¡Hola! Seiiti Arata. ¿Cómo puedes construir tu vida ideal de manera INEVITABLE? Con una rutina diaria perfecta. ¿Pero qué es una vida ideal? Depende de lo que quieras para ti mismo. Comparte con nosotros abajo en los comentarios qué es una vida perfecta para ti… y verás que cada persona tiene sueños completamente diferentes. Algunas personas quieren vivir una vida tranquila en el campo y tener su propio huerto. Otras quieren vivir de lujo en una casa grande y cómoda. Hay otras personas que prefieren llevar una vida minimalista en un piso pequeño y fácil de limpiar.
Así que no hay una vida perfecta para todos. Lo que existe es la vida perfecta para ti. Y para conseguirla, tienes que seguir una rutina diaria que esté alineada con ese sueño. Y solo podrás llevar a cabo esa rutina diaria si tienes claro lo que quieres para tu futuro.
Para ello, hoy te traigo un ejercicio que se llama el Día Promedio Perfecto (Average Perfect Day), que fue creado por Arina Nikitina. Este ejercicio puede ser un punto de inflexión en tu vida haciendo que pases a la acción hoy mismo para alcanzar tus mayores objetivos a la vez que aprovechas la vida.
Tu vida ideal se compone de una serie de días ideales. Cambiando tus días, cambias tu vida.
Échale un vistazo al episodio 139 de la serie ¡Hola! Seiiti Arata, en el que empezamos a desarrollar la idea de que una buena vida está hecha de días buenos. Y aquí es donde entra el ejercicio del Día Promedio Perfecto. Tienes que entender que una vida mejor no es más que una secuencia de días mejores. Cuanto mayor sea tu calidad de vida en los días comunes, mayor será tu satisfacción respecto a tu vida como un todo.
Supongo que ya habrás oído la recomendación de que debes definir metas SMART. En el curso Planificando Tu Vida, enseñamos cómo puedes usar metas SMART para definir objetivos grandiosos en diferentes áreas de la vida como la salud, las finanzas y las relaciones.
Pero incluso antes de definir esas metas de vida, deberías pensar en cómo te gustaría que fueran tus días.
Importante: no debes centrarte en imaginar un día especial en el que alcanzas una meta grandiosa. En vez de eso, imagina cómo sería tu día promedio, un día común, tu rutina. El objetivo es hacer que tu rutina vaya acorde con tu vida ideal.
La manera en la que vives tus días es la forma en la que vives tu vida.
Tu vida difícilmente va a cambiar de la noche a la mañana. En la mayor parte de nuestros objetivos, los cambios solo vienen con una serie de pequeñas acciones realizadas a lo largo del tiempo. Así es como aprendes cosas nuevas, como cambias tu imagen, como ahorras dinero… Pequeños cambios a lo largo de muchos días normalmente producen resultados más consistentes que intentar hacer grandes cambios de manera intensa.
Por eso el ejercicio del Día Promedio Perfecto es tan eficaz.
El secreto para crear tu rutina diaria perfecta es usar tu imaginación junto con alguna herramienta para escribir cuáles son los elementos que componen una vida ideal para ti.
Para responder, piensa en un día promedio, un día cualquiera, algo que puedas imaginar que forme parte de un hábito, de una rutina diaria. No es el día de tu boda, no es el día en el que ganas la lotería ni el día en el que haces el viaje de tus sueños.
¿Cómo sería ese Día Promedio Perfecto? Deja fluir tu creatividad y olvídate por un momento de las limitaciones económicas, de tus obligaciones y de tu falta de tiempo.
¿A qué hora te levantarías? ¿Qué harías después de levantarte? ¿Harías ayuno y meditación en una casa simple y minimalista? ¿O te servirían un buen desayuno al borde de la piscina de una villa?
¿Y después? ¿Cómo es tu rutina de trabajo? ¿Vas a tu propia empresa, a dirigir un gran equipo? ¿Te quedas en un taller particular para hacer arte? ¿O trabajas en casa atendiendo a tus superiores o clientes?
A mediodía, ¿dónde y con quién comes? ¿Qué te gustaría comer todos los días? ¿Cómo descansarías después de almorzar?
