No sirve de nada despertarse temprano. Lo más importante es que te despiertes mejor y más animado. ¿De qué sirve levantarse temprano, si te vas a sentir fatal y con sueño? Permíteme hacerte algunas preguntas para ver si esta conversación es para ti: ¿Quieres empezar todos tus días con positivismo? ¿Te gustaría cuidar la mente, cuerpo y productividad desde bien temprano por la mañana? ¿Tienes problemas para levantarte temprano? ¿Tienes más de una alarma activada porque nunca te despiertas la primera vez que suena? ¿O pulsas el botón de posponer varias veces para dormir un poquito más?
Si la respuesta es SÍ, voy a contarte que en 2016, Hal Elrod publicó un libro llamado Mañanas milagrosas (The Miracle Morning) que promete mejorar tus mañanas y tu vida. Este libro ganó popularidad entre las personas que querían despertarse más temprano, tener más energía y ser más productivas.
En el Resumen Arata Academy de hoy, vas a descubrir nuestro punto de vista para llevar a cabo las ideas y los conceptos claves del libro Mañanas milagrosas. Ahora vas a aprender cómo crear y cómo perfeccionar tu rutina matutina y te vas a despertar de mejor humor.
Un día productivo depende de una mañana productiva
La idea principal que debes comprender es que un día productivo depende de una mañana productiva. Y una mañana productiva depende, básicamente, de despertarse a la hora que has escogido y de seguir un ritual matutino que tú mismo hayas definido.
Cuando empiezas el día con acciones de calidad, estás usando la CONSTANCIA a tu favor. La constancia es un aspecto poderoso del comportamiento humano. Si empiezas bien, la tendencia es que seas constante a lo largo del día y sigas tomando buenas decisiones. Esto se traduce en un día lleno de decisiones de alta calidad.
Lo contrario también pasa: cuando no tomas buenas decisiones temprano por la mañana, tu mecanismo de comportamiento de constancia se da cuenta de que es aceptable tomar otras malas decisiones a lo largo del día. Así que no hagas excepciones. No sigas cambiando de opinión sobre tus planes. Si has definido previamente que vas a hacer algo, HAZLO. Esto va a reforzar la idea de que eres una persona que no hace trampa con tus propios objetivos. Constancia.
Las mañanas poco productivas generan días pocos productivos. Y los días poco productivos generan una vida poco productiva. Es decir, la calidad de tu vida depende de la calidad de tus mañanas.
Tener un ritual matutino es fundamental para levantarte en el momento adecuado y con las ganas necesarias para hacer lo que tienes que hacer. Por eso, en el curso Planificando Tu Vida, vamos a hacer una serie de actividades para que puedas preparar y ejecutar todos los pasos de tu planificación y organización, incluida la rutina matutina.
¿Qué significa despertarse en el momento adecuado? Es definir claramente cuál es el mejor momento para ti. Así, no vas a tener que posponer tu alarma del móvil. Vas a querer despertarte con ánimo, con ganas reales de levantarte para vivir el día que tienes por delante.
Cuando pospones la alarma, estás evitando despertarte con un sentido de propósito. Te dices a tí mismo que no quieres levantarte y vivir las experiencias que te esperan durante ese día.
Piensa en los días más felices de tu vida, que pueden ser cuando hiciste un viaje o cuando celebraste algo especial. Probablemente esa mañana no aplazaste la alarma porque realmente querías levantarte y disfrutar de esa ocasión. Celebrar ese día.
Para tener ese mismo entusiasmo, decide la noche anterior lo que vas a hacer cuando te levantes. Esto aumenta la claridad sobre tu propósito. Vas a tener más incentivos para despertarte y vivir la vida siguiendo tus propios términos. Pon la alarma a la hora deseada y deja el despertador lejos de tu cama para que sea imposible que la aplaces y te vuelvas a dormir.
Cuando el despertador suene lejos de la cama, levántate, apágalo y ve directamente a lavarte los dientes. Resiste la tentación de volver a la cama y dormirte unos minutos más, ya que esta es una forma de hacer trampa en tus propios objetivos. Inmediatamente después de empezar la mañana, quieres ser una persona coherente y constante para tomar buenas decisiones a lo largo de todo el día.
