El Hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl

¿A veces te quejas de que la vida es difícil y está llena de sufrimiento? ¿No sabes qué rumbo seguir, no sabes cuál es exactamente el sentido de la vida? ¿No conoces tu propósito? Entonces este es un material especial para ti, ya que la persona que sabe el PORQUÉ de vivir, consigue superar cualquier dificultad sobre CÓMO vivir.

Esta también es una conversación especial para los que ya hayáis conseguido mucho, que habéis conseguido grandes logros profesionales y financieros, pero os preguntáis, “¿y ahora?”. No estás solo. Incluso las personas que consiguen mucho poder, riqueza, confort, placer y admiración pueden sentir un gran vacío cuando desconocen el verdadero propósito de la vida.

La vida, por encima de todo, es una búsqueda de sentido. Por eso, lo más valioso que puedes hacer para ti mismo es encontrar cuál es el valor de tu vida.

¿Cuál es el significado de tu vida?

En este Resumen Arata Academy, vas a conocer una respuesta a esta profunda pregunta, desde la perspectiva de la obra de Viktor Frankl, El Hombre en Busca de Sentido.

Puedes encontrar significado en tu trabajo, en el amor o en el coraje.

La mayoría de la gente intenta encontrarle un significado a la vida buscando una vocación, un trabajo que no sólo te aporte dinero, sino que también le dé un sentido al día a día. Pero, más allá del significado a través del trabajo, también puedes encontrar significado amando de verdad, haciendo favores, contribuyendo al voluntariado por causas mayores y cultivando coraje en tiempos difíciles.

En el resumen de hoy, vamos a concentrarnos principalmente en el significado que puedes encontrar en la superación de problemas.

Es importante aclarar que no estamos diciendo que el sufrimiento sea un ingrediente necesario para encontrarle sentido a la vida. Sin embargo, es posible encontrar significado a pesar del sufrimiento.

En otras palabras, abandona la falsa idea de que tienes que martirizarte. No es necesario que sufras dificultades para encontrar el sentido de la vida. El sufrimiento por sí sólo no tiene significado. Lo que tiene significado es la forma en la que respondemos al sufrimiento. Por lo tanto, un concepto muy importante es lo que queremos decir con responder al sufrimiento.

No podemos controlar los eventos que ocurren a nuestro alrededor, pero podemos controlar la forma en la que respondemos a los eventos.

La vida es imprevisible. Cosas que no queremos que pasen… pasan. Cosas que queremos que pasen… no pasan. La realidad está hecha de acontecimientos, personas y hechos que pueden tener un mayor poder que nuestra capacidad de control y transformación.

Por ejemplo, puedo ser cuidadoso al conducir, pero eso no impide que pueda tener un accidente si lo inicia otra persona. Puedo cuidar de mi salud haciendo ejercicio y comiendo bien, pero esto no me hace inmune a una epidemia altamente contagiosa. Puedo ahorrar dinero, pero puede que me roben. 

¿Lo ves? Por una parte existe lo incontrolable y, por otra parte, existe lo que está bajo nuestro control.

No por el hecho de que algunas situaciones de la vida sean incontrolables lo voy a utilizar como una excusa para ser irresponsable. Si has hecho alguna formación con Arata Academy, ya has entrenado tu proactividad, asumiendo la responsabilidad por tus decisiones y acciones.

Necesitamos proactividad para asumir la responsabilidad de nuestras decisiones. Necesitamos sabiduría para reconocer que algunos eventos están fuera de nuestro control.

La proactividad es una habilidad esencial para optimizar nuestro comportamiento y nuestras decisiones. Esta proactividad nos aporta grandes ventajas en situaciones en las que no tenemos posibilidad de controlar parte de nuestra vida.

Y, al mismo tiempo, también debemos reconocer que existen factores externos que pueden ser más poderosos que nuestra posibilidad de actuar.

Cuando nos enfrentamos a fuerzas que están más allá de nuestro control, nos pueden quitar todo, excepto una única cosa: nuestra capacidad de escoger cómo RESPONDER a lo que ocurre en nuestra vida.

En el caso específico de Viktor Frankl, fue prisionero en un campo de concentración. Consiguió sobrevivir a diferentes tipos de abuso. Por esta experiencia, él nos cuenta lo que podemos aprender sobre nuestra capacidad de responder a los desafíos de la vida.

Cuánto más significativo sea tu deseo por un futuro mejor, mayor será tu capacidad de superar dificultades.

