Hoy quiero compartir contigo una técnica muy sencilla y práctica para mejorar tu comunicación.
En especial tu comunicación con una persona amada, que puede ser alguien de tu familia, puede ser tu alma gemela. Y con un poco de creatividad, puede incluso mejorar relaciones con compañeros de trabajo u otras personas.
El nombre que le doy a esta práctica es “GIRA LA CINTA”, es fácil de entender y es una técnica de comunicación que puede salvar relaciones y ahora vas a descubrir porqué.
Yo soy Seiiti Arata, de Arata Academy, y en nuestra empresa ofrecemos entrenamientos online para atender diferentes necesidades de nuestros clientes. Este es un vídeo gratis que está en nuestro canal https://arata.se/ytspa como agradecimiento por el apoyo de todos vosotros. Si este es tu primer contacto con nosotros, aprovecha para registrar tu email en www.ArataAcademy.com para recibir más materiales.
Para que puedas usar la técnica “GIRA LA CINTA”, solo te pido que cojas una libreta y un boli para tomar unos apuntes. Si es necesario, pon en pausa el vídeo para coger el material.
¿Listo? Muy bien. La técnica “GIRA LA CINTA” funciona como esos aparatos antiguos de música con cinta de cassette: cuando alguien quería escucharla otra vez, tenías que apretar el botón para girar la cinta y escucharla de nuevo.
Para nosotros, Girar la Cinta es una forma de respeto, escuchando atentamente a la otra persona.
Muchos malentendidos y problemas de comunicación se dan lugar cuando alguien dice A y yo escucho B. Eso es escuchar mal. Es aplicar una interpretación distorsionada sobre lo que se ha dicho.
Es más, el peor tipo de escucha es cuando estoy en una conversación esperando a que la otra persona deje de hablar para que me llegue el turno de decir lo que pienso. Cuando no escucho, el enfoque está totalmente en mí, yo quiero hablar pero no tengo mucho interés en escuchar con plena atención. En verdad, sí que estoy escuchando, pero no para entender a la otra persona: escucho para encontrar ERRORES en el argumento de la otra persona, para probar que se equivoca y yo tengo razón. Mi discurso normalmente empieza con “Vale, pero…” y a partir de ahí tiro piedras para salir victorioso en la conversación.
Girar la Cinta tiene un valor inestimable en nuestra comunicación. Cuando giro la cinta, hago un esfuerzo consciente de estar quieto, de dejar mis ideas para después. Primero, hago cuestión de demostrar mi respeto y escuchar lo que la persona que tengo delante me está diciendo. Y cuando acabe de hablar, repito lo que acabo de escuchar. Giro la cinta.
Apunta en tu cuaderno algunas formas de hacer esto:
Fulano, gracias por haberme explicado lo que sientes. Entonces, quieres decir que (repite lo que hayas escuchado)
Ah, creo que lo he entendido. En otras palabras, para ti … es eso, ¿no? Corrígeme si me equivoco.
¿Me ayudas a entenderlo? Lo que yo he entendido es…
Para mí es muy importante estar seguro de haberte entendido. ¿Te parece si te cuento lo que he entendido? ¿Es verdad que…..?
Repara en que todas las frases de ejemplo tienen dos partes. La primera demuestra tu deseo genuino en tener una buena comunicación, de comprender a la persona. Y la segunda parte es una repetición de aquello que has escuchado, de lo que has entendido.
Girar la Cinta te va ayudar a fortalecer tu relación con la persona que tienes delante. Se va a sentir incluso más estimulada a contar cosas que antes se guardaba solo para ella.
Cuando nota tu interés en escuchar, suelta todo lo que iba acumulando y que quizá estuviese a punto de explotar. Y en los momentos más nerviosos, siempre quiero recordar el propósito de la comunicación: quiero mantener el respeto, quiero primero escuchar y estar seguro de que he entendido bien. Sólo después es cuando voy a hablar.
Antes de empezar a abrirme, primero le pregunto qué más quiere contarme.
Le doy un tiempo. Después me confirma que ya ha dicho todo lo que quería decir, y entonces le digo que a mí también me gustaría abrirme. Le pregunto si le interesa escucharme.
