¡Hola! Seiiti Arata. Si tuvieses CONSTANCIA, podrías conseguir prácticamente cualquier objetivo que te propongas. La constancia ocurre cuando haces lo que tienes que hacer constantemente, sin ninguna variación a lo largo del tiempo.
Podrías ponerte en forma si tuvieses constancia para seguir la dieta. Podrías tener un mejor colchón financiero si tuvieses constancia para ahorrar siempre e invertir dinero. Podrías aprender cualquier habilidad si tuvieses la constancia de leer buenos libros todos los días.
El problema es que no tenemos esta constancia infinita. Cuando intentamos cambiar algo en nuestra vida, intentamos crear ese nuevo hábito durante un día o, quizá, una semana. Pero después pasa algo y nos saltamos un día. Y, después, otro. Y cuando nos damos cuenta, ya llevamos meses sin seguir la dieta, sin ahorrar, sin estudiar.
La solución para este problema no es forzarte a ser un superhumano que cumple todos los buenos hábitos todos los días. Al contrario, el secreto para crear constancia es tener más flexibilidad y transformar tus hábitos rígidos en hábitos elásticos.
Las personas fracasan porque crean hábitos demasiado rígidos. Cuando un hábito es muy rígido, normalmente abandonas el plan en algún momento.
Probablemente te hayas propuesto alguna vez propósitos de año nuevo. Ibas a hacer ejercicio cinco veces a la semana, leer una hora al día, salir a divertirte con tus amigos y con la familia todos los fines de semana.
Es posible que hayas empezado bien y hayas hecho estas cosas al principio del año. Pero probablemente para febrero ya habías roto buena parte de tus promesas.
Una de las razones por las que no has tenido éxito es que te has establecido objetivos demasiado estrictos. Te has propuesto hábitos inflexibles, que no dejan espacio para una adaptación para los días que no tengas ganas de hacer ejercicio, de leer o de salir de casa.
Casi todo el mundo comete este error. Cuando estamos haciendo planes, pensamos que somos máquinas infalibles. Decimos que vamos a mantener la dieta, hacer ejercicio, estudiar y divertirnos todos los días. Sin embargo, no todos los días son iguales.
Por ejemplo, imagina que te has prometido estudiar un nuevo idioma todos los días una hora después de comer. Pero has tenido un día difícil en el trabajo y no te apetece nada pasarte una hora estudiando. Entonces no estudias nada.
O te has prometido seguir una dieta basada en alimentos supersaludables. Pero has tenido que comer un bocadillo. Entonces, como has comido algo que no debías, aprovechas y pides una pizza para cenar; total, ya has roto la promesa de ese día.
Ese es el problema de ponerte hábitos muy rígidos. Cuando adoptas este tipo de hábito del “todo o nada”, los muchos días en los que aparece el “nada”, acaban rompiendo tu constancia. Y eso te impide conseguir los resultados que querías tener.
La mejor forma de salir de esta prisión es sustituyendo los hábitos rígidos por hábitos elásticos.
Para aumentar tus posibilidades de consolidar un hábito, sé más flexible.
La idea de los hábitos elásticos fue creada por Stephen Guise como una solución para finalmente encontrar la constancia que necesitas en tus acciones.
El primer paso es darte más opciones. En vez de decir que vas a ir al gimnasio cinco días a la semana, el hábito para tener una vida más sana puede ser ir al gimnasio, o saltar a la comba en casa, o salir a dar un paseo.
El segundo paso es tener tres niveles para cada hábito: fácil, medio y difícil. En el modo fácil, vas a hacer el hábito durante poco tiempo. Tiene que ser algo tan fácil que sea imposible decir que no.
Ejemplos de hábitos en el modo fácil: leer una única página de un libro, hacer una flexión, escribir un párrafo de tu trabajo para la facultad.
Vas a hacer tus hábitos en el modo fácil cuando tengas un día difícil y no tengas ganas de cumplir todo el hábito.
El objetivo de actuar en el modo fácil es sencillamente dejarnos llevar por la inercia y generar constancia, pero vas a ver que, cuando hayas dado el primer paso, es probable que consigas dar unos pasos más. Empezar a actuar es, muchas veces, el paso más difícil. Por eso, aunque empieces en el modo fácil, puedes acabar leyendo un capítulo entero, haciendo diez flexiones o escribiendo varias páginas de tu trabajo.
El nivel medio sería hacer el hábito normal, de forma estándar. Y el nivel difícil lo dejas para los días en los que tengas muchísima motivación y quieras poner a prueba tus límites.
Si haces cualquier versión de tu hábito elástico, en cualquiera de los tres niveles, habrás mantenido la constancia. Y habrás dado un paso más para convertirte en la persona que quieres ser.
