¿Cuáles son los principios para alcanzar el éxito financiero? Hoy vamos a aprenderlos con alguien que empezó de cero hasta hacerse multimillonario. Estamos hablando de Ray Dalio, quien creó una de las empresas de inversiones más admiradas del mundo, Bridgewater Associates.
Él documentó en un libro todos los principios que utilizó para conseguir hacer tantas cosas en su propia empresa. No es sólo teoría abstracta. Lo que vas a aprender aquí hoy es fruto de la práctica aplicada y está comprobado por la experiencia.
Y el Resumen Arata Academy de hoy presenta la mejor parte práctica de este libro: [Principios, de Ray Dalio].
Los principios son verdades fundamentales. Verdades que sirven como una base sólida para escoger nuestra mejor actuación posible.
Cuando actúas en base a principios sólidos, obtienes más previsibilidad, más efectividad y puedes medir y mejorar tu progreso.
Piensa en tus principios de vida como una máquina que está produciendo resultados. Y tú eres un científico que observará y mejorará la máquina. La mejora se conseguirá de acuerdo a los datos objetivos que consigas utilizando buenos principios.
Los principios son la base para alcanzar cualquier objetivo.
Con buenos principios, tienes una mejor noción de la realidad, consigues tomar mejores decisiones, comunicas tus ideas con mayor claridad y te asocias con las personas correctas.
Entonces, puedes seguir un camino de mejora continua. Siempre estás mejorando. Tus principios van a evolucionar con el paso del tiempo y serán cada vez mejores.
Tienes que conocer muy bien tus propios principios y valores, y también es importante comprender los principios de las personas con las que te relacionas.
Esto se aplica tanto en tus relaciones personales como en tus relaciones profesionales. Sí, porque para que cualquier empresa tenga éxito, los principios deben estar alineados para generar un mayor grado de confianza dentro del equipo.
Cuando examinas el éxito, descubres principios que guían una correcta toma de decisiones. Son decisiones racionales basadas en fundamentos más grandes.
Así que ahora te voy a enseñar el sistema de cinco pasos para el éxito en el uso de los principios. De forma resumida, necesitas:
01 – Establecer un objetivo.
02 – Identificar obstáculos específicos que te dificultan alcanzar ese objetivo.
03 – Identificar el origen profundo de los obstáculos.
04 – Desarrollar un plan para superar los obstáculos.
05 – Comprometerse a ejecutar el plan correctamente.
Vamos a verlo ahora con más detalle:
Primer paso para el éxito: establecer objetivos claros.
Tus objetivos deben ser claros. Tienen que ser alcanzables y tener un significado para ti.
Las personas fracasan en la vida porque no saben cómo elegir entre diferentes opciones. Si no puedes establecer metas, ¿qué significa? Que necesitas aprender a rechazar otras posibilidades que parecen interesantes, pero que no deberían ser tu prioridad.
La mejor forma de elegir los objetivos correctos es saber cómo priorizar. Elegir es renunciar a una cosa para asegurarte otra. Si no eres capaz de rechazar algunas de las alternativas, intentarás hacerlo todo al mismo tiempo y no conseguirás nada.
No confundas metas con deseos. Lo que realmente tienes que conseguir es el objetivo real. Los deseos son cosas que te gustaría tener pero por las que no estás dispuesto a pagar el precio de ir a por ellas.
No descartes un objetivo solo porque hoy parezca inalcanzable. Sé audaz. Siempre hay una posibilidad. Lo que es posible sólo depende de los recursos y del conocimiento que tengas ahora.
Y, a medida que avanzas hacia la implementación de tu objetivo, descubrirás cosas nuevas y conseguirás nuevas características. Entonces, aparecerán nuevos caminos ante ti.
Al mismo tiempo, necesitas la flexibilidad para aceptar lo que la realidad te va a enseñar. Tendrás que aprender a ser responsable de tus resultados. No alcanzar un objetivo es un indicador de que aún no has sido lo suficientemente creativo o determinado y que aún necesitas mejorar.
Habrá momentos en los que te encontrarás con grandes crisis, problemas y emergencias. Cuando la vida te presente este tipo de desafíos, tu misión siempre será tomar la mejor decisión posible y controlar tus pérdidas mientras proteges lo que ya has conseguido. Aquí viene el segundo paso:
Segundo paso para el éxito: identificar obstáculos y no tolerar problemas.
