¡Hola! Seiiti Arata. Para ti que eres joven y tienes toda una vida por delante, tienes que entender que tu vida está predeterminada. El sistema está configurado para que nunca seas rico. Si no tomas el control de tus finanzas, vas a convertirte en una persona más de las que intercambian su tiempo por dinero. Y al final de esta charla vas a entender por qué intercambiar tiempo por dinero te impide prosperar.
Si tú no tomas tus propias decisiones, otros van a elegir por ti.
Tienes que recibir educación financiera para liberarte y poder tomar tus propias decisiones. Si no eliges lo que quieres para tu futuro, ¿qué va a pasar? Vas a acabar tomando la decisión que ya está predeterminada, como las configuraciones por defecto de una aplicación que instalas.
La configuración por defecto es que tienes que ir a la universidad, hacer unas prácticas y soñar en ser contratado en una buena empresa. La configuración por defecto es tolerar que una buena parte de tu salario va a ser descontada con la promesa de que un día te jubilarás. Es una ilusión que viene instalada por defecto en la cabeza de las personas.
Es una ilusión asociar la prosperidad financiera con la imagen del ejecutivo incansable, adicto al trabajo, que trabaja día y noche para crecer en su carrera profesional y ser recompensado más tarde. Con esa imagen en la cabeza, puedes creer que el camino hacia la riqueza es trabajar duro para tener más dinero.
El problema es que las personas verdaderamente ricas NO trabajan por dinero.
Al contrario, quien trabaja por dinero acaba teniendo una vida llena de dificultades y limitaciones. Cuando te enfocas en tomar decisiones para aumentar tus ganancias financieras, estás utilizando una mentalidad de corto plazo. Y ese aumento de riqueza viene a costa de sacrificios personales que no valen la pena a largo plazo.
La verdadera riqueza es la que permanece hasta cuando no estás trabajando. Si hay un concepto que tienes que aprender es que no debes intercambiar tu tiempo por dinero. Es una distinción importante que tienes que entender ahora.
Los pobres y la clase media trabajan por dinero. Los ricos hacen que el dinero trabaje para ellos.
Solo las personas pobres o de clase media trabajan por dinero. Esta es la primera lección que Robert Kiyosaki comparte en su bestseller Padre Rico, Padre Pobre. Pero, ¿qué significa exactamente decir que los ricos no trabajan por dinero?
Para entender esta lección, tenemos que aprender a distinguir lo que es una persona verdaderamente rica.
¿Crees que un ejecutivo millonario de una empresa es una persona rica? ¿O que un jugador de fútbol millonario es rico?
Solo con esa información, no se puede saber. El mero hecho de ser millonario no es un indicador de verdadera riqueza si aún se necesita cambiar tiempo por dinero.
La persona verdaderamente rica es la dueña de la empresa en la que trabaja el alto ejecutivo. Es el dueño del club en el que juega el futbolista.
Los que trabajan intercambiando tiempo por dinero no pueden ser considerados realmente ricos. Si trabajas por dinero, vas a dejar de ganarlo el día que no puedas seguir trabajando o simplemente seas sustituido por otra persona.
La mejor manera de hacer que el dinero trabaje para ti es recibir educación financiera.
La configuración por defecto que está instalada en la cabeza de todo el mundo es que hay un camino para hacerse rico. Ir al colegio, sacar buenas notas, estudiar una carrera y conseguir un buen trabajo en una gran empresa. Después, trabajar bastante, estudiar todavía más, hacer posgrados, y progresar en la carrera profesional para ganar cada vez más.
El error de este camino es que te está configurando para trabajar por dinero. Si siempre cambias tu tiempo por dinero, acabas cayendo en la trampa de tener que trabajar para siempre, como las ratas que se pasan la vida corriendo en una ruedecita sin moverse del lugar. Es la carrera de las ratas.
Las personas verdaderamente ricas no siguen ese camino. En vez de trabajar por dinero, deciden vivir de las rentas. Tú puedes hacer lo mismo, pero para eso necesitas tener educación financiera. Y para tener educación financiera tienes que aprender a evaluar los riesgos, saber cuándo usar el poder del apalancamiento, optimizar tu estrategia tributaria, elegir cuáles son las mejores inversiones para tu perfil, identificar a qué da más valor el mercado.
