¡Hola! Seiiti Arata. La palabra japonesa mottainai puede ser bastante útil para vivir mejor. Hoy voy a compartir contigo una técnica fácil para que le des más valor a tu propia vida y tomes mejores decisiones, negándote a perder tiempo y energía en tareas que no tienen sentido para ti.
La técnica funciona a través de un sistema de comparaciones: si aumentas la conciencia de que no puedes desperdiciar objetos, entonces obviamente vas a aprender a no malgastar tampoco ni tu tiempo, ni tu energía, ni tu propia vida.
Es normal desarrollar sentimientos por objetos inanimados.
Imagínate que tienes un coche que te gusta mucho. Si no te gustan los coches, puedes sustituir este ejemplo por cualquier otro objeto por el que tengas un especial aprecio. Y un día ves a un hombre desconocido escupiendo en tu coche. ¿Cómo te sientes? Ese escupitajo es fácil de limpiar y no le ocasiona ningún daño permanente al coche, pero aun así, probablemente te sentirías emocionalmente incómodo viendo a alguien escupiendo sobre un objeto que te gusta tanto.
Para un segundo ejemplo vamos a volver a tu infancia. Piensa en cuando ibas al colegio. Imagínate que te han regalado una mochila nueva y aparecen unos niños matones que le dan patadas a tu mochila y se van corriendo mientras se ríen. Tú miras tu mochila y ves que no se ha roto ni ensuciado. Si no lo hubieras visto, ni siquiera te habrías enterado de lo que había pasado. Pero, ¿cómo te sientes en relación al objeto, a la mochila?
En estos dos ejemplos, mucha gente diría que sintió pena por el objeto, como si le hubiesen faltado al respeto al objeto. Pero si hablamos racionalmente, eso no tiene ningún sentido, porque los objetos inanimados, por definición, no tienen vida, no tienen capacidad cognitiva, no tienen sentimientos. No se puede faltar al respeto a un objeto. El objeto es INANIMADO. La propia palabra “inanimado”, que viene del latín, significa “sin ánima”, “sin alma”.
Y, aunque los objetos son inanimados, es común atribuirles un cierto nivel de alma, como si fueran personas o como si formaran parte de nosotros. Nuestro cerebro suele hacer este proceso de personificación, y es tan común que hay muchos estudios psicológicos al respecto, por si quieres profundizar en el tema.
Es decir que, hasta cierto punto, es normal atribuirles sentimientos e incluso alma a los objetos… inanimados.
Cuida de los sentimientos hacia ti mismo. Usa los sentimientos por objetos como un gancho de memoria.
Al igual que no quieres que se le falte al respeto a tus objetos, acuérdate de no faltarle al respeto a tu propia vida.
Esta es una forma lógica de pensar: si te molesta que maltraten algún objeto tuyo… debería incomodarte MUCHO MÁS cuando es tu vida a la que faltan al respeto.
Tus objetos son inanimados, no tienen alma. Y tú tienes tu propia vida que merece ser bien vivida.
¿Qué es desperdiciar la propia vida? Sólo tú puedes responder a esa pregunta, porque es tu vida. Para mí, malgastar la vida es pasarse todo el tiempo fisgoneando la vida de los demás en las redes sociales. Echar a perder la vida es maltratar tu cuerpo con el uso de drogas. Para mí, desperdiciar la vida es ser fan de un político o dejarse seducir por discursos manipuladores de los militantes políticos corruptos.
En japonés, la palabra mottainai 勿体無い está compuesta por “mottai” 勿体, que significa la esencia de las cosas, y por el sufijo “-nai” 無い, que significa negación. Mottainai es una expresión de lamento por no haber aprovechado bien las cosas. Puede traducirse como “¡Qué desperdicio!”.
Mis abuelas siempre decían la palabra mottainai cuando algún alimento se había estropeado y ya no se podía comer. Además de ser un desperdicio de dinero, había un sentimiento de haber desaprovechado la oportunidad, como si la misión de ese objeto no se hubiese cumplido.