Observa los problemas traumáticos como posibles mejoras que están intentando llamar tu atención. Cada problema es una oportunidad y por eso es importante que examines estos problemas. A menudo, el problema en sí ya tiene la solución.
Por lo tanto, debes prestar atención para interpretar correctamente los hechos y simplificar las situaciones antes de decidir.
Sé que pensar en problemas puede ser desagradable y puede causar ansiedad, pero meter los problemas debajo de la alfombra y no pensar en ellos, es aún peor. Reconocer tus problemas no debería avergonzarte. Al contrario, reconocer tu problema es el primer paso para resolverlo.
Otro paso importante es ser específico al identificar los problemas. Los problemas son diferentes, por lo que tienen diferentes soluciones, y debes ser muy preciso al caracterizar un problema. Por ejemplo, si el problema está relacionado con una habilidad inadecuada, quizá necesitas una mejor formación. Si el problema está relacionado con una debilidad innata, quizá sería mejor reemplazar a las personas y redistribuir el trabajo.
Tu cantidad de tiempo y energía es limitada, por lo que tienes que saber cómo diferenciar los problemas grandes de los problemas pequeños. Tienes que invertir tu tiempo y energía en resolver los problemas que te vayan a aportar la mayor cantidad de resultados. Al mismo tiempo, vigila los pequeños problemas para que no se conviertan en grandes problemas.
Una vez que identifiques un problema, no lo toleres más. Tolerar problemas tiene las mismas consecuencias que no identificar el problema. A menudo, las personas toleran los problemas porque creen que el obstáculo no se puede resolver, por no preocuparse lo suficiente o por no priorizar su resolución. Debes cultivar el hábito de tener tolerancia cero a cualquier tipo de problema ya identificado. ¡El problema identificado tiene que ser resuelto!
Por supuesto que encontrar errores, problemas y frustraciones te va a causar dolor. Usa ese dolor para reflexionar (quédate hasta el final, te voy a explicar con más detalle cómo hacerlo). Reflexionar te hará mejorar. Por eso la filosofía de Arata Academy es “Siempre mejorando”.
Solo mejoras cuando actúas para cambiar. No sirve de nada solo pensar, comprender, tener ideas. Tienes que implementar diferentes acciones. Solo se da un verdadero aprendizaje cuando hay una transformación. No sirve de nada saber, se necesita acción. No actuar es lo mismo que no saber.
Pero antes de tomar medidas, es mejor asegurarse de que tienes la información correcta. Este es el tercer paso.
Tercer paso hacia el éxito: Hacer un diagnóstico adecuado de los problemas para comprender las verdaderas causas.
Un error muy común que cometen las personas es tomar medidas precipitadamente, antes de haber diagnosticado correctamente el problema.
Para diagnosticarlo, debes ser lógico, capaz de ver múltiples posibilidades y estar dispuesto a tener conversaciones difíciles con los demás.
Un buen diagnóstico es un proceso que puede llevar mucho tiempo. Depende de tu ejecución y también depende de la complejidad del problema. Es un proceso que implica hablar con las personas adecuadas y buscar pruebas para determinar las causas del problema.
Para hacer un buen diagnóstico, no puedes confundir la causa aparente con la raíz de la causa. La causa aparente es bastante obvia, pero no siempre acabar con la causa aparente significa evitar la aparición de nuevos problemas parecidos.
La causa aparente es la que origina el problema y puede describirse con un verbo. Por ejemplo, puedo decir que perdí el autobús porque no comprobé el horario. No COMPROBAR (verbo) es la causa aparente.
La raíz de la causa es aquella que cuando la eliminas, estás evitando la reaparición de problemas similares. La raíz de la causa es más profunda y normalmente se describe con adjetivos. En este caso, digo que perdí el autobús porque no fui ORGANIZADO. No ser ORGANIZADO (adjetivo) es la raíz de la causa. Y puedo resolver esta raíz de la causa resolviendo el problema de la organización usando una aplicación de agenda con alarmas.
Solo puedes deshacerte de los problemas eliminando la raíz de la causa. Para ello, debes ser capaz de identificar la diferencia entre los síntomas y la enfermedad.
La mayoría de las veces, las personas con las que trabajas no se sentirán cómodas siendo honestas contigo y señalando tus errores y debilidades. No quieren hacerte daño ni ofenderte. Este es un obstáculo para que puedas hacer un buen diagnóstico de la situación. Por lo tanto, define que, sobre todo, es importante ser honestos en la comunicación para poder criticar a los demás y también recibir críticas. Solo así desarrollarás un buen plan, que es el siguiente paso.