Durante momentos difíciles, la vida se centra en la supervivencia. Cuando no están presentes las condiciones mínimas de calidad de vida, todo tu enfoque debe ser usado para encontrar estrategias para garantizar lo mínimo necesario para vivir.

Pero para esto es necesario que existan las ganas de vivir. Parece un poco obvio decir que es necesario tener ganas de vivir. Cuando esta parte del libro de Viktor Frankl se malinterpreta, llega incluso a ser ofensiva ante las injusticias y abuso que ocurrieron en los campos de concentración.

Vamos a leer algunos fragmentos seleccionados de la obra original para entenderlo mejor:

“El prisionero que perdía la fe en el futuro —en su futuro— estaba condenado. Con la pérdida de la fe en el futuro perdía, asimismo, su sostén espiritual; se abandonaba y decaía y se convertía en el sujeto del aniquilamiento físico y mental.

(…) cualquier intento de restablecer la fortaleza interna del recluso bajo las condiciones de un campo de concentración pasa antes que nada por el acierto en mostrarle una meta futura. 

Las palabras de Nietzsche: «Quien tiene algo por qué vivir, es capaz de soportar cualquier cómo» pudieran ser la motivación que guía todas las acciones psicoterapéuticas y psicohigiénicas con respecto a los prisioneros. 

Siempre que se presentaba la oportunidad, era preciso inculcarles un porque —una meta— de su vivir, a fin de endurecerles para soportar el terrible como de su existencia. 

Desgraciado de aquel que no viera ningún sentido en su vida, ninguna meta, ninguna intencionalidad y, por tanto, ninguna finalidad en vivirla, ése estaba perdido. 

La respuesta típica que solía dar este hombre a cualquier razonamiento que tratara de animarle, era: «Ya no espero nada de la vida.» ¿Qué respuesta podemos dar a estas palabras?

Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical en nuestra actitud hacia la vida. 

Tenemos que aprender por nosotros mismos y después, enseñar a los desesperados que en realidad no importa que no esperemos nada de la vida, sino si la vida espera algo de nosotros. ”

Así, sobre la necesidad de que existan las ganas de vivir, este es el contexto del mensaje original de Viktor Frankl para todos los lectores de su libro El Hombre en Busca de Sentido.

El error que cometen algunos coaches y presentadores motivacionales es decir que los prisioneros sencillamente se entregaban.

Lo que el libro nos enseña es que hay situaciones tristes en las que cualquier ser humano puede ser oprimido hasta el punto de sólo desear que todo acabe. Esta es la pérdida de las ganas de vivir, la pérdida de la creencia en el futuro.

Viktor Frankl cuenta que, dependiendo de los trabajos realizados, los prisioneros recibían cupones que podrían ser intercambiados por cigarros. Y esos cigarros eran valiosos ya que, si los guardabas, podrían intercambiarse por un plato de sopa que podía ser decisivo para no morir de hambre.

Así, el enfoque debería estar en ahorrar los cigarros para esos momentos cruciales. Sin embargo, cuando un prisionero perdía las ganas de vivir, dejaba de ahorrar cigarros. En vez de usarlos como moneda de cambio, empezaba a fumarse sus propios cigarros. Este es un acto identificado como el momento en el que ese individuo ha llegado al límite, que se escribe así en el libro:

“(…)aquellos que habían perdido la voluntad de vivir y querían «disfrutar» de sus últimos días. De modo que cuando veíamos a un camarada fumar sus propios cigarrillos en vez de cambiarlos por alimentos, ya sabíamos que había renunciado a confiar en su fuerza para seguir adelante y que, una vez perdida la voluntad de vivir, rara vez se recobraba.

Y, ¿qué significa para nosotros?

Significa que hay una conexión entre nuestra capacidad de hacer pequeños sacrificios hoy, con la esperanza de un futuro mejor. Cuanto mayor sea la creencia de que puedes tener un futuro prometedor, mayor será tu capacidad de resistirte a los deseos de gratificación instantánea.

Por lo tanto, si vives procrastinando o te distraes con facilidad, piensa en esta metáfora del prisionero que no quiere ahorrar más cigarros para un momento decisivo en el futuro.

Cuando el prisionero empieza a fumarse sus propios cigarros, Viktor Frankl sabía que su compañero había perdido la fuerza para seguir, perdiendo el deseo de su propio futuro.

