¡Hola! Seiiti Arata. Normalmente las redes sociales se consideran las grandes enemigas de la productividad. Las personas que se quejan de las redes sociales, por lo general pasan más tiempo del que les gustaría viendo la vida de los demás. Pero, como cualquier herramienta, las redes sociales pueden utilizarse de diferentes maneras. Y puedes aumentar en un sesenta y cinco por ciento las probabilidades de cumplir tus metas usando las redes sociales.
Pero, te lo advierto: esta estrategia no sirve para todo el mundo. Puedes intentar usar esta técnica 1) si actualmente todavía no estás consiguiendo alcanzar tus metas y 2) si te gusta hacer publicaciones en las redes sociales.
La estrategia consiste en que asumas un compromiso público, anunciándole al mundo en tus redes sociales la meta que te has comprometido a alcanzar. Y después, documentar públicamente en tus cuentas tus avances y las dificultades con las que te encuentres para alcanzar esa meta.
Hacer público un compromiso aumenta la probabilidad de que alcances tus metas entre un 65 y un 95%.
Un estudio mostró que, si asumes públicamente tu compromiso con una meta personal, tus posibilidades de alcanzar esa meta aumentan en un sesenta y cinco por ciento. Si, además, tienes una persona concreta a quien informar sobre el desarrollo de tu meta, tus probabilidades aumentan en un noventa y cinco por ciento.
Puedes aumentar MUCHO las probabilidades de alcanzar tus metas personales haciendo un compromiso público en las redes sociales y publicando el paso a paso de tu proceso.
Por alguna razón, tendemos a romper menos los compromisos que hacemos con otras personas. Comprometerte sólo contigo mismo es arriesgado. Eres capaz de inventarte mil excusas para no cumplir lo pactado. Pero cuando tenemos un compromiso con otra persona, es más difícil que rompamos nuestra palabra. No queremos quedar mal delante de los demás cuando tenemos que darles cuentas.
Esta responsabilidad, conocida como accountability, es una forma de darle transparencia a tu proceso en el camino hacia la meta deseada. Y una manera excelente de hacer esto hoy en día es usando las redes sociales.
En vez de tener tus metas apuntadas en una libreta o en un plan que sólo conoces tú, elige una de esas metas y cuéntale al mundo lo que intentas conseguir. Publícalo en tu biografía, graba un vídeo, escribe un texto.
Sé transparente sobre lo que quieres alcanzar específicamente. No digas, por ejemplo, que quieres adelgazar, porque esa meta es demasiado genérica. Di que quieres perder cuatro kilos en un mes con la dieta cetogénica y saliendo a caminar tres veces a la semana. Cuanto más específica sea la meta, mayores serán tus posibilidades de alcanzarla.
No inventes, documenta. Las redes sociales tienen que ser una herramienta de transparencia en tu proceso rumbo a tus metas.
Una vez que has hecho público tu compromiso con una meta, el siguiente paso es documentar el proceso que sigues para alcanzar tu objetivo.
Para que las redes sociales te ayuden a alcanzar tus metas, no debes crear contenidos artificiales para publicar en tus cuentas. Piensa más como lo haría un director de documentales y menos como un director de películas de ficción.
Si tu objetivo es adelgazar, por ejemplo, no sirve de nada que publiques una foto supereditada de tu almuerzo de pescado blanco con ensalada cuando, en realidad, te has comido a escondidas una caja de bombones de postre. No vas a engañar a los demás, sino, más bien, a ti mismo.
La idea es que uses las redes sociales para crear una narrativa que te ayude a alcanzar tu meta. Si ya pierdes varias horas al día viendo pasivamente las redes sociales, ¿por qué no usar esas herramientas de manera productiva para alcanzar tus objetivos?
La idea no es que seas perfecto. Por el contrario, debes compartir tus dificultades, registrar tus errores, e incluso pedir ayuda cuando sea necesario.