Cuarto paso hacia el éxito: Desarrolla tu plan.
Cuando trabajas en equipo, tu plan es como un guión para una película en el que te imaginas quién hará qué y en qué momento. Ten una imagen del todo y luego puedes ir a por los pequeños detalles. A medida que vas implementando el plan, irás descubriendo nueva información y podrás refinar tu plan para que mejore cada vez más.
Si trabajas en equipo, deja tu plan escrito para que todos puedan ver y evaluar el progreso. Cuando escribes tu plan, es importante definir todos los detalles sobre quién debe hacer qué y cuándo.
No lleva mucho tiempo crear un buen plan. Puedes hacer una buena planificación en tan solo unas horas y utilizarás la información desarrollada en esta planificación durante varios días o incluso durante varias semanas.
Por lo tanto, el tiempo proporcional que se utiliza en el desarrollo del plan es pequeño en comparación con el tiempo que se utilizará en la ejecución. Esta es una observación importante porque muchas personas se quejan de que no tienen tiempo para nada y hacen las cosas de inmediato sin reflexionar ni planificar. No seas una de esas personas. Antes de empezar a actuar, es importante que hagas la planificación.
Para una buena planificación, debes utilizar la técnica de viaje en el tiempo que enseño en nuestras formaciones. Básicamente debes examinar tus decisiones pasadas que te han llevado hasta donde estás hoy. E imagina lo que tienes que hacer de forma diferente para conseguir los resultados deseados en el futuro. También piensa en quiénes son las personas adecuadas para ejecutar cada parte del plan.
¿Entiendes? Antes de actuar, mira hacia atrás y revisa la secuencia de eventos que te llevaron a donde estás ahora. Luego visualiza lo que debes hacer en el futuro para alcanzar tus objetivos.
Una buena forma de hacerlo es pensar en tu problema como una secuencia de resultados producidos por una máquina. ¿Qué cambios debes realizar en la máquina o en la configuración de tu máquina para que ofrezca mejores resultados?
Recuerda que hay varias formas de alcanzar el objetivo. Solo tienes que encontrar una manera que te funcione bien a ti. Y una vez que tengas ese plan entre manos, es hora de ejecutarlo, que es el paso número cinco.
Quinto paso hacia el éxito: Ejecuta tu plan.
Y, finalmente, tienes que crear rutinas y hábitos para ejecutar correctamente el plan. Ejecutar. Interprétalo de esta manera: en inglés, el director de la compañía se llama CEO, es el Chief Executive Officer, el Director Ejecutivo, es la persona que ejecuta, la que HACE.
No sirve de nada crear un plan si no se ejecuta. Necesitas disciplina para hacer lo que tienes que hacer. Recuerda toda la visión que has desarrollado hasta ahora, especialmente cuál es la relación entre las actividades que tienes que hacer y los resultados que quieres conseguir. Cuando estés agobiado, desmotivado, paralizado, recuerda siempre por qué estás haciendo todo esto.
Asegúrate de tener buenos hábitos de organización. Cuando tu lista de tareas está organizada y priorizada adecuadamente, será mucho más probable que hagas todo.
Para asegurarte de que el plan se está ejecutando bien, tienes que establecer objetivos medibles. Esto funcionará todavía mejor cuando alguien más te ayuda a medir tu resultado. Si no estás consiguiendo los resultados predefinidos, tendrás un problema, y debes identificar cuál es la causa para poder mejorar.
Por lo tanto, al implementar el plan, es mejor buscar personas que tengan la experiencia adecuada para ayudarte con ese desafío. Las personas con la experiencia correcta pueden identificar claramente las relaciones causa-efecto involucradas en ciertos problemas y soluciones.
Quiero enfatizar mucho este quinto paso, el de ejecución. Lo que sabes no importa. Lo que importa es lo que haces con lo que sabes. Cuando colaboro con otros empresarios y socios, uno de los cumplidos que más me gusta recibir es sobre mi capacidad de ejecución. No sirve de nada saber, es necesario hacer. Y gana el juego quien ejecuta más, mejor y más rápido. Sigue viendo el vídeo atentamente, porque te voy a enseñar los ingredientes principales para que también mejore tu ejecución.
Para desempeñarte bien, deberás contar con excelentes métodos de toma de decisiones, colaboración y evolución.