Un ejemplo que lo explica mejor es cuando yo era pequeño y crecía muy rápido, de manera que había ropa nueva que ya no me valía. Tirar esa ropa sería mottainai. Sería un desperdicio no dejar que esa ropa cumpliera un papel útil y por eso la donábamos y nos hacía muy felices saber que alguien la estaba usando.
Otras veces, cuando una camiseta vieja tenía agujeros y ya no se podía usar más, se convertía en trapo. Y cuando ya no servía ni como trapo de lo desgastada que estaba, era el momento de decir “otsukaresama deshita” お疲れ様でした, que se puede traducir como “gracias por tu duro trabajo”, es decir, que era una manera de agradecer el desgaste, de reconocer el esfuerzo, de respetar el alma de ese objeto.
Simplemente te estoy contando un poco de mi vida. Pero, obviamente, no necesitas ser de ascendencia japonesa para entender todo esto. Estoy seguro de que entiendes perfectamente los sentimientos de incomodidad en relación al desperdicio. Y los de agradecimiento por un uso bien aprovechado.
Y la técnica para vivir una vida mejor es simplemente darse cuenta de todas las veces que se tienen esos sentimientos hacia objetos… y usar esos momentos como recordatorios (como ganchos de memoria) para cuestionarte si estás dándole un buen uso a tu vida.
Esto es una invitación para que aumentes tu grado de consciencia y no eches a perder tu vida. Presta atención plena a lo que estás haciendo. No pierdas el tiempo con cosas inútiles. Actúa con cautela y no descuides lo que tienes por prestar atención a lo que no tienes.
Mottainai significa respetar tus recursos y dejar de desaprovechar lo que tienes.
Es muy frecuente darle más valor a lo que no tenemos y dejar de cuidar lo que sí tenemos.
Valoramos lo que todavía no tenemos cuando nos quedamos pensando en comprar ese smartphone nuevo, en conseguir el trabajo de nuestros sueños o en tener una vida tan buena como la de esa persona de las redes sociales a la que admiramos.
Siempre que hacemos eso, estamos enfocándonos en lo que no tenemos. Y, normalmente, eso nos causa sentimientos negativos, porque nos hace comparar nuestra vida actual con una vida idealizada que todavía no hemos alcanzado. Una vida que casi nunca es real, porque ha sido editada para que parezca mejor de lo que realmente es.
Si has tenido algún deseo de ese tipo alguna vez y lo has alcanzado, sabes muy bien lo que pasa. A partir del momento en el que consigues lo que querías, en poco tiempo parece que pierde su encanto. Y entonces pasamos a desear otra cosa, en un ciclo sin fin.
Eso es un desperdicio de recursos. Primero malgastamos nuestra atención centrándonos en algo que está fuera de nuestro alcance. Después perdemos el tiempo intentando alcanzar esas cosas, pensando que satisfacer esos deseos va a darnos la felicidad. Y, por último, desaprovechamos todo lo que ya tenemos, porque no estamos cuidando de lo que ya hemos conseguido.
El desperdicio es una pena. Además de desaprovechar el objeto, también estás desaprovechando todo lo que hiciste para conseguir ese objeto.
Cuando actúas de manera descuidada con lo que has conseguido, no sólo estás desaprovechando esa cosa. También estás desperdiciando todo el tiempo, el dinero y la energía que usaste para alcanzarla.
Esto queda muy claro con los artículos personales. Piensa en algún objeto que tenías muchas ganas de comprar. Cuando finalmente conseguiste comprarlo, probablemente tuviste un momento de felicidad. Pero con el paso del tiempo, la alegría que te daba ese objeto se fue perdiendo. Hasta que pasaste a dejarlo de lado y dejaste de prestarle atención.
Cuando haces eso, la primera consecuencia evidente es que estás desaprovechando ese objeto. Pero también estás desaprovechando el dinero que usaste para comprarlo. Y el tiempo que invertiste en ganar ese dinero. Y la energía que gastaste para ganar el dinero y para comprar el objeto.
Lo mismo pasa con tu vida. Si ni siquiera sabes cuál es tu propósito en la vida, cuáles son tus valores en la vida, qué es lo que realmente quieres hacer en este mundo para poder decir que tuviste una buena vida… ¡mottainai! ¡Qué desperdicio!