Si me quiere oír, procuro expresarme con mucha claridad y uso la técnica de Girar la Cinta, solo que al contrario: cuando acabo de hablar, le pido que me cuente lo que ha escuchado. Por ejemplo:
Fulano, te tengo mucho respeto y quiero estar seguro de que me has entendido. ¿Me podrías contar, por favor, lo que has entendido de lo que he dicho?
No estoy seguro de haber escogido las palabras adecuadas para expresarme. ¿Me ayudas a comprobar si he podido compartir contigo lo que pienso? ¿Qué has escuchado?
¿Comprobamos si nos estamos entendiendo? ¿Me dices lo que has entendido de nuestra conversación?
¿Entiendes lo que estamos haciendo? Es la técnica de Girar la Cinta, pero al contrario. Es la otra persona la que te va a contar lo que ha entendido. ¿Por qué? No queremos decir A y dejar que la otra persona entienda B. Al usar la técnica inversa, podrás saber si ha habido algún problema de comunicación y aclarar lo que sea necesario.
Antes de cerrar este vídeo, quiero pasarte también dos consejos extra. Pero antes, vamos a revisar lo que hemos visto hasta ahora.
Muchos de los problemas de comunicación pasan cuando decimos una cosa y la otra persona escucha otra.
También pasa al contrario: nos dicen una cosa, pero nosotros lo interpretamos mal.
Un primer paso para mejorar es dedicar atención plena, escuchando lo que dice la otra persona. Sin estar ansiosos para que “llegue nuestro turno” de hablar. Primero, te voy a escuchar.
Para estar seguro de que te he escuchado bien, uso la técnica de Girar la Cinta: repito lo que he entendido y pregunto si es correcto, y pido que me corrijan si no he entendido bien.
Solo después de haber escuchado todo lo que la otra persona tenía que decir, pregunto si le interesa escucharme. En caso de que quiera, hablo y, al final, uso la técnica Girar la Cinta al contrario: le pido que me cuente lo que ha escuchado. Y me ofrezco a ajustar y corregir lo que no haya entendido bien.
¿Listo? Con esto espero que tengas conversaciones maravillosas, pero te había prometido dos consejos extra.
1) Cuidado cuando la otra persona dice “vale, te entendido”.
Cuando hagas la técnica de
Girar la cinta al contrario, y le pides a la otra persona que te cuente lo que ha
escuchado, es muy probable que solo asienta y diga “sí, sí, te he entendido”.
En este momento, con mucho cariño, puedo insistir: “No te he preguntado si me has
entendido. Mi pregunta era otra. Te he pedido que me contases, con tus palabras, LO
QUE has entendido”.
Sí, sí, te he entendido
¿Qué has entendido? Por favor, dime con tus palabras lo que te he intentado decir.
¿Entiendes? La técnica de Girar la Cinta solo va a aplicarse completamente cuando la otra persona realmente repite el mensaje que querías transmitir de forma correcta.
2) Cuidado en no perder la calma
Si pierdes la calma a mitad de la conversación, es difícil seguir escuchando. Se hace difícil ser escuchado. En este vídeo rápido de hoy aún no vamos a entrar mucho en ese área, pero básicamente lo que queremos es entender que la persona que tenemos delante no tiene el deseo de ofendernos, de hacernos daños, o ser injusta con nosotros. solo se está comunicando a su manera, se está abriendo y eso fue lo que habíamos pedido. En esta conversación hemos pedido escuchar.
Por lo tanto, no quiero estar a la defensiva en esta conversación, contraatacando o intentando ver quién tiene razón y quién no.
Lo que realmente va a ayudar es mi respeto al escuchar, en comprender.
Sé que este vídeo probablemente haya despertado muchas dudas en ti. Eso es bueno. Siempre que nos cuestionamos, nos permitimos reflexionar, usar nuestra creatividad para hacer las cosas de una forma diferente.
Pero vamos paso por paso. Si solo consigues poner en práctica la técnica de Girar la Cinta como te he intentado enseñar en este vídeo, creo que vas a conseguir resultados muy buenos. Por favor, siéntete libre de contar en los comentarios cómo has aplicado la técnica de Girar la cinta y cuéntanos lo que ha pasado.
Si has llegado hasta aquí, creo que estás interesado en técnicas de comunicación. Arata Academy tiene un curso específico sobre comunicación inteligente, que puedes hacer ahora usando este enlace.