El secreto para superar el bullying de forma asertiva

¡Hola! Seiiti Arata. Bullying es una palabra que se ha vuelto común entre nuestras preocupaciones actuales, pero es un asunto que se lleva estudiando por parte de la antropología y sociología desde hace mucho tiempo.

Existen varias definiciones, pero en esta conversación vamos a considerar el bullying como el comportamiento que ocurre cuando una persona intenta dominar a otra, normalmente a través de la humillación pública. Este es un comportamiento que puede verse entre niños en los colegios y entre adultos en las empresas, en las redes sociales y en prácticamente cualquier sitio en el que convivan varios seres humanos.

El bullying es un desequilibrio de poder, cuando una persona intenta tomar el poder de una forma que te hace sentir disminuido, reducido, y ella queda por encima. Y cuanto más demuestres tu dolor, cuanto más sufras, más te enfades, más intentes defenderte sin éxito, más se divierte el bully o abusón.

Por eso, si sufres o has sufrido bullying, entender este comportamiento como un tipo de disputa de poder puede ayudarte a encontrar soluciones diferentes para interrumpir o superar el bullying.

No eres especial.

El bullying es común. Ocurre en casi todas las culturas y a más gente de la que te imaginas. Yo sufrí bullying cuando era adolescente y conozco a varios amigos que también lo sufrieron. Por eso, no debes creer que ese comportamiento es algo que sólo te ocurre a ti.

Si piensas que el bullying sólo te afecta a ti, puedes empezar a creer que hay algo malo en ti. Y esto podría significar que te mereces ser objeto de burla. Sin embargo, cuando te replanteas esta situación, entendiendo que el bullying está presente en varios lugares, entiendes que es tu responsabilidad hacer algo al respecto para no seguir siendo objeto de abusos.

Una vez que comprendes que no eres especial sólo por el hecho de sufrir bullying, el próximo paso es encontrar soluciones para evitar, o incluso superar a los bullies o abusones.

La primera solución para el bullying es ignorar.

Cuando alguien nos intenta humillar, nuestra reacción instintiva es combatirle. Intentamos humillarles a ellos, intentamos ir a la agresión física o verbal, incluso intentamos fingir que no nos importa pero es difícil esconder los sentimientos. 

Esta primera reacción instintiva es justo lo que quiere el bully. Quiere sacarnos de nuestra normalidad, para hacer que la humillación sea aún mayor. Esto hace que la persona que hace bullying se sienta más poderosa y dominante.

La primera salida es ignorar completamente el bullying. Atención, no estoy diciendo que finjas que lo estás ignorando, sino que lo ignores de verdad.

Esto es mucho más fácil dicho, que hecho. Para ignorar completamente un bullying, para que no te llegue ninguna palabra o actitud de la otra persona, necesitas tener mucha confianza en ti mismo, un gran sentido de valor interno.

Hay una antigua historia de un samurai que le pregunta a un discípulo: “Si alguien se te acerca con un regalo, y no lo aceptas, ¿a quién le pertenece el regalo?”.

El discípulo responde: “El regalo le pertenece a quien lo intentó entregar”.

Entonces, el samurai le enseña: “Lo mismo ocurre con la envidia, la ira, y los insultos. Cuando no se aceptan, siguen siendo de quienes los llevaba”.

Puedes entender el bullying como un juego entre ganar y perder. Y la forma de ganar es no preocupándote por las provocaciones.

Lo que quiere el bully es una reacción. Si no reaccionas, quizá se vaya, aburrido. Sin embargo, también existe la posibilidad de que tu falta de reacción sea considerada como pasividad, y esto aumente todavía más el bullying. Dentro de poco veremos qué hacer en esta situación, que es cuando tienes que poner límites de lo que no aceptas. Pero, antes de eso, vamos a ver cómo ignorar el bullying a partir de una posición de confianza.

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La mejor forma de ignorar a un bully es aumentando la confianza en uno mismo.

El bullying que más duele es el que toca nuestra autoestima. Si alguien nos da en un punto débil, es muy difícil sencillamente ignorarlo. La salida, entonces, es disminuir nuestros puntos débiles. Y esto se hace aumentando la confianza en sí mismo.

Crea una red positiva de personas que te aprecien por lo que eres, con tus cualidades y defectos. Busca personas con intereses parecidos. Quédate con esas personas y verás que el bully tendrá menos coraje para ir a molestarte. La persona con la que hablas puede ser algún amigo parecido a ti o alguien mayor, un pariente, un profesor, un terapeuta. Cuenta lo que te está pasando. No te lo guardes para ti.

Para aumentar la confianza en ti mismo o misma, tienes que trabajar tu desarrollo personal. Tienes que conocerte mejor. Necesitas hacer una lista con tus puntos fuertes y tener una noción exacta de que tienes cualidades y defectos, así como cualquier otra persona.

Una buena forma de resistirte a impulsos y no reaccionar instintivamente es practicando la meditación para tener una atención plena, también llamada mindfulness. Si sufres bullying y sientes una ola de rabia, o que estás a punto de llorar, respira hondo, cuenta hasta tres entre cada inspiración y expiración. Sigue haciéndolo hasta que estés suficientemente calmado para seguir.

