¿Estás estresado por hacer poco?

¡Hola! Seiiti Arata. Cuando oímos la palabra “estrés”, pensamos en alguien con muchas cosas que hacer: compromisos profesionales, escribir el trabajo de posgrado, rebalancear la cartera de inversión, cuidar de la familia, mil proyectos que hacer a la vez…

Pero hay otro tipo de estrés del que casi no se habla: el estrés de no hacer nada.

Este tipo de estrés aparece cuando tienes muchas ideas en la cabeza, pero no las llevas a cabo. Sufres la parálisis por análisis que explicamos en el primer episodio de la serie ¡Hola! Seiiti Arata (¡Madre mía! ¡Fue hace siete años!).

La parálisis por análisis ocurre cuando sólo te sientas a planificar, estudiar, observar, pensar… sabes que podrías estar haciendo algo, sabes los resultados que podrías conseguir, pero no actúas. Y, obviamente, no ves el resultado que esperabas.

La distancia entre la idea que tienes en la cabeza y la realidad concreta es enorme. Esa distancia crea un estrés que puede ser tan peligroso como el estrés de quien está haciendo mil cosas a la vez.

La mayor diferencia es que el estrés de no hacer nada puede eliminarse de una forma mucho más fácil que el estrés de tener mil cosas que hacer. Sólo tienes que pensar pequeño.

Pensar pequeño para hacer pequeño. Esta es la mejor forma de eliminar el estrés de no hacer nada.

Dejamos de hacer por varios motivos. Uno de los principales motivos es que pensamos demasiado grande. Es decir, pensamos en muchas cosas, considerando hacerlo todo al mismo tiempo.

Por ejemplo, imagina a Manolo, que quiere adelgazar. Manolo básicamente tiene que comer mejor y hacer más ejercicio. El problema viene cuando Manolo empieza a perderse en sus pensamientos.

Piensa que tiene que contratar a un nutricionista, que tiene que apuntarse a un gimnasio, que tiene que buscar recetas nuevas. Que tiene que comprar varios libros sobre cómo adelgazar. Piensa si es mejor hacer la dieta X o la Y, si es mejor hacer ayuno, si debe entrenar por la mañana o por la tarde. Piensa en lo que va a comer en la fiesta de cumpleaños que tiene dentro de poco, si debería hacer una excepción o seguir la dieta. Piensa incluso en la ropa que va a comprar cuando haya alcanzado su objetivo en unos meses.

¡Son tantas cosas que Manolo no hace nada!

El exceso de imaginación perjudica la acción.

Para eliminar el estrés de no hacer lo que quieres hacer, el primer paso es pensar pequeño. Y hacer pequeño.

Si tu objetivo es adelgazar, sólo piensa en comer mejor en la próxima comida. Durante la comida, sólo piensa en el próximo bocado. Céntrate en el momento presente, sin dejar que tu mente huya a todos los problemas que pueden ocurrir, o no, durante el día.

Hablamos mucho sobre esto en otras charlas, pero tenemos que insistir en esta idea porque es muy poderosa. Pensar pequeño y hacer pequeño es una estrategia muy eficaz. Leer sólo una página. Hacer una única flexión. Responder sólo un email. Estas acciones son tan pequeñas que no te dejan procrastinar, no puedes dejarlas para después.

Al mismo tiempo, son muy poderosas porque te sacan de la inactividad. Rompen la inercia y te ponen en movimiento. Después de esa pequeña acción, es mucho más fácil seguir en movimiento y hacer lo que tienes que hacer.

Empieza a actuar ahora mismo. Mañana simplemente no existe.

Una vez que ajustas tu mentalidad para pensar pequeño, el segundo paso es empezar a actuar ahora mismo. Dale preferencia al ahora mismo, aprovechando el momento.

Planificando Tu Vida- Seiiti Arata, Arata Academy

Es muy común que la gente deje las cosas para mañana, o para el lunes, o para el mes que viene. Creen que tienen que prepararse un poco más, estudiar un poco más, ajustar los detalles del plan un poco más.

Pero la realidad es que todo esto es procrastinación y acumula el estrés de no hacer lo que tienes que hacer.

Lo dejas todo para mañana porque sabes que el mañana no existe. Por eso es cómodo procrastinar, diciendo que estás planificando, estudiando o investigando.

Métete una cosa en la cabeza: planificar no es lo mismo que actuar. Estudiar no es lo mismo que actuar. Investigar en Google cómo se hace algo no es lo mismo que actuar. ¡Ten cuidado con la parálisis por análisis!

Actuar es ponerse manos a la obra para acercarte realmente al resultado que quieres conseguir.