En nuestra vida cotidiana, abandonamos nuestros planes para el futuro cuando nos gastamos los ahorros que no deberíamos gastarnos, cuando somos sedentarios viendo la tele, en lugar de hacer ejercicio, cuando comemos mal, cuando no estudiamos, cuando sólo queremos salir de fiesta y no planeamos nuestro propio futuro.

Cuanto más significativo sea tu deseo por un futuro mejor, mayor será tu capacidad de superación. Por lo tanto, visualizar un futuro deseable ayuda a desarrollar resistencia y ganas de vivir. Al mismo tiempo, es en el momento presente cuando tomamos nuestras decisiones.

Necesitamos ambiciones. Es importante visualizar un futuro mejor.

Es un error mirar a una persona en su condición actual y creer que es infeliz sólo por el hecho de estar lejos de sus sueños.

Por ejemplo, el recién formado que tiene la ambición de llegar a un cargo dirección no es necesariamente infeliz. Sencillamente hay una carrera que todavía tiene que seguir. La felicidad puede venir sólo por el hecho de estar en camino, disfrutando el viaje. Otro ejemplo parecido es el caso de una persona obesa que tiene el deseo de ponerse en forma. O una persona endeudada a la que le gustaría tener prosperidad financiera.

Estas personas no tienen que esperar hasta estar delgadas o sin deudas para permitirse ser felices, pueden sencillamente sentirse felices por estar haciendo lo que tienen que hacer, disfrutando el camino.

Siempre tendremos una distancia entre nuestras aspiraciones y nuestros logros. La distancia entre lo que la persona tiene hoy y lo que le gustaría tener en el futuro no es, en sí, un motivo de infelicidad. Es posible usar la disciplina para buscar lo que deseamos, y éste puede ser un camino feliz.

Esto es lo que llamamos tensión entre lo que ya has conseguido y lo que todavía puede conseguirse en el futuro. Es la distancia entre lo que una persona es hoy, y en lo que puede convertirse mañana. Esta tensión forma parte de la vida de todos los seres humanos.

Esta tensión se llama noodinámica, que se representa por una parte con un significado a cumplir y, por otra parte, la persona que debe cumplir ese significado. En otras palabras, sólo tú vas a poder decir cuál es el significado de tu vida. Eres tú quien le da el significado. Es positivo y saludable visualizar un potencial para cumplirlo en el futuro.

Lo que queremos evitar es el estado de estancamiento en el que no existen las ganas de mejorar.

El estancamiento es un estado en el que la persona no tiene ganas de mejorar en nada, en el que no es capaz de ver el futuro, en el que no se está esforzando para buscar algo que haya escogido libremente. Este es un estado de desánimo, aburrimiento o apatía, que perjudica la felicidad de mucha gente hoy en día.

Algunas personas cree que esta es la buena vida, la vida dócil, en la que por fin descansamos. Sin embargo, este camino representa la falta de propósito.

Ten cuidado con la sensación del vacío existencial. La falta de sentido en la vida. La falta de una razón para seguir viviendo. Esto puede llevarte a un vacío interno, una situación angustiante de vacío existencial.

Algunas personas no se toman en serio sus propios sueños por miedo al fracaso. No tengas miedo de fracasar, ya que existe un sentimiento mucho peor: el arrepentimiento de nunca haberlo intentado.

Planificando Tu Vida- Seiiti Arata, Arata Academy

Ante un evento indeseado repentino, primero sufrimos un shock y dificultad de aceptar lo que está ocurriendo.

El síntoma que caracteriza la primera fase de una situación no deseada es el shock. Cuando ocurre algún hecho indeseado, el primer sentimiento es la incredulidad. No creemos que esa situación nos pueda estar pasando.

En psiquiatría existe una condición llamada “ilusión del indulto”, que ocurre cuando la persona condenada, inmediatamente antes de la ejecución, pasa por la ilusión de que puede salvarse y recibir el perdón.

Piensa en algún abuso que hayas sufrido, y recordarás de este primer instante de shock, pensando que es absurdo y que no podía estar pasando. Una variación de este estado de shock es tener la esperanza ilusoria de que la cosas no serán tan malas. Vemos una realidad distorsionada por este fuerte deseo de reducir la intensidad del dolor. A veces, creamos fantasías e historias en las que nos imaginamos un resultado positivo, ignorando todas las evidencias de lo contrario.