Tan solo cuidar de la mente puede no ser suficiente. También tienes que cuidar de la forma en la que te comportas físicamente y cómo le hablas a los demás.

Mejora tu lenguaje corporal.

Aprende artes marciales de defensa. Haz culturismo, crossfit o cualquier otro ejercicio que mejore tu estado físico. La intención no es atacar a los demás, sino mejorar tu lenguaje corporal.

Un lenguaje corporal débil demuestra que tienes miedo, y esto invita al abusón a considerarte un objetivo fácil. Si tu lenguaje corporal demuestra debilidad, no es culpa tuya, pero sí es tu responsabilidad cambiarlo.

¿Qué es un lenguaje corporal de debilidad? Es cuando tus expresiones faciales, tu postura e incluso tu voz comunican que te sientes inferior. Vamos a ver con más detalle cada uno de esos elementos.

La cara indica muchas señales de miedo. Las cejas levantadas y tensas, la boca medio abierta. Los músculos están tensos y adoptamos posturas como si quisiésemos proteger nuestros órganos vitales, como encurvándonos.

Cuando estamos inquietos, nos movemos de forma rápida y brusca. La mirada es evasiva, parpadeamos más rápido y frecuentemente. Escondemos las manos y cerramos los puños.

Para evitar todo esto, cuida tu cuerpo, haz deporte y mejora tu postura. Usa poses de poder, con los hombros hacia atrás, el pecho hacia delante, cabeza erguida, pero de forma natural.

Habla de forma más asertiva.

Si eres víctima por la forma en la que te expresas, aprende comunicación asertiva, oratoria, lógica argumentativa.

La asertividad es una forma particular de comunicarse con los demás, de forma directa y honesta, pero también respetuosa. Un comunicador asertivo sabe lo que piensa o lo que quiere, y no tiene miedo de pedirlo directamente. Aprender comunicación asertiva lleva tiempo, pero si practicas expresar tus necesidades y expectativas, podrás dominar esta poderosa forma de comunicación.

Estamos viviendo en el mundo de la velocidad, y cada vez tenemos menos tiempo. Esto puede incitarte a hablar más rápido. Uno de los problemas de hablar demasiado rápido es que no reflexionas debidamente y acabas transmitiendo mensajes confusos, ahogados. Puedes reducir la velocidad de tu comunicación para poder escoger mejor las palabras que utilizas para expresar tus opiniones y pensamientos.

Hablar muy rápido puede transmitir la idea de que tienes miedo a que te interrumpan, por lo que necesitas hablar con rapidez para acabar pronto. Hablar lentamente indica que no tienes miedo a este tipo de interrupciones.

Si quieres practicar, coge un libro y empieza a leer en voz alta prestando atención a tu voz. Haz esta misma lectura durante varios días, de forma lenta. Vas a notar que esta práctica te hace estar más tranquilo y te ayuda a transmitir más seguridad y asertividad.

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Pon límites claros.

Este es el consejo especial para los que ya hayan intentado ignorar y han visto que eso solo ha empeorado las cosas. Para ti, el consejo más importante de todos es que necesitas aprender urgentemente a poner límites de lo que es intolerable en tu vida.

En primer lugar, recuerdo que estamos hablando de bullying, y no de situaciones en las que se comete algún crimen como daños personales, injuria, calumnia, difamación. El crimen es algo que resuelves a través del sistema jurídico. En el caso del bullying, lo que causa dolor a mucha gente es la falsa impresión de que no podemos formalizar la queja. Pero siempre existe un contexto con reglas. 

El barrio tiene reglas de condominio, el colegio tiene un código de conducta, la empresa tiene un departamento de gestión de personas. Cuando no eres capaz de resolver el abuso directamente usando tu comunicación asertiva sobre qué límites no toleras, entonces involucra a los responsables que tengan poder de amonestar el comportamiento abusivo.

El bully muchas veces es calculador. Sabe que el momento de atacar a alguien es cuando nadie lo vaya a ver y, muchas veces, cuando reaccionas, al que castigan es a ti, mientras la otra persona se ríe bajo su impunidad. 

Por eso, también tienes que mantener la calma y planear tus acciones. No tienes que denunciar el abuso inmediatamente si estás en un estado emocional alterado. Deja que se te pase la ira, considera todos los elementos necesarios para poder hacer una queja que tenga todas las pruebas necesarias. Así pones tus límites y tomas el control de tu vida. 

El bullying es un problema que afecta a niños, jóvenes y adultos en todos los sitios del mundo. Casos extremos pueden llegar a acoso moral, agresión física y daños psicológicos graves.

La mejor forma de lidiar con el problema es trabajando en tu propio desarrollo personal para convertirte en una persona con más confianza, capaz de, sencillamente, ignorar al bully para tomar las medidas adecuadas y, así, evitar y superar el problema.

Uno de los aspectos que más ayuda en esta superación es tu capacidad de comunicarte de forma efectiva, tanto para poner límites con el bully como para contar el problema a las personas que puedan resolver los abusos. Si quieres aprender a comunicarte de forma más asertiva, te invito a conocer nuestro entrenamiento de asertividad Cómo Decir No, accediendo al link aquí.