Por lo tanto, para completar este Resumen Arata Academy, quiero dejar muy claras las tres lecciones más importantes que tienes que implementar en tu vida. Debes aprender a: (1) decidir mejor, (2) colaborar mejor y (3) mejorar siempre.
Primera Lección de Vida: aprende a decidir mejor.
Tienes que decidir de manera efectiva para aumentar la probabilidad de hacer lo que te vaya a aportar el resultado que deseas.
La mayoría de nuestras actividades están influenciadas por procesos inconscientes y complejos. Nuestro desafío es aumentar el número de buenas decisiones conscientes de forma sistemática y repetible.
La toma de decisiones tiene dos pasos: primero aprendemos y luego decidimos.
Cuando digo que primero aprendemos, quiero decir que nuestra decisión está influenciada por información que creemos que es cierta. Por eso es importante mantener una mente abierta y la humildad para aprender de las personas que tienen credibilidad a tomar mejores decisiones.
El proceso de toma de decisiones es en el que elegimos qué conocimiento usar. Le damos la debida importancia a la información y determinamos qué medidas tomar, siempre pensando en las consecuencias a largo plazo.
Mejora tu percepción de la realidad.
Hay varias formas de mejorar tu percepción de la realidad. Una forma es poder sintetizar los hechos con precisión. Sintetizar es poder llegar a una conclusión a partir de diferentes fuentes de información.
Otra forma de mejorar tu percepción de la realidad es tener siempre presente la perspectiva de las cosas. Cuando examinas cualquier problema de cerca y en detalle, este problema parecerá más grande de lo que realmente es. Así que ten la visión del todo y no seas perfeccionista.
Además de esto, intenta simplificar. Cuando tengas que decidir algo, hay pocos factores que realmente tengas que tener en cuenta que vayan a marcar la diferencia.
La dimensión del tiempo es otro factor importante para que tengas una mejor percepción de la realidad. Los grandes cambios llevan tiempo y muchas veces no podemos ver los pequeños avances porque solo estamos viendo el resultado final.
Busca claridad en las conversaciones con tu equipo. Una conversación confusa es aquella que empieza en un nivel de abstracción y detalles y acaba perdiéndose en los detalles de otros niveles sin llegar a una conclusión, haciendo que todo el mundo pierda tiempo.
Finalmente, piensa en cada una de tus decisiones como un cálculo de probabilidad. Este cálculo tiene en cuenta el valor de la recompensa por tener razón y la probabilidad de estar equivocado y cuál es el precio a pagar si estás equivocado.
Segunda Lección de Vida: aprende a colaborar con honestidad y buena comunicación.
Para ser eficiente, tienes que gestionar dos necesidades diferentes y, a menudo, opuestas: la necesidad de tener la razón y la necesidad de encontrar la verdad.
Necesitas acercarte a la verdad. No importa si la verdad proviene de ti o si proviene de otras personas. Debes liberarte de las trampas del ego. Aprende a escuchar a quienes tienen información más cierta que tu propia perspectiva.
Para eso tienes que encontrar personas con una perspectiva mejor que la tuya y estar abierto a aprender de ellos. Tienes que controlar tu ego y saber cuándo debes admitir que no tienes una opinión formada sobre temas que no dominas.
No permitas que tu necesidad de tener la razón sea más importante que la necesidad de encontrar la verdad. Ten cuidado con la soberbia. Si tienes demasiada confianza en lo que sabes o crees, aprenderás menos.
Cuando eres responsable por cómo interactúa tu equipo, es mejor tener principios que ayuden a una colaboración honesta y una buena comunicación. Para hacer esto, tú y todos los miembros de tu equipo, deben comprometerse a comunicarse de forma honesta, clara y transparente.
Por lo tanto, es importante que existan métodos claros para que el equipo decida si no llega a un acuerdo. Si no tienes una manera clara de tomar decisiones, existe el riesgo de que las decisiones no parezcan justas y puedan causar resentimiento.
Usa el criterio de credibilidad para determinar cómo decidir.
Cuando dos personas están en el mismo nivel, es razonable discutir. Sin embargo, cuando una persona claramente tiene mucho más conocimiento que otra, es mejor que la persona con menos conocimiento asuma la postura de aprendiz.
Para hacerlo bien, debes comprender el concepto de credibilidad. La persona con credibilidad es aquella que ya ha tenido éxito repetidamente en el tema que se está discutiendo, y tiene un historial sólido de resultados exitosos.
