¿Sabías que necesitas 21 días para crear un hábito?

¡Hola! Seiiti Arata. ¿Has escuchado alguna vez que necesitas veintiún días para crear un hábito? Pues lo siento mucho, pero esa información no tiene ninguna base científica.

Formar hábitos realmente cambia tu vida. Eso es cierto. Los hábitos nos permiten hacer cosas como si estuviésemos en piloto automático. Creando los hábitos correctos, puedes transformar tu cuerpo, aprender un idioma, ahorrar dinero o conseguir cualquier otra meta que requiera constancia.

Pero esto también significa que los malos hábitos te pueden hacer daño. Comer alimentos ultraprocesados, estar en las redes sociales en vez de estudiar, gastar más de lo que ganas… estos son ejemplos de comportamientos que son perjudiciales cuando se repiten.

Por lo tanto, es importante que formes hábitos de forma inteligente. Hábitos que te acerquen cada vez más a ser la persona que quieres ser.

Ahora, ¿sabes cuánto tiempo se tarda en crear un hábito?

La historia de los 21 días para crear un hábito no es más que un mito sin pruebas científicas.

Hace un tiempo, un médico llamado Maxwell Maltz escribió que las personas amputadas tardaban alrededor de veintiún días en acostumbrarse a la pérdida del miembro amputado. Esta información se hizo viral, y acabó generalizándose para decir que tardamos veintiún días en crear un hábito.

De ahí viene la locura de internet, con retos de veintiún días para hacer esto, treinta para hacer aquello, como si crear hábitos fuese una ciencia exacta. Veintiuno se convirtió en un número mágico. Pero ese plazo no es más que un mito que no ha sido demostrado científicamente.

Veamos lo que dice la ciencia. En 2009, una investigación reunió a noventa y seis participantes para hacer una misma actividad diaria, en un mismo contexto, durante doce semanas. Por ejemplo, un participante eligió hacer ejercicio a diario después de desayunar. Otro decidió correr quince minutos antes de cenar.

El objetivo de la investigación era descubrir cuánto tiempo tardaban en crear un hábito. Alguien podría decir que, de media, los participantes tardaron sesenta y seis días. Pero esa media es un número inútil, porque el tiempo varía drásticamente dependiendo del caso. Un hábito sencillo como beber un vaso de agua puede tardar dieciocho días. Algo más difícil, como hacer una hora de gimnasio, puede tardar más de doscientos días.

Cuando se pregunta “¿cuánto tiempo se tarda en crear un hábito?” la respuesta correcta es la que nadie quiere oír: crear hábitos es una tarea que puede durar toda la vida.

Un hábito sólo se forma cuando practicas el hábito. Ni un día más, ni un día menos.

Cuando la gente busca cuánto tiempo se tarda en crear un hábito, lo que están buscando es un atajo. Es como si pensasen: me voy a esforzar durante veintiún días para hacer ejercicio. Después de veintiún días, va a ser algo tan automático que mi vida va a ser súper fácil y no voy a tener que esforzarme más.

Productividad Ninja - Seiiti Arata, Arata Academy

En realidad, eso no sucede así. La persona se fuerza a repetir esa acción durante veintiún, treinta o incluso sesenta y seis días… y después tiene que seguir esforzándose.

Un hábito dura lo que aguantes practicando ese hábito. Parece obvio, pero mucha gente se olvida. No importa si has hecho ejercicio durante los últimos trescientos sesenta y cinco días. Si paras hoy y no haces más ejercicio, pierdes el hábito.

Si tienes que seguir repitiendo el hábito, ¿qué importa lo que tardes en crearlo? Poner un plazo sólo sirve para crear una expectativa que no es realista. Esto puede incluso ir contra tus objetivos. Si pierdes un día, puedes acabar frustrándote y rindiéndote.

No te juzgues por no haber dominado un nuevo hábito en unas semanas. En vez de buscar números mágicos, piensa a largo plazo.

Los hábitos son un proceso, no un evento. Asume el compromiso contigo mismo de formar hábitos inteligentes que te ayuden a cumplir tus objetivos. No importa si tardas veintiún días o doscientos. Un hábito es una acción continua que te va a transformar en la persona que quieres ser.

La buena noticia sobre el tiempo que tardas en crear un hábito… es que se hace más fácil con cada día.

Intenta recordar la primera vez que hiciste algo. La primera vez que montaste en bici, o que usaste alguna aplicación. Estabas aprendiendo. La primera vez que intentas algo, todo es más difícil. La segunda vez, es un poco más fácil. La tercera, más fácil todavía. Hasta que, un día, ya no te cuesta hacerlo.

Con los hábitos pasa algo parecido. No hay un número mágico de días en el que un hábito difícil se convierta en fácil. La evolución puede ser lenta cuando la comparamos de un día a otro. Pero, a largo plazo, hay una gran diferencia. La dificultad de practicar el hábito el primer día será mucho mayor comparada con la que tendrá cien días después.

La dificultad disminuye cuando no tienes tanta resistencia a practicar el hábito. Por ejemplo, al principio te obligabas a ir al gimnasio. Ahora, forma parte de tu rutina.

Esto no significa que el hábito esté formado para siempre. Si dejas de ir un tiempo, vas a crear el hábito de no ir al gimnasio.

Tu cerebro siempre va a preferir el camino con menor resistencia. Cada vez que haces o dejas de hacer un hábito, estás creando una vía neuronal en el cerebro. Cuanto más asfaltado esté un camino, más probable será que lo recorras.

Tus hábitos pueden ayudarte o perjudicarte. Es mucho más importante realizar la actividad que queres convertir en hábito que pensar cuánto tiempo tardas en crear ese hábito.

Eso de que se tarda veintiún días en crear un hábito es un mito. Puede tardar mucho más que eso. La verdad es que ese tiempo no importa. Al fin y al cabo, vas a tener que seguir practicando el hálito para que no desaparezca.

Debes centrarte en practicar el hábito hoy. Olvida el futuro. Practica el hábito hoy, y ya estarás creando ese hábito.
Obviamente, no es tan sencillo. Pero, para ayudarte, te he preparado un resumen de un libro sobre cómo crear y modificar hábitos. Puedes descargarte el resumen ahora mismo en el enlace https://arata.se/librohabito