El perfeccionismo es el motivo por el que no llevamos a cabo hábitos duraderos. Para combatir el perfeccionismo, debemos ser creativos y flexibles.
Uno de los efectos colaterales de prometerte cosas a ti mismo y después no cumplirlas es que te sientes como un fracasado. Te culpas porque no sigues la dieta, porque no haces ejercicio, porque no estudias lo que deberías estudiar. Esto ocurre por el perfeccionismo y la rigidez.
Esto puede hacerte entrar en un círculo vicioso. Te sientes mal porque no actúas para ser quien quieres ser… y después no actúas porque te estás sintiendo mal.
Este círculo empieza porque has sido demasiado estricto contigo mismo. Llevas luchando mucho tiempo para hacer hábitos difíciles e inflexibles que te han hecho pensar que te pasaba algo. Pero no te pasa nada. Sólo necesitas un poco de creatividad y flexibilidad.
Si quieres, puedes marcar en un calendario cuándo has completado un hábito en el modo fácil, medio o difícil. En poco tiempo verás que, con los hábitos elásticos, eres capaz de mantener la constancia con mucha más facilidad.
Da igual que un día sólo hayas podido cumplir tus hábitos en la versión fácil. En vez de sentirte mal por eso, celébralo. Has sido capaz de cumplir tu hábito incluso en un día difícil. Todo progreso, por menor que sea, debe verse como un logro. Este es el tipo de libertad que siempre quisiste tener.
Esta libertad se adapta perfectamente a la vida real. Ninguno de nosotros es una máquina de productividad capaz de cumplir absolutamente todos los hábitos todos los días. Flexibilizar tus acciones según tu disposición ese día es una estrategia inteligente para mantenerte siempre en movimiento hacia tus objetivos más grandes.
No importa la versión del hábito o la dificultad que hayas escogido. Todo lo que importa es la constancia que vas a mantener a lo largo del tiempo. Como dijimos al principio de la conversación, con constancia, eres capaz de conseguir prácticamente cualquier objetivo que te propongas en tu plan de vida.
Hoy quiero aprovechar para leer parte de un mensaje especial que he recibido y que me ha encantado:
“Me gustaría compartir rápidamente mi experiencia con el contenido producido por Arata Academy y cómo ha marcado una diferencia en mi vida. Voy a empezar contando que a lo largo de 4 años desarrollé un comportamiento de uso de sustancias psicoactivas que me han causado pérdidas incalculables. Desde que empecé a ver las vídeo-clases que ponéis a nuestra disposición de forma gratuita, llevo 5 meses poniendo en práctica esos conceptos en mi realidad personal y en mi comportamiento adictivo y he conseguido un logro, durante estos cinco meses no he recurrido a ninguna sustancia. Quiero daros mi gratitud, GRACIAS a todo el equipo. Quizá no entendáis completamente la importancia de lo que estoy diciendo pero para hacerlo más claro: Aquí en la periferia, para las autoridades yo no sería más que un adicto destinado al fracaso, pero las clases de Arata Academy me han dado otro destino. Me han hecho sentirme valorado y aquí dejo mi gratitud. Recibid con cariño el testimonio de un adicto que hace 5 meses que no usa ninguna sustancia, gracias a las clases que habéis compartido en internet. Esta gratitud va más allá del material que creáis y de la VIDA que me ha sido dada desde el momento que entré en contacto con el contenido de las aulas. Lo que el sistema judicial no ha sido capaz de hacer en mi vida, lo ha hecho Arata Academy a través de sus clases que me han hecho replantearme mis decisiones, y de las técnicas que he puesto en práctica en mi vida, y que han salido bien durante estos 5 meses sin drogas, algo que considero maravilloso. Gracias.”
Amigo mío, si estás viendo esto, que sepas que te admiro y te doy la enhorabuena por los resultados que estás consiguiendo. Los resultados son tuyos, ya que eres tú quien está tomando mejores decisiones y poniéndolas en práctica. Todo el Equipo y yo estamos muy agradecidos e impresionados de recibir tu testimonio. ¡Enhorabuena!
Para alcanzar tus mayores sueños, es mucho mejor tener hábitos constantes, aunque sean imperfectos, que intentar tener hábitos perfectos que nunca consigues hacer bien. Por eso, debes adoptar la idea de los hábitos elásticos, para tener una mayor flexibilidad a la hora de conseguir tus objetivos.
Lo ideal es que, tanto tus hábitos como tus objetivos formen parte de una planificación mayor, de un plan de vida que detalle todo lo que quieres ser.
Para aprender a crear un plan así, te invito a ver ahora una clase especial del curso Planificando Tu Vida que trata sobre valores personales. Puedes ver la clase accediendo a https://arata.se/planificandotuvida