Documentar tu proceso en las redes sociales hasta cumplir una meta personal tiene dos consecuencias. La primera es que tiendes a desviarte menos del camino cuando hay personas observando tu proceso. La documentación te empuja a actuar, a no quedarte sólo en las promesas. Al fin y al cabo, si no haces lo que tienes que hacer, no tendrás nada que documentar.
La segunda consecuencia es que puedes recibir feedback, comentarios e incluso consejos de quienes te están acompañando. Si tienes suerte, se puede crear una red de personas dispuestas a ayudarte a alcanzar tus objetivos.
Además de las acciones que estás emprendiendo para alcanzar la meta elegida, una buena estrategia es publicar el avance con indicadores objetivos de tu meta. Volviendo al ejemplo del adelgazamiento, si has establecido que te gustaría perder cuatro kilos en un mes, publica cada semana una foto de cuánto pesas en la báscula.
Ten cuidado con los haters, con la sobreexposición y con una presión excesiva. Si esta técnica te está haciendo más mal que bien, abandona el experimento.
Como he dicho al principio de nuestra charla, la técnica de documentar en las redes sociales tu proceso hacia el cumplimiento de una meta no es para todo el mundo. Algunos viejos discursos muestran que las personas que hablan sobre sus ambiciones pueden tener menos probabilidades de alcanzar sus objetivos, ya que algunas personas podrían pensar que, sólo el hecho de haber hecho pública una meta implicaría que ya se ha alcanzado ese objetivo.
Pero esas investigaciones son anteriores al surgimiento de las redes sociales. Y en las redes sociales no se puede decir que las personas crean que una meta ya se ha alcanzado sólo porque se haya hecho pública. No puedes publicar algo que sólo existe en tu imaginación.
Pero el mayor problema es diferente. Incluso cuando se usan con buenas intenciones, las redes sociales muchas veces pueden convertirse en un ambiente tóxico.
Si el camino hacia tu meta empieza a atraer muchas miradas, es probable que también empiecen a aparecer haters, personas que dejarán comentarios negativos, que se burlarán de ti, que te llevarán todo tipo de negatividad.
Una manera de evitar esa sobreexposición es privatizar tu perfil y aceptar sólo a personas que sabes que son tus amigas de verdad. Bloquea, silencia y denuncia a los haters para mantener el mejor ambiente posible en tus redes sociales.
Pero si, incluso después de hacer eso, sientes que la documentación de tu proceso en las redes sociales te está perjudicando más de lo que te está ayudando, simplemente abandona el experimento. Publica que estabas intentando hacer algo que no ha salido bien, da las gracias a los que te han acompañado y sigue con tu vida intentando alcanzar tus metas de otra manera.
Siempre intenta hacer tu compromiso público con metas a corto plazo, de, como máximo, un mes. Si tienes metas más grandes, divídelas en metas más pequeñas que puedan ser alcanzadas en el plazo máximo de un mes.
Un mes es tiempo suficiente para que pruebes esta técnica y veas si te funciona. En caso de que así sea, sigue adelante. Ponte una nueva meta para el mes siguiente o comprométete con otro objetivo. Pero, si la técnica del compromiso público en las redes sociales no te funciona, prueba con otra técnica.
Cualquier técnica de productividad es útil sólo cuando te ayuda a alcanzar tus objetivos. Si estás dispuesto a probar la estrategia del compromiso público, puedes dejar un comentario aquí, debajo de este vídeo, para empezar tu proceso. Escribe qué meta específica, medible, alcanzable, relevante y con un plazo definido quieres alcanzar. Dinos en qué red social vas a documentar tu proceso. Y después vuelve a los comentarios para contarnos los resultados que has obtenido.
Las metas personales tienen más probabilidades de ser alcanzadas cuando te comprometes públicamente con el objetivo y tienes que dar cuentas a otras personas de lo que estás haciendo. Pero esas metas personales tienen que estar en línea con tu plan de vida.
Un plan de vida completo, que contenga desde tus valores personales más altos hasta el siguiente paso práctico que tienes que dar para alcanzar las metas que te has puesto.
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