¡Hola! Seiiti Arata. Vamos a hablar con las personas que ya se han puesto metas alguna vez, pero nunca las han alcanzado como habían planeado. Hoy vas a aprender a usar el famoso ciclo PDCA para ajustar tus metas a su tamaño ideal y obtener resultados. En un momento explico qué es el PDCA y cómo usarlo… pero te adelanto que la solución es evitar metas demasiado ambiciosas y establecer mini metas semanales.
¿Cuál es el problema con las metas demasiado ambiciosas? Piensa, por ejemplo, en ganar un millón abriendo tu propia empresa o quemar doce kilos de grasa en un mes.
Aunque uses el criterio SMART para crear metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo definido, es probable que no hayas conseguido cumplir esas metas.
Como estas metas son demasiado ambiciosas, normalmente tienes que definir un plazo mucho más largo para cumplir tus objetivos. Es difícil mantener el entusiasmo cuando el resultado está muy lejos y no tienes recompensas inmediatas para tus acciones.
Todo esto puede resolverse si dejas de lado esas metas grandiosas y empiezas a centrarte en minimetas semanales.
Las Minimetas Semanales son más fáciles de alcanzar, más estimulantes, y te dan un feedback inmediato.
Una minimeta semanal no es más que una Meta SMART en la que el último componente, la letra T (de “timely”), que se refiere al plazo definido, es siempre de una semana
Vas a mirar los objetivos que ya tienes y a ver cuántos de esos objetivos puedes alcanzar en una sola semana. Las ventajas son muchas. Tienes la obligación de hacer una planificación más práctica, de reducir tus expectativas y de actuar rápido. También recibes un feedback más inmediato, mantienes el entusiasmo y puedes arreglar lo que no esté funcionando.
Te voy a dar un ejemplo para que quede más claro. Imagina que tienes una Meta SMART, “Adelgazar doce kilos en los próximos tres meses, siguiendo la Dieta Paleo y haciendo calistenia tres veces a la semana”.
Esta es una meta relativamente ambiciosa. Durante noventa días, tienes que concentrarte en mantener la dieta y hacer ejercicio para intentar eliminar el peso que has establecido. Puede que al principio pierdas más peso. Puede que no pierdas peso en la báscula porque has reducido la grasa a la vez que has aumentado la masa muscular. Puede que tengas una lesión en la muñeca que no te permita hacer calistenia.
Entonces, vamos a transformar esa meta ambiciosa en una Minimeta Semanal. Está claro que es imposible perder doce kilos en una semana. Por lo tanto, el primer paso para crear tu Minimeta Semanal es reducir las expectativas y adecuarte a la realidad.
¿Cuánto peso puedes perder en una semana? Este es un número difícil de definir con exactitud, pero no importa mucho. Debes centrarte en el progreso, no en la perfección.
Digamos que has establecido que tu meta es perder un kilo. Por lo tanto, tu Minimeta Semanal con los criterios SMART va a ser “Adelgazar un kilo en los próximos siete días siguiendo la Dieta Paleo y haciendo calistenia los lunes, miércoles y viernes antes de ir al trabajo”.
Usa el ciclo PDCA para sacar el máximo provecho de tus metas semanales y ver cómo tus objetivos se acercan semana tras semana.
El PDCA es una técnica de mejora continua que significa Plan, Do, Check, Act. es decir: Planea, haz, comprueba, ajusta. Por eso, el PDCA encaja a la perfección con las Minimetas Semanales.
Sigamos con nuestro ejemplo. Ahora has definido que tu Minimeta Semanal va a ser “Adelgazar un kilo en los próximos siete días siguiendo la Dieta Paleo y haciendo calistenia los lunes, miércoles y viernes antes de ir al trabajo”.
Este ha sido el inicio de la etapa P del PDCA: has empezado a planear. Pero tu planificación tiene que ser más detallada.
¿Qué comidas vas a tomar la semana que viene para seguir la dieta? ¿Qué alimentos tienes que comprar para tener en casa? Si tienes compromisos que te hagan comer fuera la semana que viene, ¿qué vas a pedir para mantener la dieta? ¿Qué rutina de ejercicios vas a hacer el lunes, miércoles y viernes? ¿Dónde vas a hacer esos ejercicios?
Toda tu planificación, y las demás etapas del PDCA deben ser puestas por escrito, en una agenda u otra herramienta de planificación y ejecución. La planificación no puede quedarse tan sólo en tu cabeza. Quien fracasa al planificar, planifica fracasar. Y aquí queda bien clara una gran ventaja de las minimetas semanales: es mucho más fácil planificar de forma concreta cuando el plazo es de tan sólo una semana.
Puedes planificar tus comidas y ejercicios de los próximos siete días con cierta facilidad. Tienes una idea de los compromisos que tendrás la semana que viene. Sabes cómo está tu cuerpo, si tienes alguna lesión, si tienes que ir a algún cumpleaños. Si tu meta fuese de tres meses, un semestre o un año, sería muy difícil tener claro todo esto.
La segunda etapa del PDCA es la D de “Do”, es decir, de hacer, de entrar en acción. Aquí tienes que pasarte los próximos siete días poniendo en práctica lo que has planificado. Tienes que comer las comidas de tu plan y hacer los ejercicios que has planificado.
