¡Productividad Arata! El formato de vídeo de hoy será un poco distinto (y tengo unas noticias para ti al final del vídeo). Empecemos con una pequeña historia:
Había una vez un hombre, Juan, quien se detuvo en una pastelería camino a casa regresando de su trabajo. Compró una dona para su hija, Julia, quien nunca antes se había comido una.
A Julia le encanto y estaba muy contenta. Ella dijo que esa clase de suavidad era tan buena que podría comerse una todos los días.
Juan cumplió con lo que ella había pedido, y al día siguiente nuevamente le compró una dona. Y el continuó haciendo esto todos los días al regresar del trabajo.
Puedes adivinar qué es lo que ocurrió… Hoy tenemos muchos estudios en psicología positiva y en neurociencia para explicar algo que ya todos conocemos intuitivamente:
Mientras más repitas un evento que alguna una vez trajo alegría, tu felicidad tiende a disminuir.
La primera vez al saborear ese dulce; es una novedad. El contraste entre una vida sin haber comido donas luego de comer la primera es enorme. Nos encontramos abrumados por la diferencia. La segunda dona también es deliciosa, pero no es tan sorprendente. La tercera comienza a entrar en la zona de lo normal. Pronto la experiencia se vuelve aburrida.
La intención de Juan era positiva: darle a su hija la misma clase de alegría de cuando había probado por primera vez el dulce.
Eventualmente llegó el día en que Julia estaba cansada de ellas y no quiso comerse otra dona, pero ella tenía miedo de hacer molestar a su padre.
ESTE ES EL TEMA DEL VÍDEO DE HOY EN PRODUCTIVIDAD ARATA: EL MIEDO A MOLESTAR A LAS PERSONAS AFECTA TU COMPORTAMIENTO.
¿Alguna vez te has sentido así? ¿No quieres hacer algo, pero eventualmente lo aceptas por miedo a herir a los demás?
¿Entonces que terminó haciendo Julia? Como ella tenía miedo de decirle a su padre que ella no le gustaba comer donas todos los días, cuando ella una dona, ella decía que se le comería en algún otro lado. Pero en la realidad, ella las lanzaba por el excusado.
Julia se sentía mal al desperdiciar comida, pero ella simplemente no sabía cómo decir NO. Ella quería proteger y controlar los sentimientos de su padre. Ella no quería hacerlo sentir triste.
Poco sabía ella de que todos los días su padre estaba comprando las donas con algo de preocupación.
Las Donas no eran muy costosas, pero aun así representaban un gasto que la familia no había tenido antes.
Además de esto, Juan tenía miedo de que esos azucares y carbohidratos pudieran causarle problemas de salud a su hija en el futuro.
Pero él no sabía cómo decir que NO. Él tenía miedo de defraudar a su hija.
¡Quizás Julia pensaría que el ya no la amaba si el dejaba de comprar las donas!
¿Puedes identificar esta clase de historia? Nuestras series aquí son acerca de la productividad. En que parte de tu vida estás haciendo cosas que no quieres porque tienes miedo de herir a alguien? Quizás la otra persona seria más feliz si dejaras de hacer lo que sea que haces—¿has considerado eso? ¿En que formas necesitas desarrollar tu comunicación, para hablar abiertamente y entender las mejores opciones? ¿Y en donde estás lanzando las donas por el excusado?
Esta historia muestra que tan difícil puede ser desarrollar relaciones auténticas, cuando no sabemos cómo decir las cosas que nos agradan y las que nos desagradan, lo que queremos y lo que no queremos.
Y las noticias que mencione antes? Tenemos un nuevo curso llamado Como decir NO.
Te invito a conocer el nuevo curso Cómo Decir No
¡Hasta luego!