¡Hola! Seiiti Arata. Millones de personas luchan todos los días por conseguir sus objetivos, sean cuales sean. Esas personas dedican tiempo, energía y dinero para alcanzar una meta que han establecido para sí mismas.
Pero, a no ser que actúes de manera estratégica, esa lucha por alcanzar grandes objetivos vitales puede convertirse en una fuente de frustración. Puedes perder una gran parte de tu vida intentando alcanzar metas imposibles, y ese tiempo perdido nunca será recuperado.
¿Y si te dijese que existe una forma más fácil de alcanzar esas metas? ¿Y si te revelase una estrategia que usan las personas exitosas para cumplir un objetivo detrás de otro?
Esa estrategia existe y se llama Modelar Personas.
Modelar es deconstruir lo que una persona ha hecho para llegar al objetivo que quieres alcanzar. Siguiendo los mismos pasos que esa persona, puedes obtener los mismos resultados.
Todos los objetivos que tienes en la vida ya han sido alcanzados por alguien en algún lugar. Alguien ha perdido diez kilos, ha encontrado un nuevo trabajo, ha fundado una empresa. Alguien ha aprendido el idioma que quieres, ha escrito un libro, ha perdido el miedo a hablar en público.
Por eso, un camino muy práctico y seguro para alcanzar tus objetivos es modelar lo que han hecho esas personas para alcanzar esas metas. Cuando digo modelar, me refiero a que tienes que utilizar a la persona que ha alcanzado tu meta como modelo.
Por ejemplo, digamos que eres programador y quieres trabajar en Google. En vez de escribir tu currículum y pedir un puesto en la empresa, una estrategia más inteligente es buscar a personas que ya trabajan en Google para entender lo que han hecho para conseguir ese puesto. ¿Qué cursos han hecho? ¿Qué habilidades han demostrado? ¿Por qué etapas tuvieron que pasar en el proceso de selección?
Lo que tienes que hacer es una especie de proceso inverso. Ves lo que esa persona ha alcanzado y te preguntas: ¿Qué ha hecho para conseguirlo? ¿Qué pasos ha dado para salir del punto en el que estoy hoy y llegar al punto en el que está esa persona?
Tony Robbins dice que modelar a los mejores del mundo es la principal clave del éxito. Tienes que tener una mentalidad en la que pienses: “si ellos pueden, yo también”.
El éxito deja rastro. Aprovecha que a las personas les encanta hablar de sus logros para entender cómo han llegado hasta donde están.
Uno de los desafíos del arte de modelar a otros es entender cómo esas personas exitosas han conseguido lo que tú quieres alcanzar. ¿Cómo han conseguido estar en forma? ¿Cómo han conseguido tanto dinero? ¿Cómo han aprendido esa habilidad?
La buena noticia es que a las personas les encanta hablar de sus logros. Pasa por una librería y fíjate en la cantidad de libros que escriben personas que tienen éxito contando en detalle su historia.
Después echa un vistazo a las redes sociales y fíjate en cómo le gusta a la gente exhibir cuánto le costó alcanzar lo que tiene hoy.
Aunque tu caso sea muy específico y no encuentres publicado nada al respecto, puedes encontrar a una persona que ya haya alcanzado lo que tú quieres y simplemente pregúntale: “Admiro tu trayectoria y estoy luchando por conseguir algo parecido a lo que tú has alcanzado. ¿Podrías decirme qué has hecho para lograrlo?”
Hay grandes posibilidades de que esa persona se alegre de ser reconocida, de recibir un elogio, y se disponga a contar su historia. No va a actuar como un consultor y enseñarte paso a paso qué hacer en tu caso, pero va a contarte lo que ha hecho para alcanzar su objetivo. Tu trabajo va a consistir en adaptarlo a tu realidad.
El mayor error a la hora de modelar personas es simplemente copiar. Tienes que adaptar la estrategia a tu contexto.
Modelar a otros significa aprender a hacer algo repitiendo el comportamiento de alguien. Esa es la manera natural en la que los seres humanos lo aprendemos todo. Así es como aprendemos a hablar, a andar, a comer. Albert Bandura definió ese concepto ya en los años 60 y desde entonces ha sido utilizado para estudiar cómo se aprende a hacer cosas.
Pero en todo esto hay un problema. El problema de simplemente querer copiar todo lo que hizo la otra persona, sin adaptar la estrategia a tu contexto, a tus características personales.
