¡Productividad Arata! Todo el mundo desea el éxito. Esta es la definición misma de éxito: es lograr lo que queremos. El fracaso, por otro lado, es por definición lo que no queremos. Desafortunadamente, muchas personas cometen cinco errores que retrasan o hacen imposible obtener lo que quieren. Se comportan de tal manera de ser un imán para el fracaso en lugar del éxito. Aquí está la lista de cinco cosas que necesitan cambiar:
1. Pensar pequeño
Los pequeños pensadores quieren ahorrar unos centavos a cambio de varias horas perdidas. Los grandes pensadores pasan sus horas haciendo grandes ahorros, o, mejor aún, haciendo ganancias mucho mayores.
Para ilustrar: En una tienda que no está vendiendo lo suficiente, los pequeños pensadores apagarán algunas de las luces para ahorrar electricidad. Pueden empezar a cobrar unos pocos centavos por las bolsas de regalo o envoltura de regalo. Pueden decir que, si el pago es por tarjeta de crédito, el cliente debe pagar la tarifa de procesamiento de la tarjeta.
Los que piensan grande pasarán el tiempo pensando en cómo atraer a más clientes en la tienda, cómo mejorar la selección de productos para ofrecer artículos más interesantes. Ellos entrenarán al equipo para un mejor servicio y negociarán con los proveedores para obtener precios más bajos.
2. No mirar hacia adelante
Los que tienen éxito en la vida no permanecen atados al pasado. Están mirando hacia el futuro, las mejoras que se pueden hacer. Están investigando nuevas ideas y cómo probar diferentes enfoques y ver qué podría tener los mejores resultados. Estas personas desarrollan la capacidad visionaria y las habilidades para tomar nuevas acciones hacia el progreso. Y al hacerlo, también se rodean de gente entusiasmada con la innovación. Obviamente, obtendrán los frutos de esa proactividad.
La persona que no tiene éxito es la persona que mira el pasado, anhelando los «viejos tiempos». Siguen murmurando acerca de cómo las cosas son cada vez peores. Anhelan lo imposible, que es restaurar el estado de las cosas como eran antes. Están muy unidos a valores que ya no existen, y son reacios a aceptar que el mundo cambia.
Es difícil para estas personas adaptarse, aprender, convertirse en una mejor versión de sí mismos todos los días. Se quedan atrás y necesitan buscar consuelo en compañía de otros quejumbrosos retrógrados que dicen que las cosas eran mejores en el pasado.
3. No distinguir entre gastos e inversiones
Las personas exitosas conocen las cosas que son importantes y que promueven la prosperidad.
Saben cómo adquirir recursos a buenos precios y en el momento adecuado. Saben invertir en nuevas tecnologías. Están constantemente tomando cursos y entrenamientos para mejorar. Participan en eventos importantes para conectarse con personas con las que pueden formar asociaciones estratégicas. Viajan para desarrollar nuevas ideas. Dedican tiempo para la lectura, para el estudio. Ellos dan el primer paso: son voluntarios, dan muestras gratis, saben cómo plantar primero para cosechar más tarde.
Los que sufren el fracaso confunden las cosas y gastan en tonterías que no traen un retorno. A medida que tratan de reducir los costos, limitan su inversión en lo que es importante.
Por ejemplo, despiden buenos empleados, diciendo que no pueden pagar sus salarios. Luego, su negocio sufre de una caída en la calidad del servicio y pierden clientes y reputación. Se niegan a tomar cursos porque son demasiado caros, y debido a esto, no aprenden lo que es importante para prosperar.
4. Demuestran falta de firmeza
Los que tienen éxito en la vida no tienen miedo del trabajo. Siempre están buscando más desafíos, para que se realizar más trabajo. Ellos disfrutan lo que hacen, se despiertan todos los días en un estado de ánimo para ofrecer el mejor trabajo posible para ayudar a los demás. Son profesionales que sienten un placer genuino en servir al cliente y entregar felicidad a las personas con las que trabajan.
No tengas miedo de la competencia: de hecho, si la competencia es grande, significa que el mercado es bueno y hay grandes avances por delante.
Los que sufren del fracaso siempre están buscando maneras de trabajar menos. Es como si fueran alérgicos al trabajo. Ellos quieren averiguar cómo pasar el día haciendo lo menos posible sin ser atrapados. No les gusta tener que lidiar con los clientes, que son en su opinión aburridos- y siempre están quejándose, pidiendo un descuento, pidiéndoles que fijen entregas retrasadas. Cada vez que suena el teléfono, se preguntan cuánto dolor de cabeza le costará la llamada. Están asustados por los competidores, a quienes culpan por su falta de resultados.
5. Hacen berrinches
Aquellos que triunfan en la vida pueden diferenciar lo que es importante de lo que es un mero detalle. Algunos errores son un estándar para el curso de aquellos que están logrando muchas cosas. Cuando algo no sucede como han planeado, saben ignorarlo y seguir adelante. Cuando identifican una habilidad que carecen, invierten en cursos para aprenderlo o contratar a los mejores profesionales para llenar sus deficiencias. No se equivocan personalmente; Ellos aprenden de ellos. No pierden tiempo con errores que son irrelevantes.
Aquellos que sufren el fracaso hacen berrinches cuando algo no funciona la primera vez como estaba planeado. Están atrapados en el drama, diciendo que estaban contando con otros, que fueron traicionados. Siempre tienen una triste historia que contar (¡en gran detalle!) Para justificar la falta de resultados.
Si ocurre un error, lloran y hacen un escándalo. Pueden ser abusivos e intolerantes por el error. Incluso si ellos mismos cometieron el error, o intentan pasar la culpa a otra persona, o se enojan consigo mismos y con sus problemas de autoestima. Siguen reflexionando sobre errores de hace mucho tiempo.
¿Qué podemos hacer entonces para cambiar nuestro comportamiento?
Hay técnicas que podemos aplicar para mejorar nuestros resultados en los aspectos profesionales, financieros, de relaciones, amor y salud de nuestras vidas.
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