicidad.

La pobreza y la falta de condiciones mínimas de calidad de vida ciertamente generan infelicidad. Por lo tanto, cuando salgamos de la miseria, sin duda habrá un incremento en la felicidad. Alguien que cobra solamente un salario mínimo indudablemente estará feliz de ganar tres salarios mínimos. Pero la persona que ya recibe mil salarios mínimos de sueldo no tendrá el mismo incremento de felicidad cuando gane tres mil salarios mínimos más.

La felicidad está ligada a ser y no a tener. Cuando condicionamos la felicidad a la conquista de un objeto, esa felicidad dura poco tiempo porque nos acostumbramos rápidamente y comenzamos a desear otras cosas.

La psicología positiva enseña cómo podemos lograr un estado de bienestar más duradero y genuino.

La psicología positiva es el estudio científico de los elementos que hacen que valga la pena vivir. Esta nueva área de psicología ofrece una perspectiva científica sobre cuáles son los ingredientes para la felicidad, el bienestar, la satisfacción, el propósito, el compromiso y las relaciones.

Hasta hace poco, la psicología se encargaba principalmente de enfermedades, dolor, traumas y dificultades consideradas experiencias negativas.

La psicología positiva busca estudiar lo contrario. Es la ciencia que estudia las virtudes y nos permite vivir una vida plena, significativa y feliz. Entonces, además de estudiar la felicidad, también estudiamos optimismo, gratitud, compromiso, alto rendimiento, compasión, autoestima y creatividad.

El estudio de la felicidad se basa en experimentos científicos que evalúan cómo reaccionan las personas a diferentes tipos de condiciones. Estos estudios se publican y toda la comunidad científica puede leer los detalles del experimento e intentar replicar los mismos resultados, haciendo críticas y buscando nuevas conclusiones.

Por lo tanto, la psicología positiva busca comprender cuáles son los diferentes enfoques probados por la ciencia para tener una mejor calidad de vida. La conclusión de estos estudios apunta a un camino: es posible comprender mejor las emociones y lidiar con ellas. Podemos relacionarnos más positivamente con las personas que nos rodean.

La felicidad incrementa cuando mejoramos, logramos un compromiso total y encontramos un propósito.

Para comprender mejor la psicología positiva, puedes pensar en diferentes etapas de calidad de vida: la vida placentera, la buena vida, la vida significativa y la vida plena.

La vida placentera está llena de emociones positivas. En la vida placentera, disfrutamos pasivamente de emociones como alegría, diversión, contemplación, gratitud y serenidad. Estos sentimientos están presentes en gran cantidad, frecuencia e intensidad.

La siguiente etapa es la buena vida. La buena vida tiene lugar cuando eres más activo en tu experiencia positiva. En vez de simplemente confiar en la suerte y la oportunidad de sentir emociones positivas, haces un esfuerzo consciente por mejorar. Por ejemplo, dedicas parte de tu tiempo a actividades de gratitud, meditación, voluntariado y actividades sociales con la intención de desarrollar tus habilidades para tener emociones más positivas.

Hay una etapa aún mayor de felicidad. Es la vida significativa, representada por el esfuerzo y la dedicación para lograr un estado de fluidez, de participación total en una actividad que en sí misma trae una enorme satisfacción. El estado de fluidez es uno en el que estás completamente involucrado, concentrado, absorbido. Tu concentración en la actividad es tan intensa que ni siquiera te das cuenta de que han transcurrido las horas, te olvidas de comer o incluso no te das cuenta de que ya es hora de irte a la cama.

Finalmente, la etapa más alta de la felicidad es la vida plena. En la vida plena, vives todas las etapas anteriores de manera integrada. Y también sientes que perteneces a algo más grande, que es servir a la comunidad, en lugar de simplemente buscar ventajas individuales. Estás viviendo con un propósito cuando estás en esta etapa.

Mientras haya un interés sincero, puedes elevar tu vida hacia etapas más altas de felicidad auténtica. Esto se puede aprender aplicando los hallazgos de la psicología positiva. Según Martin Seligman, esta construcción de la felicidad se realiza trabajando en tres pilares principales:

1. Emociones y experiencias positivas. Por ejemplo: alegría, inspiración y amor;

2. Rasgos positivos de personalidad. Por ejemplo: virtudes y habilidades personales;

3. Instituciones positivas. Por ejemplo: nuestro trabajo y nuestra familia.

Explicaremos cada uno de estos pilares más detalladamente.

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Pilar 1: Emociones y experiencias positivas.

Puedes encontrar emociones positivas en el pasado, presente o futuro.

Cuando pienses en tu pasado, busca las emociones positivas de los momentos en que sentiste alegría, satisfacción, orgullo y serenidad. Puedes encontrar varios momentos positivos, siempre y cuando te dediques a ello.