Por ejemplo, digamos que uno de tus objetivos es abrir una empresa. Decides abrir un restaurante de comida rápida en tu barrio. Entonces aprendes sobre el arte de modelar historias de éxito y decides copiar la estrategia que Ray Kroc utilizó para transformar McDonald’s en la mayor red de restaurantes de comida rápida del mundo.
Pero, ¿funcionará? ¿Vas a poder aplicar a tu restaurante de hoy en día en el lugar en el que vives la misma estrategia que fue usada por Ray Kroc en Estados Unidos en la década de los 50?
Modelar no es simplemente copiar. Es entender lo que la persona hizo para llegar a su meta. Para ello, necesitas entender el porqué de cada paso. Tienes que pensar en cómo cada concepto fue aplicado en ese lugar, en esa época, con esas personas.
Si no adoptas esa estrategia, es muy probable que coseches solo frustración al estar intentando copiar lo imposible.
La manera correcta de modelar personas consta de tres pasos: elegir a la persona correcta, pedir ayuda y crear tu estrategia.
El arte de modelar a otros correctamente se basa en tres pilares. El primero es elegir la manera correcta de hacerlo. El segundo es pedir ayuda. Y el último es crear tu propia estrategia, adaptándolo todo a tu contexto vital.
Elegir a la persona correcta no es solo encontrar a alguien que haya alcanzado lo que quieres alcanzar. No intentes copiar a los mejores del mundo. Lo ideal es encontrar a una persona que haya alcanzado ese objetivo partiendo de condiciones más o menos parecidas a las tuyas.
Por ejemplo, si tu meta es ser un empresario de éxito, pero no vienes de una familia rica, lo ideal es encontrar a una persona que haya conseguido emprender en el área que te interesa y que venga de una situación parecida a la tuya.
Si eliges modelar a un empresario que viene de una familia rica y ha tenido todo el apoyo familiar, educativo y financiero para crear su empresa, la estrategia que él usó difícilmente va a aplicarse a tu caso. De la misma manera, una estrategia que fue usada en Europa tras la Segunda Guerra Mundial difícilmente va a aplicarse a la creación de una empresa en Estados Unidos en el siglo XXI.
Tampoco debes elegir a muchas personas a las que modelar. Si quieres perder diez kilos, no puedes tener como modelo a una persona que ha hecho una dieta paleolítica, a otra que lo ha hecho con una dieta vegana y a otra que se ha hecho una cirugía bariátrica. Las estrategias no pueden estar en conflicto. Lo ideal es tener uno o dos modelos para tu meta, y todos ellos con una estrategia parecida.
Pide ayuda para entender lo que ha hecho una persona para conseguir el objetivo que quieres. Después, adapta lo que has aprendido a tu realidad.
El segundo paso es pedir ayuda. Esto puede hacerse directamente, preguntando simplemente a la persona qué es lo que ha hecho para conseguir lo que ha alcanzado. O puede hacerse de manera indirecta, leyendo un libro que esa persona haya escrito, viendo lo que ha publicado en las redes sociales o buscando entrevistas que haya dado a la prensa, por ejemplo.
En algunos casos, este segundo paso puede implicar un contrato. Si la persona trabaja de profesora, consultora o mentora, puedes ver si puedes contratarla para que te enseñe lo que hizo para llegar adonde llegó.
El último paso es tomar esa estrategia y adaptarla a tu realidad. ¿Qué pasos ha dado tu persona modelo que tú puedes dar en tus condiciones actuales? ¿Qué pasos tienes que dar para llegar a las condiciones que esa persona tenía? ¿Qué funcionaba en su lugar y momento que tiene que ser adaptado a tu lugar y tiempo? ¿Qué características personales tiene esa persona que tú no tienes?
Modelar a una persona no es copiar ciegamente todo lo que hizo para alcanzar lo que alcanzó. No vas a ser elegido como el mejor jugador de fútbol del mundo solo copiando lo que hizo Lionel Messi, porque sus condiciones, su tiempo y sus habilidades personales son solo suyos. Pero puedes ser un mejor futbolista entendiendo cómo entrena, cómo juega y cómo piensa él. El objetivo no es convertirse en la otra persona, sino ser una mejor versión de uno mismo.
Una vez que tengas una estrategia adaptada a tu contexto personal, lo ideal es que escribas todos los pasos que vas a tener que dar en un plan de vida completo.
Ese plan de vida debe contener desde sus valores personales más altos hasta el próximo paso práctico que tienes que dar para alcanzar el objetivo que acabas de modelar.
Para empezar a poner en marcha ese plan ahora mismo, te invito a ver una clase especial del curso Planificando Tu Vida sobre valores personales.