Seis prácticas para salvar tus mañanas
Aquí en Arata Academy siempre te animo a usar tu inteligencia y tu creatividad para personalizar las prácticas según tus necesidades. Por eso, eres tú quien va a crear tu propio ritual matutino. Como ejemplo ilustrativo, te voy a explicar que el ritual matutino de Mañanas milagrosas está compuesto por seis prácticas: silencio, afirmaciones, visualizaciones, ejercicio físico, lectura y escritura.
En inglés, estas prácticas formar el acrónimo SAVERS: Silence, Affirmations, Visualization, Exercise, Reading, Scribbing.
Estos salvadores de vida son las seis cosas que tienes que hacer en cuanto te levantes para tener un día extremadamente positivo y productivo.
¿Vemos cada una de ellas?
Usa el silencio para escuchar tu voz interior
El silencio es la práctica de la meditación, de la oración o de cualquier otro tipo de reflexión que tenga sentido para ti. En medio de un mundo tan ajetreado, es fundamental que tengas momentos de silencio para escuchar tu voz interior.
Esta es la forma de empezar el día poco a poco, de una forma contemplativa. Esto te lleva a un estado completamente diferente del que tendrías si te levantaras con miedo de llegar tarde, o si encendieses la televisión o te pusieses a mirar las redes sociales en el móvil.
El problema de levantarte y salir corriendo a algún compromiso o ponerte a ver la televisión o las redes sociales es que esto activa en ti un modo de pensamiento reactivo. En vez de vivir tu mañana de forma que ganes más consciencia de lo que es importante para ti, esas actividades guían tu foco de atención en lo que es importante para los demás.
Aprovecha estos valiosos primeros minutos de tu dia para practicar silencio, reflexión y gratitud. Esto tendrá un impacto profundo en el resto de tu día.
Inmediatamente después de esta reflexión, pasa a las afirmaciones.
Revisa cuáles son tus intenciones con claridad a través de afirmaciones
Las afirmaciones son cosas que te dices a ti mismo, para definir tu intención durante ese día. ¿Qué has descubierto durante la práctica del silencio? ¿Qué es verdaderamente importante para ti hoy en día? Formula frases y afirmaciones que aumenten tu nivel de claridad.
Sea de forma consciente o no, pasas el día teniendo varios pensamientos, como una especie de monólogo interno. Este monólogo puede ser útil para aumentar tu calidad de vida… o puede ser dañino, haciendo desgraciado tu día. Para tener pensamientos útiles, tienes que articular con claridad qué es lo que deseas que suceda en cada área de tu vida.
Por ejemplo, vamos a imaginar que estás haciendo una dieta para perder peso. Para ayudarte a cumplir tu meta, al principio del día debes afirmar que pretendes seguir la dieta durante ese día. Puedes comprometerte a comer los alimentos saludables y evitar aquellos que te hacen daño. Es decir, tus afirmaciones de la mañana te ayudan a recordar qué comportamientos específicos debes realizar.
Además de revisar objetivos y comportamientos específicos para el día, las afirmaciones también pueden ser más amplias y profundas. Las afirmaciones a nivel de identidad te ayudan a definir el tipo de persona que quieres ser.
Por ejemplo, si estás teniendo problemas de relación con tu mujer o marido, puedes usar la afirmación de que eres la persona que pone lo mejor de su parte para comunicarse con respeto. Que eres una persona que primero escucha activamente las necesidades del otro. Y que usa la inteligencia emocional para comunicar sus necesidades de forma no violenta. Que eres una persona que practica la empatía. Todas estas son afirmaciones a nivel de identidad, sobre el tipo de persona que eres.
Visualiza cómo será tu día ideal
La tercera práctica del ritual matutino es la visualización. La visualización es un complemento de las afirmaciones.
Por ejemplo, si has afirmado que vas a pasar el día siguiendo tu dieta, consumiendo alimentos saludables y evitando lo que te hace daño, ahora es el momento de visualizar cómo lo harás.