Por eso muchas prácticas meditativas y de atención plena le dan importancia a nuestra capacidad de estar en el momento presente y observar la realidad tal y como es. Ante cada momento de insatisfacción con la vida, podemos tener diferentes grados de estado de shock y negación a aceptar la realidad. Esto lleva a una falsa percepción de la realidad que, a su vez, dificulta nuestra buena toma de decisiones.

El sufrimiento ocurre cuando oponemos resistencia a aceptar la realidad. Esto nos provoca agonía, ya que una de las cosas que define a la humanidad es la capacidad de adaptarse a cualquier cosa.

Cuando continúa el sufrimiento, usamos la apatía como mecanismo de defensa. 

Al principio, cuando estamos expuestos a lo desagradable, a lo indeseado, tenemos la tendencia de aversión, de cerrar los ojos, de buscar un distanciamiento. Además de intentar huir de la incomodidad, también intentamos hacer todo lo que esté a nuestro alcance para cambiar la situación.

Sin embargo, cuando no es posible huir de la exposición al dolor, necesitamos algún mecanismo de defensa, algún mecanismo de enfrentamiento psicológico. Este es un esfuerzo que hacemos para cambiar la forma de pensar y actuar para poder lidiar con situaciones desagradables. Y uno de los mecanismos de enfrentamiento cuando no podemos escapar del dolor es la apatía.

La apatía es como una muerte emocional, una anestesia emocional. Dejamos de mostrar emoción, incluso dejamos de sentir emociones, nos volvemos indiferentes. Esta anestesia nos ayuda a lidiar con el dolor, co la frustración, con el abuso, con lo indeseado. Pero tiene muchos efectos colaterales que no queremos.

La apatía es un tipo de protección que disminuye nuestra sensibilidad ante la vida. La rabia, el asco, pena o repulsión son sentimientos que empiezan a disminuir según dejamos de preocuparnos.

La apatía existe en todas partes. Hay apatía en el votante que ya ha perdido la esperanza en todos los partidos políticos y ya no se preocupa más. Hay apatía en el joven que ha intentado varias formas de conseguir un trabajo honesto y nunca encontró una oportunidad. Existe apatía en el funcionario que ve que la empresa en la que trabaja está llena de estafas y baja calidad de servicios, y deja de preocuparse, haciendo sólo lo mínimo necesario para no ser despedido. Esa es la apatía.

La nostalgia puede ser un mecanismo de defensa útil, siempre que se use con moderación.

Otra forma de escapar de la realidad llena de sufrimiento es retirarse en la memoria, recordando momentos preciosos de alegría antes de la difícil realidad a la que nos enfrentamos ahora. En este caso, la nostalgia y la fuga al pasado parece tener un efecto positivo en la resistencia mental.

Pero existen algunos límites en esta estrategia. Quien mira demasiado al pasado siente dificultad a la hora de visualizar el futuro o vivir el momento presente. De esta forma, acabamos dejando de ver las oportunidades de encontrar felicidad en el momento del ahora, y nos aferramos a un pasado que ya no existe.

En las situaciones difíciles, tenemos la oportunidad de crecer. Podemos ver las dificultades como un test de nuestra fuerza interna. Si lo ignoramos, podemos cerrar los ojos y tan solo vivir en el pasado. De esta forma, la vida se queda sin sentido. En vez de eso, podemos afrontar una situación difícil como una oportunidad de cerrar un ciclo e iniciar uno nuevo, con un significado diferente.

Observa tus propios pensamientos como un mecanismo de defensa.

Aumenta tu grado de consciencia para poder observar tus propios pensamientos. Esto te ayudará a entender la trivialidad de nuestras preocupaciones generales. Con esta consciencia, podemos pensar en cosas de mayor valor.

Cuando estás pasando por momentos difíciles, obsérvate a ti mismo como si fueses otra persona. Imagina que eres un personaje de una película, y que hay cámaras grabando lo que pasa en tu vida.

Esta perspectiva de director de cine te ayuda a ganar un distanciamiento de tu propio sufrimiento. Puedes visualizar un contexto mayor de lo que está ocurriendo, entendiendo otras perspectivas más allá de tu punto de vista individual. Esta técnica puede ayudarte a lidiar mejor con las voces de comentarios de sufrimiento que están en tu monólogo interno.

El cerebro humano cuenta con la adaptación hedónica, una poderosa capacidad de acostumbrarse a las condiciones más variadas.