Al final de la semana, cumplirás la tercera etapa del PDCA: “Check” o “Comprobar”. En esta etapa, comparas tu plan con la realidad. Por ejemplo, habías planificado hacer calistenia el lunes, el miércoles y el viernes, durante una hora, antes de ir al trabajo. ¿Y bien? ¿Lo has hecho? Si lo has hecho, ¿cómo han sido los ejercicios? Si no lo has hecho, ¿qué ha pasado?
También durante la etapa de Comprobar vas a verificar objetivamente si has cumplido la Minimeta Semanal, o no. Tu objetivo era perder un kilo. Por lo tanto, tienes que pesarte o medir tu porcentaje de grasa corporal para comprobar de forma objetiva si has adelgazado un kilo o no.
Ajusta tus Minimetas semana tras semana hasta conseguir alcanzar tu objetivo final.
Ahora ha pasado una semana y has comprobado si has cumplido o no tu meta. El último paso del ciclo de mejora continua PDCA es el Act, o Ajustar. Debes ajustar tus acciones para seguir mejorando semana tras semana.
Por ejemplo, imaginemos que has conseguido la meta de adelgazar un kilo a la semana siguiendo la dieta paleo y haciendo calistenia. ¿Qué puedes ajustar para mejorar todavía más tus resultados de la semana que viene? ¿Qué comidas te han gustado más y cuáles menos? ¿Qué ejercicios te ha gustado más hacer? ¿Tienes alguna lesión que te obligue a cambiar los ejercicios de calistenia a algo diferente, como senderismo o natación?
Si no has conseguido alcanzar tu minimeta semanal y no has adelgazado un kilo como habías planeado, ¿qué ha salido mal? ¿No será que la meta de un kilo en una sola semana es demasiado grande? ¿Podrías proponerte adelgazar medio kilo la semana que viene? ¿O es que la dieta que has escogido no te funciona?
El PDCA es un ciclo. Por lo tanto, al final de la etapa de Ajustar, debes volver a la etapa de Planificar. Con toda la información que tienes ahora en mano, es hora de establecer una nueva Minimeta Semanal. Si todo ha salido bien, la planificación puede ser muy parecida o incluso igual a la de la semana pasada. Quizá quieras desafiarte un poco e incrementar el objetivo un diez o un veinte por ciento. Pero si la meta semanal anterior no ha salido bien, la nueva planificación debe sufrir los ajustes necesarios.
Cada semana que pase, completarás un ciclo. Las Minimetas Semanales te darán un feedback inmediato en un espacio corto de tiempo, para que puedas mantener el entusiasmo, ver tus resultados y tener claro lo que funciona y lo que no.
Y, con el efecto acumulado de algunas semanas, estarás mucho más cerca de tu antigua meta ambiciosa. ¿Entiendes la paradoja? Al reducir el tamaño de tu meta, podrás acumular miniresultados de verdad cada semana. Y esos resultados acumulados, al final se convierten en una gran meta.
Las metas no deben ser confundidas con sueños. Sé concreto y práctico para que las Minimetas Semanales funcionen bien.
Debes de haberte fijado en que las Minimetas Semanales requieren una planificación mucho más concreta que las metas ambiciosas a largo plazo.
Muchas veces, cuando nos proponemos metas ambiciosas a largo plazo, realmente estamos expresando algunos de nuestros sueños.
Cuando dices que quieres “conseguir un millón en el banco en cinco años abriendo tu propia empresa de éxito”, puedes incluso creer que estás creando una Meta SMART, pero, en realidad, sólo estás soñando en alto.
Los sueños no tienen nada de malo. Sólo tienes que tener claro qué es qué para no confundir sueños abstractos con metas supuestamente concretas, pero que nunca se hacen realidad.
Está bien soñar con ser millonario, si es importante para ti. Pero, para que ese sueño se convierta en realidad, tienes que actuar. Piensa en los sueños o metas ambiciosas como si fuesen una especie de guía para saber a dónde quieres llegar. Y piensa que las Minimetas Semanales son lo que definen las acciones que vas a llevar a cabo hoy, mañana y durante los próximos siete días para acercarte un poco a esos sueños.
Para que las Minimetas Semanales funcionen, tienes que ser muy práctico. ¿Cuál es el objetivo medible al final de la semana? ¿Qué acciones son necesarias? ¿Qué días y cuántas horas vas a dedicarle a esas actividades? ¿Están marcadas en tu calendario? ¿Has gestionado tu tiempo para poder realizar esas actividades?
Ser práctico también es comprobar qué ha funcionado y qué no. Es aprender a decir no a otros compromisos. Es reducir tus objetivos a una cantidad que seas capaz de alcanzar. Es comprometerte a seguir lo que has planificado.
Obviamente, esto da mucho más trabajo que soñar con tener un millón en el banco abriendo una empresa de éxito. Por eso mucha gente prefiere seguir poniéndose metas ambiciosas, pero que nunca se hacen realidad.
Por lo tanto, si tu objetivo es realmente alcanzar esas metas, en la práctica, en la vida real, de forma concreta… no puedes tenerle miedo al trabajo duro. Tienes que dejar los sueños en el campo de los sueños, y ponerte manos a la obra para cumplir tus metas. Hazlo semana tras semana, equivocándote y acertando, pero siempre mejorando un poco cada siete días.
Las Minimetas Semanales funcionan porque son más concretas, alcanzables y te dan un feedback inmediato para poder ajustar tus acciones a tus necesidades.
La principal diferencia para las metas ambiciosas es el factor tiempo. En las Mini Metas, tienes siete días para conseguir tus objetivos, por lo que tienes que planificar y ejecutar gestionando tu tiempo de la mejor forma posible.
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