Puedes decir que planificar, estudiar e investigar también son acciones. Te voy a poner un ejemplo para que veas que no lo son. Imagina a dos jóvenes emprendedores, Norman y Michael que quieren actuar en el mercado de marketing digital.

Norman compra un curso completo sobre el tema. Hace todo el curso, crea un plan, investiga referencias de mercado. Norman empieza a seguir a especialistas en instagram, a ver vídeos en YouTube sobre el tema, a escuchar podcasts de marketing digital… En pocos meses, Norman tiene el conocimiento de un experto en el tema. Pero no ha ganado ni un céntimo.

El otro emprendedor, Michael, empieza a actuar el primer día. Se crea cuentas en redes sociales, empieza a poner anuncios y a enviar tráfico a la página de ventas de un producto. Con cada dificultad que encuentra, Michael investiga puntualmente cómo resolver ese problema y aplica la solución. Así, va intentando y equivocándose, acertando y aprendiendo. En el proceso, Michael va vendiendo productos y ganando dinero.

Después de unos meses, Norman, el emprendedor que estuvo planificando, estudiando e investigando tuvo gastos por los cursos, libros y eventos, pero no ha ganado dinero con el marketing digital. Sin embargo Michael, el emprendedor que entró en acción, aunque cometió algunos errores, consiguió ganar dinero y conseguir resultados reales.

Está claro que planificar, estudiar e investigar es importante. Pero debes tener mucho cuidado para no usarlo como excusa para procrastinar. Usa la planificación para salir de la inercia. Justo después da el primer paso. Entonces, a medida que aparezcan los problemas, ve estudiando cómo resolver cada uno de esos problemas en la práctica.

Relata tus avances. Usa el progreso como herramienta para mostrar gratitud y visualizar tus logros.

Recuerda este valioso consejo: Pensar pequeño e inmediatamente actuar. ¿Cómo va eso a conseguirte grandes resultados? ¿Cuál es el beneficio de leer sólo una página, de hacer una única flexión o de responder sólo a un email?

Por su cuenta, ninguna pequeña acción te da resultados. Eso es verdad. Pero la acumulación de pequeñas acciones a lo largo del tiempo, con constancia, sí que te dan resultados. Y definitivamente te ayuda más que si estuvieses sin hacer nada, estresándote y planificando todo lo que harías si tuvieses las condiciones ideales. 

Para visualizar el poder de las pequeñas acciones acumuladas, debes mantener un informe de tus avances. Puedes escribir todo lo que haces en una libreta, sacar fotos, hacer vídeos o usar tus redes sociales para mostrar cómo vas progresando en tus objetivos.

Este tipo de informe tiene dos efectos. El primero, es que practicas la gratitud por los progresos que estás haciendo. La gratitud reduce la mentalidad negativa de creer que no estás haciendo nada. Siempre que estés en ese estado de gratitud, automáticamente estarás en el momento presente. Así, te centras en el lado bueno de las cosas y dejas de lado la negatividad del futuro que puede que ni siquiera ocurra. 

Cuando escribes tus avances y visualizas tus logros, el segundo efecto es que mantienes la disciplina bien alta para seguir en acción. Aumentas tu autoeficiencia cuando te das cuenta de tu avance, como hablamos en el episodio 260 de la serie ¡Hola! Seiiti Arata.

Este segundo efecto, el que aumenta tu autoeficiencia, es esencial. Si algún día estás desanimado, puedes mirar tu libreta, tu álbum de fotos o la timeline de tus redes sociales para recordar dónde empezaste y cuánto has progresado.

En el curso Planificando Tu Vida pondremos todo esto en práctica, juntos. En resumen, aquí tienes tres consejos sencillos para acabar con el estrés de hacer poco: (1) piensa pequeño, (2) entra en acción hoy mismo y (3) registra tu progreso. Empieza ahora para acercarte a los resultados que tanto quieres conseguir.

Al igual que hay personas que están estresadas por tener demasiadas cosas que hacer, hay personas estresadas por hacer poco. Son personas que se quedan pensando, planificando y estudiando tanto que nunca entran en acción, y acaban frustrándose por ello.

Ahora ya sabes los tres pasos que tienes que dar para acabar con este tipo de estrés. Primero, piensa pequeño. Segundo, entra en acción inmediatamente. Tercero, registra tu progreso para ser consciente de todo lo que has conseguido, incluso actuando pequeño.
Lo ideal es que estos pasos estén dentro de una planificación mayor. Necesitas un plan que cubra tus mayores valores personales, pero que también identifique los próximos pasos que tienes que dar para transformar tus objetivos en realidad. Puedes aprender a hacer un plan así en el curso Planificando Tu Vida, que está disponible en el link https://arata.se/planificandotuvida