La adaptación hedónica es la tendencia a acostumbrarnos. Rápidamente volvemos a un nivel relativamente estable de felicidad, a pesar de que ocurran importantes acontecimientos positivos o negativos.

Por ejemplo, un tiempo después de ganar la lotería o perder a un ser querido,la tendencia es que vuelvas a tener un nivel de felicidad parecido al que tenías antes de esos acontecimientos.

Por más que hayas pasado por momentos difíciles, el fin de ese episodio traumático no significa que todo en tu vida futura será pura felicidad. La vida siempre va a ponernos en situaciones no deseadas, en diferentes grados. Desde pequeñas decepciones a grandes eventos devastadores. Por eso, debemos estar preparados para lidiar con la realidad tal y como es. 

Al final de una larga fase de apatía, existe el riesgo de que pierdas la habilidad de sentir alegría y necesitas volver a aprenderla poco a poco. Psicológicamente, este es el proceso llamado despersonalización. Todo parece irreal, improbable, como si fuese un sueño.

Al final de un largo período de sufrimiento, debemos tener cuidado con las dificultades de reajuste y adaptación.

Cuando consigues superar una gran dificultad, es necesario tener cuidado con un posible sentimiento de amargura. Es común que el oprimido quiera convertirse en opresor. Esto puede dar origen a un comportamiento violento, dificultad de relaciones y dificultad por no saber utilizar la propia libertad. El hecho de que hayas pasado por abusos no significa que ahora tengas autorización para abusar a otras personas.

Un resentimiento intento puede ocurrir ante la falta de empatía o pena por los que parecen no conocer nuestro pasado y las dificultades por las que pasamos. 

Todo esto puede causar una desilusión si tenemos la esperanza de que, al final de la fase difícil, todo sería diferente, que seríamos felices para siempre. Pero la vida no es así. La naturaleza de nuestras decepciones cambia, pero los eventos no deseados y el dolor forman parte de la vida. Imagínate a un hombre que era pobre y, en unos años, se ha hecho millonario. En la fase de pobreza, quizá sufriera con el miedo de no poder pagar la factura de luz y agua. En la fase de riqueza, quizá sufra con el miedo a que sus inversiones no tengan la rentabilidad esperada.

Si no sabemos lidiar con la realidad,el sufrimiento no tiene límites. En una vida cómoda, podemos sufrir aún más, de forma más intensa. Por eso, además de mejorar nuestras condiciones objetivas de vida, también necesitamos desarrollo personal. Necesitamos mejorar nuestra preparación interna para lidiar con las frustraciones y tristezas de la vida cotidiana. Todo el mundo tiene problemas. No todas las personas saben lidiar con los problemas.

La alegría y la tristeza son relativos porque el cerebro de adapta y se acostumbra a diferentes situaciones.

Cuando estás en una situación miserable, una noticia ligeramente mala puede ser recibida como una alegría.

Imagina, por ejemplo, que un ladrón te asalta y te pide la cartera. Tú le suplicas que, por lo menos, te deje quedarte con tus documentos. Si está de acuerdo, puedes sentir alivio e incluso alegría.

Por otro lado, cuando estás viviendo una vida en el más alto nivel de éxtasis, una noticia ligeramente buena puede ser una decepción y una tristeza. Imagina, por ejemplo, un famoso que se enfada porque el champán que están ofreciendo como cortesía en el hotel no es de su marca favorita.

Esto ocurre porque la forma en la que trabaja el cerebro es a partir de comparaciones. Nos creamos ciertas expectativas en la cabeza y las comparamos con la realidad para evaluar si lo que tenemos es bueno o malo.

También tendemos a compararnos principalmente con personas cercanas a nosotros, en nuestros círculos sociales. Si alguna persona en otro país tiene mucho éxito, quizá no nos provoque muchas emociones. Sin embargo, cuando la persona con un éxito mucho mayor vive en nuestra misma ciudad, tendemos más a sentir envidia por las comparaciones que hacemos.

La comparación con los demás tiene varias implicaciones, perjudicando nuestros niveles de felicidad. Además, si me comparo con los demás, me limita. En vez de buscar el estado de flujo y ser feliz haciendo lo que realmente quiero, tendemos a centrarnos solo en la otra persona, e intentamos ser mejores que las personas de nuestro círculo social, y ésta es una forma muy limitada de vivir.

¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Es sencillamente intentar sobrevivir?