Las personas ricas tienen algo en común: son emprendedoras y han construido grandes empresas para concretar sus propias ideas.
En vez de trabajar solo para ganar dinero, esos grandes empresarios se centran en resolver el problema de otras personas a gran escala. Así, generan riqueza también a gran escala, solucionan problemas reales, generan ganancias para los gobiernos en forma de impuestos y crean empleo para miles de trabajadores.
No necesitas ser empresario para hacer que el dinero trabaje para ti. Puedes vivir de las rentas viviendo tu vocación.
¿Será que para vivir de las rentas necesariamente tienes que montar una empresa?
No. Si tu definición de riqueza es sencillamente no necesitar preocuparte más por el dinero y tener lo suficiente para pagar un estilo de vida cómodo hasta el final de tu vida, entonces no necesitas ser empresario. Puedes simplemente seguir con tu trabajo normal, siempre que tengas varias inversiones que mejoren cada mes.
Antes que nada, tienes que seguir tu vocación, tu propósito. Si prefieres ser artista, médico, ingeniero, no tienes que dejar lo que realmente te gusta para crear una empresa.
De hecho, si abres una empresa sin tener un deseo sincero de emprender, es bastante probable que acabes fracasando.
Por eso, si te gusta tu trabajo y no estás interesado en ser empresario, hay una manera muy sencilla de hacer que tu dinero trabaje para ti mientras que tú sigues viviendo tu vocación. ¿Cómo? Invirtiendo en la empresa de otras personas que tengan la vocación de ser empresarias. Y para saber hacer esas inversiones y elegir qué acciones comprar… también vas a necesitar educación financiera.
Gana más de lo que gastas. La diferencia entre los ingresos y los gastos es la que va a trabajar por ti.
Si trabajas por dinero… has caído en una trampa triple. Primero, gastas todo lo que ganas. Segundo, cuando aumentas tus ganancias, aumentas tus gastos. Tercero, no estás mejorando tu educación financiera.
Por eso es por lo que, aunque estés ganando más, sigue sin sobrar dinero a final de mes. Es lo que se llama carrera de ratas. Es un ciclo de trabajar para ganar dinero y de tener que ganar dinero para pagar las cuentas.
La única manera de salir de esa carrera de ratas es venciendo a la ignorancia. Además de aprender cómo funciona el dinero, tienes que aprender cómo tus propias emociones te guían en tu búsqueda de la independencia financiera. Entre todas las emociones, principalmente tienes que aprender a dominar el miedo y la ambición.
Dominando el miedo a perder dinero y la ambición de querer siempre más, puedes controlar mejor tus gastos. Puedes empezar a hacer que te sobre algo de dinero a final de mes.
Ese dinero restante puede ser usado de dos maneras. Si tienes vocación para abrir un negocio, puedes empezar a invertir construyendo tu propia empresa. Si no tienes vocación para ser empresario, puedes empezar a invertir en empresas de otras personas.
Esa inversión puede hacerse tanto en el negocio de una persona conocida, como en inversiones más estructuradas, como fondos de renta fija, inmuebles y acciones. ¿Y cuál es la mejor inversión? Solo tú puedes decidir qué se adapta mejor a tu perfil, siempre que tengas educación financiera.
Lo importante, a fin de cuentas, es entender cómo funciona el dinero y hacer que el dinero trabaje por ti. Con el tiempo y el poder de los intereses compuestos, un día ese dinero puede llegar a generar una renta que te libere de tener que pasarte la vida intercambiando tu tiempo por dinero.
Si quieres ser rico, deja de trabajar por dinero y empieza a vivir de las rentas. Empieza desde ya a aprender cómo funciona el dinero y cómo funcionan tus emociones en relación al dinero. Con ese conocimiento, haz que tu dinero trabaje para ti hasta liberarte de la carrera de las ratas.
Una buena manera de hacerlo es estudiando cómo actúan las personas de la clase alta. ¿Cómo trabajan? ¿Cómo piensan? ¿Qué hacen para tener cada vez más dinero?
Para ti que te has quedado hasta el final, demostrando que el tema te interesa de verdad, te invito a ver una clase especial del curso Riqueza Verdadera en la que explico otros tabúes relacionados con el dinero.
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