¿Cómo serían tus tardes? ¿Más trabajo? ¿Ejercicio físico? ¿Ir a recoger a tus hijos al colegio?
¿Y por la noche? ¿Dónde y con quién te gustaría cenar regularmente? ¿Qué harías después para relajarte?
Estoy dándote diferentes ejemplos solo para que sueltes tu imaginación. Cada uno tiene una rutina diferente, distintas obligaciones y diferentes deseos. El ejercicio trata exactamente de eso. De definir cómo sería TU Día Promedio Perfecto, de manera detallada, paso a paso.
Acerca tu día ideal a tu día real. Trabajando con lo que tienes hoy, puedes construir un presente mejor.
Tu Día Promedio Perfecto vive en el mundo de las ideas. Ese día perfecto es un ideal, una rutina que podrías vivir y revivir cientos de veces sin cansarte, sin aburrirte ni sobrecargarte. Tu deber es sacar ese día perfecto del mundo de las ideas y llevarlo a tu mundo real.
Algunas de las acciones de tu Día Promedio Perfecto van a estar muy alejadas de tu realidad actual. Otras estarán más cerca. Lo importante es que ahora tienes una visión muy clara de cómo te gustaría que fuesen tus días. Y puedes empezar a trabajar para acercarte a esa meta, aunque sea pasito a pasito.
Por ejemplo, vamos a imaginar que dedicas tu Día Promedio Perfecto a la lectura de un buen libro. En ese caso, lo ideal sería que la lectura formase parte de tu rutina diaria.
Una vez que has usado tu creatividad para imaginar este componente de tu día perfecto, pregúntate cuál es la hora ideal a la que realizas esta actividad. Por ejemplo, en el día perfecto, lees algunas páginas todos los días antes de irte a dormir. Es hora de que seamos más prácticos e identifiquemos qué tienes que llevar a cabo en tu vida real para hacer posible esta práctica.
Puedes revisar cada elemento que has anotado en tu Día Promedio Perfecto para ver cómo puedes acercarte un poco a tu día ideal hoy mismo, de forma práctica, partiendo de lo que tienes en este momento.
Diluye tus grandes metas en tu Día Promedio Perfecto. Los grandes cambios se consiguen con pequeñas actitudes diarias.
Tu Día Promedio Perfecto tiene que estar en línea con las grandes metas de tu vida. Por ejemplo, digamos que en tu plan de vida hay metas como hablar un segundo idioma con fluidez, adelgazar diez kilos y reducir el uso de las redes sociales.
En este ejemplo, tienes que asegurarte de que en tu Día Promedio Perfecto te quede tiempo para estudiar el idioma que quieres hablar. Para adelgazar, tu estilo de vida y tu alimentación deben ser coherentes con este objetivo. Para reducir el uso de las redes sociales, tienes que medir en cuánto tiempo lo estás reduciendo. Toda esta información te acerca a la verdad. Y si la verdad te muestra que tu deseo no es coherente con la realidad, tendrás una valiosa información que te ayudará a tomar mejores decisiones.
Una gran parte de las metas que nos ponemos a menudo parecen inalcanzables. Pero esas metas pueden ser alcanzadas si las diluimos a lo largo de los días. No vas a hablar un nuevo idioma en poco tiempo. Pero, si dedicas un poco de tu tiempo todos los días a estudiarlo, conseguirás alcanzar tu meta.
Con el ejercicio del Día Promedio Perfecto, tienes una especie de modelo con las actitudes que tienes que tomar todos los días para conseguir la vida que quieres tener.
El Día Promedio Perfecto es un ejercicio excelente para que empieces a cambiar tu rutina hoy. Siempre que encuentres dificultades, la verdad va a ayudarte a identificar lo que tienes que cambiar.
Para que este ejercicio funcione de manera efectiva, necesitas tener un plan de vida completo, que cubra desde tus valores personales más altos hasta el siguiente paso práctico que tienes que dar en tu día a día para alcanzar los objetivos que quieres conseguir.
Eso es exactamente lo que aprendes a hacer en el curso Planificando tu vida. Puedes ver ahora mismo una clase sobre cómo empezar a diseñar tu plan de vida definiendo claramente cuáles son tus valores personales. Ve esta clase especial accediendo a https://arata.se/planificandotuvida