Esta dedicación es necesaria porque algunas personas mantienen una atención desproporcionada en los eventos negativos del pasado. Esta es una gran explicación del debilitamiento de las emociones positivas. No aceptes el determinismo de que los eventos negativos de la infancia siempre causarán problemas. Por mucho que tengas un pasado difícil, siempre es posible hacer un esfuerzo por valorar las experiencias positivas anteriores.

Hay actividades probadas para aumentar las emociones positivas hacia el pasado, como la expresión de gratitud, perdón, olvido. Dentro del rumbo a la Felicidad, tenemos actividades guiadas que puedes hacer. Puedes visitar este link para acceder a ellas.

Con respecto al momento presente, hay dos fuentes principales de emoción positiva: placeres y gratificaciones.

Los placeres son momentáneos y causan una sensación de recompensa instantánea, como por ejemplo comer dulces, ver una película o encontrarse con buenos amigos.

Por otro lado, la gratificación puede traer una emoción positiva a pesar de ser físicamente dolorosa, como correr un maratón. O pueden representar cierto sacrificio, como dedicar tu tiempo a realizar actividades de voluntariado.

Y, con respecto al futuro, puedes encontrar emociones positivas en la esperanza, en el sueño de una vida mejor y en el optimismo de que es posible actuar para lograr resultados.

Pilar 2: Estados positivos y rasgos de personalidad.

Hay virtudes en las que se puede y se debe trabajar todos los días para mejorar nuestro potencial, como el conocimiento, el coraje, el amor, la justicia, la moderación y la trascendencia. Y para cada una de estas virtudes hay fuerzas específicas que se pueden desarrollar.

Por ejemplo, dentro de la virtud del conocimiento, puedes desarrollar diferentes fortalezas personales, como la curiosidad, el gusto por el aprendizaje, tu organización, tu perseverancia, tu pensamiento crítico.

Toda persona puede desarrollar fortalezas y virtudes, siempre que tenga la voluntad y dedique el tiempo necesario con una buena orientación. Entonces, al hacer ejercicios específicos, puedes encontrar las áreas que tienen el mayor estado físico y potencial y desarrollarse más.

Pilar 3: Instituciones y organizaciones positivas.

Para una buena comprensión de quiénes somos, también es necesario observar a qué grupos pertenecemos. La felicidad auténtica requiere evaluar no solamente a la persona individual considerada de manera aislada, sino también a las organizaciones e instituciones en las que ese individuo participa. Por ejemplo, ¿cómo es la calidad de nuestra relación o matrimonio? ¿Y en la familia, en general? ¿Y qué hay de la cultura corporativa de la empresa en la que trabajamos?

De la misma manera que necesitamos mejorar las virtudes y fortalezas a nivel individual, es necesario cuidar cada una de las instituciones que forman parte de nuestra vida.

Por ejemplo, ¿cómo puedes desarrollar tus fortalezas personales en el trabajo? ¿Estás colaborando hoy en una empresa que tiene una cultura tóxica? ¿No tiene más sentido quizás intentar hacer prosperar tu carrera y vocación en otro entorno?

Siempre mantén tu radar alerta para preguntarte si tu vida tiene sentido, ya que este es un componente esencial de la auténtica felicidad.

La auténtica felicidad se encuentra en la vida con sentido.

Para pasar al siguiente nivel de calidad de vida, debes cambiar tu enfoque. Deja de solucionar problemas y comienza a concentrarte en fortalecer tus cualidades y vivir con un propósito. Para eso, cuenta con el desarrollo de tus virtudes, fortalezas y habilidades.

Buscar únicamente emociones positivas puede no ser suficiente para lograr una vida plena. Al comienzo de la psicología positiva, el tema central de la investigación era la felicidad.

La ciencia siempre avanza y hoy tenemos mejores modelos. La psicología positiva de hoy se encarga de algo más grande que la simple alegría: ahora tiene como objetivo principal el bienestar.

El nuevo modelo de Martin Seligman sobre la teoría de la felicidad ahora presenta cinco elementos de una vida feliz y de bienestar, que forman el acrónimo PERMA (por sus siglas en inglés):

Emociones positivas (Positive emotions)

Compromiso (Engagement)

Relaciones (Relationships)

Significado (Meaning)

Logro (Accomplishment)

Haznos saber ahora con más detalle cada uno de estos cinco elementos para comprender mejor nuestras emociones y lograr una verdadera satisfacción.

Las emociones positivas tienen un efecto multiplicador.

Cuando sentimos emociones positivas, podemos mejorar nuestro rendimiento, obtenemos mejores resultados y logramos aumentar aún más nuestro bienestar.

Cuando cambiamos nuestra mentalidad para tener una actitud más positiva ante un desafío, hay un cambio en nuestros niveles de dopamina, serotonina, endorfinas y oxitocina. Todo esto contribuye a hacernos sentir bien, dispuestos a creer que el futuro será aún mejor.

Cuando comenzamos proyectos con la creencia de que es posible lograr buenos resultados, podemos actuar con un rendimiento superior. Las emociones positivas son un tipo de combustible que nos ayuda a lograr mejores resultados en todas las áreas de la vida.