Cuando tengas un punto de vista diferente al de la persona que tiene credibilidad en el tema, deja claro que estás haciendo preguntas porque estás intentando entender su punto de vista y perspectiva.
Por otro lado, cuando estás hablando con alguien, y eres la persona con más credibilidad, puedes recordar elegantemente tus credenciales y sugerir que te hagan preguntas.
Los proyectos deben gestionarse desde una meritocracia de ideas.
En la meritocracia de ideas, lo más importante es llegar a la mejor decisión posible. Para ello, todos pueden presentar sus opiniones y críticas abiertamente. El mejor argumento gana.
La meritocracia de ideas funciona mejor cuando hay un sistema en que se le da mayor peso a las opiniones de aquellos con más experiencia en el tema.
Se debe alentar a los miembros del proyecto a generar ideas y expresarse cuando no estén de acuerdo con una decisión. Todos deben estar alineados con la misma visión y misión, y comprender el papel y las responsabilidades de los demás.
El desacuerdo debe ser racional y reflexivo. Todos deben seguir procedimientos documentados sobre cómo resolver conflictos.
Muchas personas creen que la paz debe mantenerse evitando conflictos e intentando que no existan desacuerdos. Esto es un error. Las personas que evitan meterse en pequeños conflictos terminan teniendo grandes conflictos que pueden causar una ruptura.
Las personas que lidian con conflictos menores a diario suelen tener las mejores relaciones a largo plazo. El conflicto es una parte natural de cualquier relación.
Tercera lección de vida: Crea un sistema para mejorar siempre.
Tus principios deben estar claramente escritos en papel para que los puedas consultar y aplicar en tu propia vida. Es como documentar tus principios para crear tu propio manual.
Y cuando el principio está bien escrito, también puedes enseñarlo y compartirlo con otras personas con las que colaboras.
Cuando escribes tus principios, también tienes la ventaja de que puedes evaluar y mejorar tus propios principios con el tiempo.
El dolor es una señal de que estás ante una oportunidad de mejora y crecimiento.
Si no sufres dolor, no estás mejorando. Estás operando dentro de tu zona de confort y esto no estimula tu crecimiento.
El progreso se realiza a partir del dolor combinado con la reflexión. La incomodidad es una señal importante de que hay algo que debe aprenderse y mejorarse, siempre y cuando reflexiones.
Cada vez que sientas incomodidad, define en una palabra qué emoción sientes. Ira, frustración, estás agobiado. Toma nota del día y la hora.
Luego vuelve a leer lo que has escrito. Reflexiona y escribe lo que harás para disminuir este dolor en casos futuros.
Es cierto que en algún momento de tu vida sentirás dolor. El dolor puede ser tan grande que creerás que no puedes seguir. El sufrimiento puede parecer interminable e imposible de superar. Pero tienes la capacidad de superarlo.
Cuando reflexionas sobre tus problemas, observas que los problemas se hacen más pequeños porque siempre puedes usar tu cabeza para encontrar mejores formas de lidiar con esos problemas.
Si decides persistir, el dolor eventualmente disminuirá y tal vez incluso se convierta en placer.
Esta práctica te ayuda a identificar tus limitaciones, aceptar debilidades y aprender a lidiar con las fallas. Así es como te vuelves más fuerte.
Fracasa como un maestro.
Como vas a fracasar de cualquier forma, fracasa como un maestro. Es decir, pasa mucho tiempo reflexionando sobre tus errores. Aprende los principios que te ayudarán a no repetir los mismos errores.
Esto significa que después de un error, tienes que transformarte. Cuando hayas hecho una evaluación sincera, debes generar una versión diferente de ti mismo después de un fallo, una versión mejorada.
«Siempre estás mejorando» significa que puedes establecer continuamente objetivos más audaces. Estos objetivos más audaces te permiten fallar y tener un gran aprendizaje.
Por lo tanto, ya debes incluir en su planificación el hecho de que te equivocarás varias veces. Aprender de los propios errores es una habilidad esencial.
Reflexiona para encontrar buenos principios que puedas reutilizar en el futuro en situaciones similares. Encuentra los patrones comunes de las cosas que te afectan para que puedas entender la relación de causa y efecto.
La mayoría de las personas no pueden evolucionar si tienen una mente cerrada.
Todos estos principios de mejora continua nos llevan ahora a la importante distinción entre personas de mente abierta y de mente cerrada.
