Te quieren manipular

¡Hola! Seiiti Arata. Seguramente en los últimos años has acabado alejándote de algunas personas queridas. Y el motivo de esa separación fue que empezaron a ser radicales, extremistas y esa división… os ha alejado. Y eso no ha sido por culpa tuya, ni por culpa de los demás, sino por el simple hecho de vivir en una época de extremos.

Estos extremos son muchas veces intencionales, provocados por algunos manipuladores. Y esto sucede en todas las áreas: política, económica, sexual, cultural, alimentaria, e incluso en el área de la salud.

Pero sólo nos centraremos en uno. Hoy vamos a hablar de una manipulación que ocurre en el campo del desarrollo personal. Dos discursos opuestos han ganado espacio y tienes que prestar mucha atención para no caer en ninguno de esos dos extremos.

Por una parte, hay personas que difunden una mentalidad de victimización. Estos son los que dicen que no tienen culpa de nada, que el mundo tiene que pagar por las injusticias que sufren, que necesitas ayuda para absolutamente todo porque la autoayuda es un engaño.

Y, en el otro extremo, están los que afirman que no necesitas nada de nadie. Dicen que eres capaz de todo, “sólo tienes que querer”. Y, si no lo has conseguido todavía, es porque no te has esforzado lo suficiente. Este discurso lo tienen algunos coaches motivacionales, que dicen que puedes conseguir todos y cada uno de tus sueños siempre que te esfuerces lo suficiente.

Por lo tanto, si no tienes los resultados que quieres tener… En un extremo, no tienes culpa de NADA. En el otro extremo, la culpa es totalmente tuya por no haberte esforzado lo suficiente. Hay que encontrar un equilibrio entre esos extremos.

Siempre que escuches alguno de esos discursos extremistas, mantente alerta. Presta atención a los intereses de quien te está comunicando la idea. La mayoría de las veces, los intereses de esa persona no están alineados con tus intereses.

No eres víctima de las circunstancias, pero tampoco eres capaz de todo. Es importante buscar el equilibrio.

Las opiniones extremistas tienen mucho éxito. Siempre ha sido así, pero ahora las conversaciones están mediadas por algoritmos y redes sociales. Y, así, difundir ideas extremistas es cada vez más eficiente para quien quiere ser escuchado.

Los algoritmos favorecen la interacción, el engagement. Y pocas cosas son más capaces de crear interacción que las polémicas, los discursos radicales, las ideas extremistas. Por eso ves en internet titulares llamativos, métodos infalibles y todo tipo de exageración para captar tu atención.

El problema es que, por definición, el extremismo no es un camino equilibrado. Fíjate en el significado de la palabra. El extremista está en el extremo, donde falta equilibrio. El extremista es, por definición, un desequilibrado.

Desde los tiempos de la antigua Grecia, los filósofos discutían las ventajas de la moderación para equilibrar defectos y virtudes.

Aristóteles argumenta que incluso las grandes cualidades necesitan equilibrio. Por ejemplo, el coraje. El coraje es una cualidad, ¿no? Una persona que esté en uno de los extremos y no tenga coraje alguno es… cobarde. Pero una persona que esté en el otro extremo y tenga demasiado coraje es… imprudente. Por lo tanto, existen problemas asociados a los extremos, incluso en el extremo de una cualidad como el coraje, que puede poner en riesgo a esa persona y a los demás.

Desarrollo Personal - Seiiti Arata, Arata Academy

Entonces, ¿por qué ignoramos esta idea básica y sencilla? ¿Por qué salimos del equilibrio y nos dirigimos a los extremos? La respuesta es sencilla: estamos siendo atraídos hacia los extremos porque nos están intentando manipular para vendernos alguna idea.

Las exageraciones venden. Las ideas radicales juegan con tus emociones y te hacen actuar sin razón.

Cuando estamos involucrados en algún tema, nos apegamos a algunas ideas y les damos un valor emocional mucho mayor. Por ejemplo, imagina a un fanático del fútbol. La persona que está dentro del estadio, en el mejor asiento de las gradas, es la que realmente se toma en serio las victorias y las derrotas de su equipo, la que llega a llorar cuando su equipo pierde un campeonato.

Pero alguien a quien no le interese el fútbol, está metafóricamente (y literalmente) “fuera del estadio”. Es una persona que no tiene paciencia para ver el partido por televisión porque no apoya a ningún equipo. Para quien está fuera del tema del fútbol, un partido decisivo para el campeonato no tiene valor sentimental. El fútbol es sólo un ejemplo. 

Cualquier área de la vida crea diferentes significados emocionales dependiendo de la persona: inversión en la bolsa de valores, colecciones de cromos y cartas, nuevos modelos de coches, zapatos, bolsos… e incluso viajes y restaurantes. A algunas personas les gustan, otras personas las odian… y otras personas se quedan al margen. Sencillamente no les importa, dependiendo de lo involucradas que estén. 