Viktor Frankl nos responde contándonos la historia de que era necesario tener a médicos voluntarios en otro campo de concentración para tratar a pacientes con una dolencia contagiosa grave.

Como él era médico, pensó en hacer esta buena acción como voluntario. Mientras, sus amigos le dijeron que sería una malísima idea porque probablemente él también enfermaría y moriría rápidamente. En este momento, evaluó las opciones.

¿Valía la pena seguir hasta el fin huyendo de situaciones arriesgadas para vivir una vida sin sentido? ¿O valdría más la pena arriesgarse y ayudar a sus compañeros usando sus conocimientos médicos de forma productiva?

Cuando haces lo que crees que tienes que hacer, incluso sabiendo que podría tener riesgos, malestar y un precio a pagar, la mente alcanza la tranquilidad y felicidad de saber que has tomado una buena decisión. Así es como alcanzamos la paz interior.

Planificando Tu Vida- Seiiti Arata, Arata Academy

Nunca podrán quitarte tu libertad mental.

Nuestro ambiente y nuestras condiciones representan una pequeña parte de quienes somos. Existe algo mucho mayor y más poderoso, que es la libertad que tenemos cada uno de nosotros y que no nos puede quitar nadie. Tenemos la libertad espiritual para escoger cómo reaccionar ante cualquier tipo de situación.

Sea cual sea tu condición y los desafíos de vida a los que te enfrentes hoy, siempre tienes la posibilidad de escoger tus acciones. Siempre tienes la posibilidad de mantener tu libertad espiritual y tu independencia mental.

El dolor es una parte inevitable de la vida, igual que la muerte. La forma en la que aceptas tu destino y el dolor que forma parte del camino es una oportunidad para añadirle un significado más profundo a la vida.

Podemos actuar con coraje, dignidad y generosidad. O podemos entrar en el modo resentido luchar por nuestra propia preservación por encima de cualquier cosa, olvidando nuestra dignidad humana y convirtiéndonos nada más que un mero animal que sólo reacciona a los acontecimientos para sobrevivir.

Desarrollar el arte de la supervivencia encontrando significado incluso en condiciones difíciles es dominar el arte de vivir. Es posible practicar el arte de vivir en cualquier circunstancia, incluso en las más opresoras. Tenemos la capacidad de controlar nuestra mente para superar el sufrimiento.

Puedes encontrar significado usando la logoterapia, fortaleciendo tu habilidad de superar dificultades. 

Basado en las experiencias que tuvo, Viktor Frankl fundó una perspectiva psicoterapéutica llamada Logoterapia. La logoterapia se centra en los significados que puede alcanzar y conseguir el paciente en el futuro. También busca acabar con la formación de ciclos viciosos de pensamiento que pueden llevar al desarrollo de neurosis.

El paciente se enfrenta a decisiones que guían el significado de su vida. Al ser consciente de este significado, aumenta su habilidad de superar dificultades.

El significado es único, específico, y sólo puede cumplirlo el propio individuo. Así es como va a obtener el significado de su existencia.

La logoterapia también aborda frustraciones existenciales, en las que el paciente no es capaz de encontrar el significado de existir. La frustración existencial puede resultar en neurosis noógenas, “noógena” porque las genera la mente. Son diferentes de las neurosis que surgen de conflictos entre deseos e instintos, ya que surgen de los problemas existenciales.

De esta forma, la logoterapia ve al paciente como una persona que tiene como principal preocupación cumplir un significado.

La persona que sabe PORQUÉ vivir va a conseguir superar los desafíos de CÓMO vivir.

Necesitas desarrollar tu capacidad de tomar decisiones.

Cada persona es diferente, y tienen diferentes sueños, aspiraciones, dificultades, diferentes momentos de vida.

Por eso no existe una fórmula del éxito: tú, y sólo tú eres quien tiene la capacidad de tomar tus decisiones de forma consciente. Y responsabilizarte por las consecuencias de tus actos.

Cuando copias lo que todos los demás están haciendo, eres víctima del conformismo. Cuando obedeces porque los demás te están mandando, eres víctima del totalitarismo. Para liberarte, haz lo que tenga sentido para ti.

Cada situación de la vida va a representar un desafío para nosotros, un problema a resolver. Estos son momentos valiosos para encontrar cuál es el significado de la vida.