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El flujo ocurre en las actividades que nos gusta hacer y que están en el nivel apropiado de desafío.

¿Qué actividades haces que te hacen completamente involucrado? El compromiso a nivel de flujo ocurre cuando te concentras tanto al hacer un trabajo, que pierdes por completo la noción del tiempo.

Este estado de flujo surge cuando hacemos lo que nos gusta y el nivel de complejidad de la actividad es adecuado. Si es demasiado fácil, te aburrirás y buscarás otras cosas para distraerte. Y si es demasiado difícil, puedes frustrarte y darte por vencido. Sobre todo, la experiencia de flujo debe ser interesante para que dediques toda tu energía.

Si aún no sabes qué actividades son las que despiertan tu estado de flujo, intenta conocerte mejor. Evalúa las diferentes actividades que has realizado en el pasado. Prueba nuevas actividades que estén en su lista de cosas que te gustaría hacer algún día.

Para que puedas vivir una vida plena, identifica cuáles son las actividades que aportan el compromiso que incrementa tu confianza, productividad y concentración. Estas son actividades valiosas para tu bienestar.

Las relaciones saludables son la base de una vida plena.

Cuanto más positivas sean nuestras relaciones, más positivas serán nuestras emociones, pensamientos y acciones.

Por la evolución misma, el ser humano es un animal social que necesita estar en contacto con otras personas. Este contacto debe ser sano, a través de conexiones de respeto, solidaridad, generosidad y amor.

La calidad de tu vida dependerá de la calidad de tus relaciones. Este principio es válido para grupos familiares, empresas, comunidades locales e incluso todo el planeta.

La dinámica de las relaciones se basa en intercambios. Traemos lo mejor que tenemos. Aprendemos unos de otros. Aceptamos contribuciones ofrecidas por otros.

El sentido de la vida equilibra la simple alegría.

La alegría está más asociada con el momento presente, ya sea por placer o satisfacción en las actividades que llevamos a cabo. El significado tiene una mayor conexión con el pasado y el futuro.

Puedes tomar medidas para aumentar tu alegría en el momento presente, y también puedes planificar el futuro y celebrar eventos pasados para encontrar significado. Busca un equilibrio saludable entre la alegría del presente y el significado del pasado o el futuro.

Una vez más, el autoconocimiento te ayudará a saber qué hacer. Si eres una persona con tendencia a dedicarte a los demás, es posible que ya tengas suficiente sentido en tu vida. La forma de lograr el equilibrio también es saber cómo cuidarte a ti mismo, tu ocio y diversión, aumentando tu alegría. Por otro lado, si tienes un perfil con una mayor tendencia a disfrutar la vida con un alto nivel de alegría, puede ser una opción madura reflexionar sobre cómo encontrar más sentido en la vida.

Los logros refuerzan nuestro valor interno y la sensación de que nuestros esfuerzos valen la pena.

La felicidad auténtica también depende de nuestra capacidad para hacer que las cosas sucedan y mirar nuestros resultados con orgullo y sin falsa modestia.

La buena relación con tu visión del futuro te permite tener la audacia de soñar. Este es un excelente primer paso. Pero solamente soñar no es suficiente. Es necesario ejecutar. Y para eso, es necesario tener metas, prioridades y estrategias claras.

El logro es importante en dos formas principales. En primer lugar, el objetivo alcanzado tiene valor en sí mismo. Pero además, es importante saber que tenemos la capacidad de lograrlo. Esto aumenta nuestra confianza y bienestar.

Fíjate que el logro es de suma importancia. Por eso, debemos aclarar que no es necesario tener falsa modestia o incluso avergonzarte de sentirte bien debido a tus propios logros. Hay que aclarar algo. El orgullo es positivo cuando está relacionado con el sentimiento positivo que tienes sobre ti mismo y tu capacidad para hacer realidad tus sueños.

Por otro lado, hay un concepto diferente, que es la arrogancia, que significa sentirse superior a otras personas. Puedes y debes estar orgulloso de tus logros mientras te cuidas de no ser arrogante. Al contrario: desde un orgullo saludable por tus logros puedes tener la humildad de buscar mejorar todavía más. Puedes practicar la generosidad de compartir lo que has aprendido. Puedes fortalecer el compañerismo y las relaciones al inspirar a otros a buscar sus propios sueños también.

Puedes aumentar tus niveles de felicidad fortaleciendo tus habilidades, tu conciencia, encontrando un propósito y sumergiéndote en las actividades que realizas. Para esto, la psicología positiva ha realizado muchas investigaciones interesantes y con prácticas simples que se pueden implementar. Eso es lo que hacemos dentro del curso de Felicidad, que puedes encontrar en este link. 

En el curso de Felicidad te presentamos de manera práctica las conclusiones de la investigación de autores como Martin Seligman y muchos otros en un formato ágil y directo. Os invito a visitar el enlace ahora para acceder a la primera clase especial.