PACIENCIA. La paciencia es una virtud indispensable para poder alcanzar cualquier cosa importante en la vida. ¿Por qué digo eso? Bueno, porque aquellos que no tienen paciencia dejan las cosas a la mitad… ¡o ni siquiera las empiezan!
¿Sabes esas situaciones en las que alguien dice “hagamos esto”? y luego la otra persona dice “oh no, no tengo PACIENCIA para hacer eso”.
¿Cómo podemos cultivar la paciencia?
El ingrediente número UNO: para tener paciencia necesitamos aceptar el tiempo necesario para que ocurra lo que debe ocurrir.
Entender bien el proceso me ayuda a no sentirme agobiado. Sé que para ir del punto A al punto B necesito al menos media hora, o, dependiendo del tráfico, puede llegar a una hora y media. Sé que un embarazo dura nueve meses.
Esta noción del tiempo es un tipo de conocimiento. Es claridad. Claridad sobre el camino hacia delante. Y esa clase de claridad me ayuda a no entrar en pánico o en desesperación. Y sobre todo, a no entrar en un estado de furia, que es lo opuesto a la paciencia.
Me refiero a ello como claridad porque uno de los males de este siglo es querer algo a cambio de nada. Si quiero obtener cierto resultado pero no estoy dispuesto a aceptar el tiempo que ese proceso necesita, llegará la frustración. Así que, en el momento de decidir si quiero o no, necesito tomar en cuenta el esfuerzo, el precio, y el tiempo. Tras esto tomaré una decisión más consciente.
Pero esto no es suficiente:
Ingrediente número DOS: necesito pasión.
Cuando decimos “ese señor tiene mucha paciencia”, a veces puedes pensar en un anciano usando tirantes, sentado en una mecedora, con una postura pasiva, que se mueve lentamente, casi quieto.
En este ejemplo, creo que estamos confundiendo paciencia con pasividad. Con pereza, con conformidad y resignación.
Pero aquellos que solo miran desde lejos tienen problemas al diferenciar el comportamiento, las acciones de una persona pasiva y las de alguien paciente. Debemos mirarnos hacia el interior, ver las emociones y comprobar si existe la pasión.
De hecho, la pasión y la paciencia comparten la misma raíz: la pasión en el sentido de sufrimiento, de apoyo, de resistencia. De nuevo la pasión me lleva al primer ingrediente, que es entender el período de maduración, el tiempo de las cosas.
Alcanzamos esa resistencia básicamente mediante dos rutas: la primera, la más fácil, es cuando sentimos un gran placer inmediato por lo que hacemos. Es como un niño que juega con la pelota, le encanta el fútbol y este placer le ayuda a mejorar y mejorar, hasta el punto en el que se convierte en un gran jugador profesional. Quien se alimenta solo de esta fuente se encontrará con obstáculos inevitables. Por eso prefiero la segunda ruta.
La segunda ruta va sobre encontrar el propósito en lo que hacemos. Aquellos que ven un propósito más grande consiguen más fácilmente tolerar los eventuales problemas, las dificultades, las ofensas, los fallos que cualquier día se nos presenten.
Una cosa es levantar ladrillos todo el día bajo el sol porque estoy construyendo una pared y así es como me gano el salario. Otra, muy diferente es tener que cargar con los mismos ladrillos bajo el mismo sol, pero sabiendo que mi esfuerzo sirve para ayudar a construir una escuela.
Ingrediente número TRES: necesito saber la influencia que tengo
Hay una oración que pide serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, el coraje para cambiar lo que sí se puede cambiar, y SABIDURÍA para saber la diferencia.
Serenidad para aceptar lo que es inevitable.
Coraje para cambiar lo que se pueda cambiar.
Sabiduría para saber la diferencia entre ambas.
Cuando estoy resignado, conformado con lo que tengo ,o pasivo,dejo de buscar cambios.
Tengo en la mano un montón de cambios que me podrían ayudar, o mejor aún, que podrían mejorar mi comunidad, mi sociedad. Y cuando bajo la cabeza por no tener coraje, por no tener paciencia, por no sentir que puedo conseguir las habilidades que necesito para superar el reto. Esto es miedo, conformismo, pereza, pesimismo.
Es verdad que la serenidad y la paciencia nos son útiles en situaciones en las que no hay nada que podamos hacer para cambiar los hechos que ya han ocurrido. En situaciones así, podría tener problemas incluso de salud si me pusiese a mí mismo en un estado de impaciencia, de negación de la realidad, de apego.
¿De qué se ocupa la sabiduría? La sabiduría nos avisará cuando estemos en una situación equivocada, y que necesita nuestra intervención para ser corregida. ¿Acaso no se dice que “la paciencia tiene límites?” Entonces: esta es una situación que se alarga MÁS ALLÁ del tiempo ideal. En estos momentos, la impaciencia cumple un rol importante, cuando nos guiamos por la SABIDURÍA.
Por ello muchas veces lo que nos falta no es paciencia, sino sabiduría. Si pierdo la paciencia y me arrepiento de haber hecho algo es porque he malinterpretado una situación que pedía mi serenidad y acabé actuando con ira, intolerancia y egoísmo.
La sabiduría también es la clave que nos permite aprovechar otra virtud, la persistencia. La persistencia es la virtud de cuando sigo una causa noble, un objetivo que me realiza como persona, una necesidad que enriquece a mi comunidad. Cuantos más beneficios haya alineado, más dividendos traerá mi persistencia.
La persistencia también puede ser perjudicial. Por ejemplo… Cuando insisto en una metodología que no es efectiva. Cuando insisto en una relación abusiva. Cuando insisto en querer caer bien a todo el mundo pero estoy angustiado cada día por no ir tras lo que realmente quiero hacer.
En el curso de emprendedores de Arata Academy, pongo énfasis al concepto de grilletes dorados: cuando un empleado de una compañía quiere dimitir para montar su propio negocio pero nunca lo hace porque su salario es bueno, una que le permite tener una casa más cómoda, comprar un coche nuevo, en fin, llevar un estilo de vida más caro. Y ese salario elevado, vinculado a un costo de vida elevado, representa los grilletes de oro.
En todos estos casos, tanto la paciencia como la persistencia necesitan la sabiduría para guiar tu potencial.
Si has completado el curso de Productividad Ninja, recordarás que el video 05, en el que entrenamos nuestra inteligencia emocional y paciencia. Si ya tienes acceso a Productividad Ninja, creo que es buena idea ver el video 05 de nuevo, si no tienes acesso, te lo voy a dejar en el link de acceso.
¡un abrazo!