En el mundo del desarrollo personal, ocurre lo mismo. El extremismo está en los gritos que vienen de las gradas iluminadas de un evento de coaching que intenta adoctrinar con el mensaje de que cualquier persona puede hacer lo que quiera… y si todavía no le ha salido bien, la culpa es de esa persona por no esforzarse lo suficiente.

Alguien que no es aficionado al desarrollo personal tiene acceso a una perspectiva diferente. Es como tener la visión desde fuera del evento de coaching. Y, al observar desde fuera, puedes ver los problemas del extremismo.

El problema es que la persona que ha pagado la entrada para participar en este evento de coaching ya está dentro. Ha perdido la ventaja que tiene quien observa desde fuera. Y le va a ser difícil detectar si está ante un mensaje extremista sin sentido o, simplemente, equivocado.

El gran riesgo es el siguiente: En cualquier tipo de discurso divisorio, cuando eres un consumidor habitual de ese punto de vista extremista, ni siquiera ves que estás en un extremo. Para quien está dentro, lo extremo es lo normal.

Observa las transformaciones que han ocurrido en los últimos años en nuestra sociedad. Me imagino que en tu vida, durante los últimos años, te has alejado de algunas personas que antes eran muy cercanas… pero como empezaron a tener un discurso extremista, la situación se puso muy complicada. ¿Es así? Puedes contármelo en los comentarios, siempre los leo.

Ahora intenta pensar: ¿por qué esa persona ha acabado siendo tan diferente de como esperabas? ¿Por qué manda tantos mensajes extremistas en el grupo de la familia o de amigos y se ha hecho insoportable convivir con esa persona? La razón es que, poco a poco, ha empezado a rodearse de esos mensajes extremistas.

Ha empezado a ver canales de vídeos de ideas extremistas. Ha descubierto podcasts extremistas. Lo peor es cuando entra en un grupo de mensajes de gente extremista, porque es como una caja de resonancia, hace eco, es una burbuja que comparten todos los participantes, que aprueban y amplifican el extremismo. Muchas veces con fake news. Es un tipo de lavado de cerebro en el que la persona que entra con un equilibrio relativo corre el riesgo de volverse más y más extremista.

Cuando estás dentro, te involucras emocionalmente. Y las personas que divulgan las ideas extremistas desde dentro van a aprovechar tu implicación emocional para venderte alguna ideología usando la exageración, el extremismo, el radicalismo. 

La mejor forma de protegerte es asumiendo la responsabilidad de ser consciente y evitar los extremos.

Elige lo que tenga más sentido para ti de forma independiente y sé responsable con tu decisión consciente.

Puedes tener las cosas más claras cuando no estás involucrado emocionalmente. En el ejemplo del desarrollo personal, el distanciamiento emocional ayuda a ver con más claridad que no eres una víctima vulnerable e incapaz de asumir el control de tu vida… pero tampoco eres un superhéroe que puede conseguir cualquier cosa que quiera.

La verdad no va a estar en ninguno de los dos extremos, sino en un punto de equilibrio.

Por una parte, es cierto que hay aspectos que no controlas, como el lugar donde has nacido, la escuela en la que has estudiado, los privilegios que has tenido o que no has tenido. Todo eso influye mucho, claro.

Por otra parte, también es verdad que primero tienes que querer algo de verdad para poder iniciar transformaciones positivas en tu vida. Es verdad que puedes, dentro de tus límites, superar algunas de esas desventajas con tu propio esfuerzo.

El punto de vista equilibrado es el que entiende que existe un poco de verdad en diferentes puntos de vista, y también entiende que el extremismo distorsiona y manipula la información para atender a los intereses de ciertos grupos. Por lo tanto, no es verdad que puedas hacer absolutamente todo lo que quieras, al igual que no es verdad que necesites ayuda para todo.

Lo que necesitas es tomar tus propias decisiones de forma responsable y consciente. En el episodio 236 de la serie ¡Hola! Seiiti Arata hablamos justamente sobre esto, sobre la forma errónea de pensar que transfiere la responsabilidad a los demás. 

Una búsqueda de equilibrio en el desarrollo personal te ofrece distintos puntos de vista, información con fundamento y, sobre todo, preguntas. Muchas veces lo que necesitamos no son respuestas fijas o adoctrinamiento. Lo que necesitamos son oportunidades para reflexionar a través de preguntas bien formuladas.

Esta es la línea de trabajo de Arata Academy con el desarrollo personal. Es un trabajo que respeta tu individualidad, los aspectos específicos de tu historia, de tu contexto, de tus propiedades.
Con todo eso, puedes asumir la responsabilidad de tus decisiones y también entender y aceptar los aspectos que están fuera de tu control. Así es como encuentras las mejores decisiones que están en el camino del medio, lejos de los extremos. Si te interesa saber más, te invitamos a descubrir el material que hemos preparado, que está disponible en el link https://arata.se/desarrollopersonal