Aquellos con una mente cerrada no quieren discutir y se frustran cuando la otra persona no está de acuerdo con ellos. Estas personas de mente cerrada se sienten muy mal cuando se equivocan. Su mayor interés es demostrar que tienen razón.
Aquellos con una mente abierta tienen más curiosidad de entender la razón del desacuerdo. No te pongas nervioso cuando la otra persona no esté de acuerdo contigo. Entiende que siempre existe la posibilidad de que estés equivocado.
Aquellos con una mente abierta hacen más preguntas que afirmaciones. Realmente creen que pueden estar equivocados y por eso hacen preguntas con sincera curiosidad. Por otro lado, las personas de mente cerrada vomitan afirmaciones sin dejar que los demás hablen. Entran en interminables monólogos y pueden pasar un buen rato hablando solos.
La mayoría de las personas tienen dificultades para evolucionar porque tienen una mente cerrada.
Las personas se niegan a mirar sus propios problemas y limitaciones debido a las trampas del ego. El problema con el ego es que constantemente quiere demostrar que tenemos razón y que otras personas reconozcan que tenemos razón.
Cuando tienes una mente abierta, aceptas la posibilidad de estar equivocado. Esto te permite explorar diferentes puntos de vista sin dejar que tu ego se interponga en el camino.
Las diferentes formas en las que pensamos pueden dar lugar a puntos ciegos. Los puntos ciegos son aquellos aspectos que no percibimos y ni siquiera nos damos cuenta de que existen.
Por eso el peor ciego es el que no quiere ver. Usando una mente radicalmente abierta, tenemos una preocupación genuina de que no estamos viendo todas las posibilidades de forma óptima.
Cuando reconoces tu ignorancia en un campo de conocimiento particular, te permites buscar la información que necesitas y crecer para estar mejor informado.
Tener una mente abierta significa considerar el razonamiento de los demás en lugar de estar centrado tercamente en tu punto de vista inicial. Ábrete para alentar a las demás personas a presentar puntos de vista diferentes a los tuyos.
Sin humildad es imposible mejorar.
Para concluir nuestra conversación, quería sugerirte que pongas la humildad entre tus principios de vida.
¿Por qué la humildad? Porque ser humilde se trata de tener una mente abierta.
La humildad busca entender en qué puntos nos equivocamos, es intercambiar opiniones para obtener mejor información y así corregir nuestros propios errores.
Las personas sin humildad solo quieren demostrar que tienen razón y se niegan a examinar en qué aspectos pueden estar equivocados.
El objetivo no debe ser demostrar que tienes razón. El enfoque debe estar en aprender, evolucionar, crecer, estar «menos equivocado».
Entonces, cuando te encuentres en una situación en la que no estés de acuerdo con la otra persona, entiende que esta es una gran oportunidad para aprender algo. Comparte tu punto de vista respetuosamente y muestra una sincera curiosidad por comprender el punto de vista del otro. Este es el secreto para seguir mejorando.
No es fácil cambiar tu forma de comportarte y pensar. Enfrentarte a tus propios errores y limitaciones puede ser muy doloroso para el ego. Por eso a las personas les resulta difícil evolucionar, mejorar y aprender.
Ser humilde no significa pensar en pequeño. Puedes tener objetivos audaces. Esto requiere un pensamiento de visualización abstracto, así como un pensamiento práctico de priorización.
¿Cómo tener una vida próspera a través de los principios? Deberás identificar los problemas y tomar medidas para no permitir que estos problemas continúen. Cero tolerancia a los problemas.
Haz un diagnóstico de los problemas utilizando el razonamiento lógico. Mira otras posibilidades. Ten conversaciones difíciles con otras personas. Desarrolla buenos planes.
Y lo más importante, debes ponerlo todo en práctica, ser disciplinado, tener buenos hábitos de trabajo y mantener tu enfoque en los resultados.
Ninguna persona es lo suficientemente buena como para hacer todas estas cosas, por lo que necesitas la humildad para saber cuáles son tus debilidades e identificar dónde necesitarás la ayuda de los demás.
En el libro Principios, Ray Dalio nos da valiosas lecciones prácticas que él mismo aprendió al crear una empresa desde cero hasta convertirla en una de las empresas más grandes de su área.
Este es un claro ejemplo de desarrollo. Los desarrolladores deben aprender a pasar de la etapa actual a una etapa más avanzada utilizando los mejores recursos disponibles.
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