Puedes cerrar los ojos e imaginar cómo será tu desayuno, tu comida o tu cena. Puedes verte con el cuerpo que quieres tener, con la salud que mereces y con la energía que irás ganando al alimentarte mejor.
Para hacer este práctica todavía más poderosa, puedes crear un cuadro de visualización.
Este cuadro de visualización es una representación de lo que quieres usando imágenes. Puedes coger revistas y recortar imágenes que representen lo que quieres. Puedes buscar las imágenes en internet e imprimirlas. O incluso puedes tenerlo todo un álbum en el móvil.
Así tendrás una imagen clara de todo lo que quieres conseguir en tu día y, en consecuencia, en tu vida.
Mueve el cuerpo desde primera hora del día
Hasta aquí sólo has cuidado de tu mente. El cuarto paso del ritual es trabajar un poco tu cuerpo por la mañana. Con las vidas ocupadas que llevamos, normalmente tendemos a dejar la actividad física para después. Y ese después acaba transformándose en nunca. Si dejamos el hacer el ejercicio físico para el final del día, ya estaremos cansados o sencillamente no tendremos tiempo. Prioriza tu buen estado físico.
Si no tienes tiempo de ir al gimnasio para hacer tu entrenamiento principal, puedes usar diez o quince minutos para hacer ejercicio en casa. Puedes hacer un entrenamiento por intervalos de alta intensidad sólo con el peso del cuerpo o una breve sesión de yoga.
Escoge el ejercicio que más vaya contigo y con tus mañanas. Aquí la constancia es más importante que la intensidad o el tiempo del ejercicio.
Al hacer esto, tendrás el cuerpo lleno de energía para el resto del día.
Leer y escribir también deben formar parte de tu mañana
Pocas personas tienen la costumbre de hacer los dos últimos pasos del ritual matutino. Me refiero al simple acto de leer y escribir.
Primero, debes leer. Pero no lo que tus amigos publican en las redes sociales. Ni las páginas de noticias, ni siquiera el periódico.
La lectura a esta hora debe ser un material valioso que te haga desarrollarte como persona. Puede ser un libro técnico sobre tu área profesional. Puede ser un libro de ficción que te haga reflexionar. Puede ser sencillamente algo que quieras aprender. Aprende a invertir mejor y tener más abundancia financiera. Aprende a comunicarte mejor y tener mejores relaciones. Aprende nuevos idiomas. Siempre mejorando.
Normalmente, dejamos la lectura para el final del día, cuando ya estamos cansados. Por eso muchas veces acabamos no leyendo nada.
Si pones la lectura para después del inicio de la mañana, vas a leer muchos más libros de los que la mayoría de la gente. Si sólo lees diez páginas al día, podrás leer tres mil seiscientas cincuenta páginas al año. Esto significa que vas a leer una media de dieciocho libros al año.
Después de leer, el último paso del ritual es escribir. Escribe un diario con todo lo que has asimilado durante tu silencio, tus afirmaciones y tu visualización. Escribe cómo te has sentido al hacer ejercicio. Escribe lo que has aprendido con el libro que acabas de leer. Escribe cuáles son tus nuevos compromisos contigo mismo y qué tareas vas a realizar. Escribe lo que has hecho ayer y cuáles fueron las lecciones aprendidas. Escribe aquello por lo que estás agradecido en la vida.
Al escribir, organizas tus pensamientos. Esto facilita bastante transformar en una realidad concreta lo que antes era sólo un sueño abstracto.
Después de escribir, tu ritual matutino ha llegado a su fin. Ahora puedes desayunar y prepararte para irte a trabajar sabiendo que ya has cuidado de tu mente y de tu cuerpo con un excelente inicio del día. Y gracias a la constancia, tus próximas decisiones también serán de alta calidad.
Sólo necesitas una hora para cambiar tu vida
Para quien se levanta tarde y sale corriendo al trabajo, hacer una ritual matutino como este puede parecer completamente inviable.
Pero sólo necesitas una hora para completar los seis salvadores de vida del ejemplo presentado. Cinco minutos en silencio, cinco minutos para afirmaciones y cinco minutos más para la visualización.