Por eso, en el curso Planificando Tu Vida hacemos un trabajo completo sobre tus valores y tu propósito, incluyendo varias actividades interactivas y cuestionarios muy útiles que tienes que responder con ayuda del Equipo de instructores de Arata Academy. Si todavía no tienes acceso, accede a https://arata.se/planificandotuvida para ver las clases introductorias.
También puedes usar la idea de Mottainai para centrarte en lo esencial.
De cierta forma, mottainai también está relacionado con la idea de danshari, el minimalismo japonés, sobre el que hablamos en el episodio 231 de la serie ¡Hola! Seiiti Arata. Cuando te limitas a lo que es esencial, consigues tener una vida más sostenible, eres capaz de vivir con menos y puedes acumular más riqueza para alcanzar la libertad financiera.
El concepto de mottainai dice que incluso la cosa más pequeña tiene una especie de espíritu. Y tienes que respetar y cuidar esa cosa igual que cuidas de un animal, de una planta o de una persona a la que aprecias.
Puede parecer raro cuidar de un objeto igual que lo haces de una persona, sobre todo si eres una persona más racional. En ese caso, una reinterpretación más pragmática es que puedes ser más eficiente generando menos basura, desperdiciando menos comida, menos agua o incluso menos tiempo. Necesitas tener claro lo que quieres obtener como resultado final y aprender a rechazar las situaciones que provoquen desperdicio.
Para tener una buena vida, necesitas tener claro cuáles son tus mayores valores personales.
Si te están gustando estas ideas, el siguiente paso es aumentar el grado de claridad que tienes sobre las cosas que más valoras en la vida.
¿Por qué? Porque entonces sabrás que, cuando estás trabajando por esas cosas, estás centrándote en lo esencial. Y cuando no estés trabajando por esas cosas, de cierta manera estás perdiendo el tiempo, la atención y la energía.
Por ejemplo, imagínate a una chica que valora el contacto con la naturaleza, la simplicidad y el silencio. Lo ideal para ella sería vivir en un lugar tranquilo, cerca de la naturaleza, sin ruidos cerca. Ahora imagínate que sus padres son abogados famosos y terminan por presionarla para que estudie Derecho y herede el bufé de abogados de la familia.
Si sigue el sueño de sus padres, qué desperdicio. Ha dejado de trabajar por lo que realmente valora sólo para agradar a los demás.
Eso pasa más frecuentemente de lo que debería. Estamos malgastando continuamente nuestros esfuerzos para conseguir cosas que en realidad no valoramos tanto. Por eso no cuidamos bien de las cosas, porque pensamos que sólo es nuestro próximo logro el que nos dará la felicidad que buscamos.
Para evitar esto, haz el ejercicio de enumerar por orden de importancia las cosas que más valoras en tu vida a día de hoy. Esos valores son distintos a tus valores del pasado. Y probablemente son distintos a los del futuro. Lo que valoramos va cambiando según nuestro contexto, por eso es importante que tengas claro qué es lo que valoras HOY.
Ese es el punto de partida para evitar el desperdicio. Teniendo claro lo que más valoras, vas a poder ponerte objetivos específicos, hábitos y todo lo que sea necesario para alcanzar esos valores personales, dejando de lado todo lo demás que, en realidad, no es más que desperdicio.
Mottainai es una palabra japonesa que te ayuda a dejar de perder el tiempo, la energía y el dinero en cosas que, en realidad, no valoras tanto. Ese concepto puede ayudarte a cuidar mejor de lo que ya tienes, a tener una vida más significativa y además a contribuir a que el mundo sea más sostenible.
Para empezar a poner esa idea en práctica, empieza por el autoconocimiento. Haz una lista ordenada de tus mayores valores personales en el momento. Y céntrate en esos valores, dejando de perder tiempo, energía y dinero en cosas que no valoras tanto.
En el curso Planificando Tu Vida, la definición de valores personales es el primer paso para crear un plan de vida que se centre en lo que realmente valoras, eliminando el desperdicio. Puedes conocer el curso y empezar a hacer tu plan de vida ahora mismo accediendo a https://arata.se/planificandotuvida