En vez de preguntar qué podemos esperar de la vida, tenemos que preguntar qué espera la vida de nosotros. Cada uno de nosotros, que está siendo constantemente cuestionado por la vida y sólo nosotros podemos responder. Y vamos a responder siendo responsables por nuestras decisiones. Así, la responsabilidad es la esencia de nuestra existencia humana.

La logoterapia hace que el paciente se vuelva plenamente consciente de su responsabilidad.

Tenemos que entender sobre qué somos responsables, para quién somos responsables nunca vamos a dejar nuestra responsabilidad en manos de otra persona. La vida es lo que es. Depende de cada uno de nosotros hacer lo que podamos hacer.

Entiende el significado y el propósito del dolor.

La vida nos brinda las situaciones más variadas. Y muchas de esas situaciones serán dolorosas, incómodas y no deseadas.

La forma de superar estas situaciones dolorosas es encontrar el significado y el propósito, reinterpretando la situación de forma que tengamos un mecanismo de enfrentamiento.

En primer lugar, debemos hacer lo posible para invertir o controlar la situación. Y cuando lo que podemos hacer ya esté hecho, sólo nos queda aceptar el dolor. La resistencia al dolor puede ampliar aún más nuestro sufrimiento. Sin aceptarlo, sentiré dolor por el hecho de estar sintiendo dolor. Seré infeliz por mi infelicidad. Esto da origen a la agonía, a la ansiedad, a la desesperación y al sufrimiento. Sentimos que podríamos evitarlo.

Cuando el dolor es inevitable, lo mejor para tu paz mental es aceptar ese dolor y buscar cuál es el sentido que añade el dolor a tu vida. Podemos encontrar el sentido de la vida a través de la actitud que tenemos antes un dolor inevitable.

Usa tu creatividad para hacer cuestiones útiles para encontrar un propósito en tu vida.

El libro cuenta que, una vez, un médico anciano con una gran depresión se abrió y contó que no era capaz de superar el luto. Sufría constantemente la pérdida de su esposa querida que había fallecido hacía dos años.

Te cuento este caso porque es un ejemplo en el que la ausencia de sentido en la vida provoca sufrimiento por el enorme vacío que nos acoge.

Para ayudarle a encontrar el propósito, bastó una simple pregunta: “¿Qué pasaría si te hubieses muerto tú primero, y tu esposa tuviese que sobrevivir sin ti?”

Ante esta pregunta, el anciano respondió que sería terrible si él hubiese fallecido primero, porque sería su esposa la que estaría sufriendo.

Así, ante el dolor del luto, consiguió encontrar significado. El sufrimiento de la mujer amada fue salvado. Y él, que sigue vivo, es quien va a lidiar con el dolor del luto. Este sufrimiento es el precio que él paga al sobrevivir y al ahorrarle a su esposa ser la viuda solitaria.

En este ejemplo, esta percepción es el momento en el que el dolor consigue significado. Con significado, el dolor no se transforma en sufrimiento.

El Hombre en Busca del Sentido es un libro actual porque hoy en día la gente está ocupada con tareas sin propósito.

En la introducción del libro El Hombre en Busca del Sentido, Viktor Frankl hace la aclaración de que la obra no tiene la intención de ser un libro más con descripciones factuales del holocausto o de los campos de concentración. Cuando se narran los hechos, existe una intención de usar esos hechos para ilustrar la dimensión humana y psicológica.

El propio autor Viktor Frankl reconoció que la experiencia en primera persona hace que sea difícil hacer una presentación metódica y admite que el libro es íntimo y subjetivo. Por eso hace una invitación diciendo “Dejaré a otros la tarea de decantar hasta la impersonalidad los contenidos de este libro al objeto de obtener teorías objetivas a partir de experiencias subjetivas”.

En este resumen que acabamos de hacer, he aceptado la invitación. No tenía la intención o deseo de decantar una teoría objetiva. Sólo tenía el entusiasmo, gratitud y honra de compartir contigo mi interpretación de las lecciones prácticas que pueden ser usadas ahora para que tengas una vida mejor. Espero que lo disfrutes.

Cuando conoces tu propósito, eres capaz de enfrentarte a cualquier dificultad.


Tu propósito se descubre a partir del conocimiento de tus valores personales. El problema es que muchas personas también desconocen cuáles son los valores personales y así, sienten una dificultad natural de encontrar el propósito. Para ayudarte, tengo una sorpresa especial, es una clase especial para que entiendas tus valores personales. Puedes visitar este link, que es una cortesía del curso Planificando Tu Vida.