Después veinte minutos de ejercicio seguidos de veinte minutos de lectura. Y, finalmente, cinco minutos más para escribir.
Si realmente no tuvieras una hora disponible durante la mañana, puedes probar a levantarte una hora antes. Y esto es posible decidiendo acostarte una hora más temprano.
Puede ser que el cambio de tus horarios de sueño sea recompensada por el ánimo generado al cuidar de la mente y del cuerpo justo a primera hora de la mañana. Puede ser que no. Sólo tú vas a saberlo después de probar.
Para los días en los que realmente no tienes tiempo para nada, hay una versión minimalista del ritual que puede hacerse en tan sólo seis minutos. En esta versión, debes dedicar sólo un minuto para cada uno de los seis salvadores de vida.
Despiértate tranquilo y, después de unos estiramientos, siéntate en la cama y quédate en silencio intencionadamente durante un minuto. Al minuto siguiente, haz tus afirmaciones diarias, recordándote a ti mismo quién quieres ser y poner tu intención en lo que quieres hacer durante el día que acaba de empezar .
Durante el tercer minuto, cierra los ojos y visualiza aquello que quieres en tu vida. Después, coge tu diario y escribe algunas de las cosas por las que estás agradecido, por las que te sientes orgulloso y los resultados que te estás comprometido a conseguir durante ese día.
Después coge el libro que estés leyendo y sencillamente lee una o dos páginas, lo que te sea posible leer en un minuto.
Finalmente, levántate de la cama y pasa el último minuto moviéndote durante sesenta segundos. Opta por ejercicios sencillos que puedas hacer ahí mismo, como flexiones, jumping jacks, también llamados saltos de mariposa, o abdominales.
Adaptando tu propia Mañana Milagrosa
Practicar el silencio, hacer afirmaciones y visualizaciones, mover el cuerpo, leer y escribir son actividades que pueden beneficiar a todo el mundo.
Pero eso no significa que todo el mundo deba seguir exactamente el mismo ritual matutino. Cada uno de nosotros es diferente y tiene necesidades y limitaciones diferentes.
Por eso, lo ideal es que adaptes el ritual matutino a tu estilo de vida y al tiempo que tengas disponible.
Por ejemplo, si no puedes hacer ejercicio por la mañana sin perjudicar otras tareas que tengas que hacer, no te culpes por ello. No dejes que el perfeccionismo te moleste. Sencillamente haz el ritual que puedas introducir en tu rutina y haz ejercicio en otro momento del día.
Mañanas Milagrosas sólo va a ocurrir si eres constante en tu vida. Y para ser constante, tiene que ser algo placentero. Por eso, incluye actividades que te ayuden a cumplir tus objetivos y que sean posibles de hacer.
Además, intenta que el ritual sea siempre nuevo, divertido y emocionante. Cambia la forma en la que practicas el silencio. Cambia de ejercicios. Lee diferentes tipos de libros.
En el fondo, el ritual matutino es un hábito. Ya has visto en el canal Arata Academy que tenemos varios materiales sobre cómo crear hábitos. Como todo hábito, el ritual matutino necesita tiempo para crearse. Lo importante es que mantengas la constancia y empieces a hacer el ritual en cuanto te levantes. Ese es tu detonante.
Después, el propio ritual debe ser tu recompensa. Tienes que sentirte bien cuando estás haciendo las actividades y también después de hacer las actividades. Si todo fuese un martirio, no vale la pena hacerlo.
La calidad de tu vida depende de la calidad de tus días. Y la calidad de tus días está influenciada fuertemente por la forma en la que empiezas tus días.
Crear y mantener un ritual matutino que te haga sentir bien justo a primera hora del día es un hábito excelente para los que quieren tener una vida con más productividad, logros y satisfacción.
El ritual matutino es una de las piezas esenciales para una buena planificación de vida. Si quieres ir más allá y hacer un plan de vida completo, Arata Academy tiene un nuevo curso dedicado especialmente a ello, y puedes conocerlo en este link.