Usa tu PEREZA para crear buenos hábitos

¡Hola! Seiiti Arata. La pereza mala aparece cuando tienes pocas ganas de hacer algo bueno para ti. Sin embargo, la pereza buena es la que reduce tu motivación de hacer algo malo para ti.

Para saber cómo usar más la pereza buena y menos la pereza mala, hoy vas a conocer la Regla de los Veinte Segundos. Veinte segundos es todo lo que necesitas para abandonar tus malas costumbres y crear nuevos hábitos que te hagan estar más sano, ser más productivo e, incluso, ser más inteligente.

Si tienes la mala costumbre de comer chucherías, puedes intentar crear el hábito de comer alimentos más saludables. Si tienes el hábito de ver muchas series en la tele, puedes crear el de leer más libros. Si tienes la mala costumbre de usar mucho las redes sociales, puedes intentar crear el hábito de meditar. 

Si ya has intentado cambiar malas costumbres por mejores acciones pero no te ha ido muy bien, la Regla de los Veinte Segundos puede ser la técnica que te faltaba para poder crear los hábitos que siempre has querido tener en tu vida.

La Regla de los Veinte Segundos usa la pereza a tu favor. La pereza prefiere el camino con menor resistencia.

¿Por qué tanta gente prefiere comida rápida a una alimentación saludable? ¿Por qué es más fácil ver una serie que leer un libro? ¿Por qué las redes sociales son tan adictivas y la meditación no lo es? La respuesta principal para todos estos porqués se resume en una palabra: pereza.

Desde el punto de vista evolutivo, nuestro cerebro fue programado para ahorrar energía. Los seres humanos han evolucionado en ambientes hostiles, en los que no había mucha abundancia de recursos. Por lo tanto, estamos programados para ahorrar energía y usar nuestras reservas para actividades más fundamentales: comer, buscar un refugio y reproducirnos.

Por eso, hasta ahora siempre hemos escogido el camino de menor resistencia, incluso sabiendo que no es lo mejor para nuestros objetivos.

Incluso viviendo actualmente en entornos controlados y con relativa abundancia de recursos, nuestro cerebro todavía está programado para ahorrar energía. Por eso siempre preferimos el camino de menor resistencia. Y, esto, muchas veces es interpretado como pura y simple pereza.

Para que entiendas exactamente lo que significa el camino de menor resistencia, voy a ponerte unos ejemplos. ¿Qué requiere menos resistencia: pedir comida en una aplicación de delivery desde el móvil, o ir a la cocina a preparar algo sano? ¿Ver una serie en la tele, o concentrarte para leer un libro? ¿Mirar todas las redes sociales tumbado en el sofá o sentarte y meditar?

Cuando tenemos opciones como esas, normalmente escogemos lo más fácil de hacer. Y, una vez que elegimos esa opción, muchas veces creamos el hábito de actuar de esa forma. Un hábito ahorra incluso más energía del cerebro, porque no tenemos que esforzarnos mucho para hacer algo que ya estamos acostumbrados a hacer.

En este punto es cuando debes usar la Regla de los Veinte Segundos.

Un obstáculo de 20 segundos es todo lo que necesitas para abandonar malos hábitos y usar la pereza a tu favor.

La Regla de los Veinte Segundos es una técnica de productividad creada por Shawn Achor en el libro The Happiness Advantage, que dice que pongas obstáculos entre tú y las acciones que quieres dejar de hacer. La idea es obligar a tu cerebro a que GASTE energía para conseguir ejecutar esas malas acciones.

Al mismo tiempo, estás facilitando el camino para adquirir los nuevos hábitos que quieres adoptar. Es decir, estás haciendo que el camino de menor resistencia sea el camino que te lleve al buen hábito. La idea de este concepto de inevitabilidad es hacer que ejecutar el buen hábito y abandonar el mal hábito sea prácticamente inevitable.

Productividad Ninja - Seiiti Arata, Arata Academy

Por ejemplo, imagina que has desinstalado la aplicación para pedir comida de tu móvil e incluso has cerrado sesión en el navegador de esa misma app, eliminando los datos que tenías guardados de tu tarjeta de crédito.

Ahora, si realmente quisieses pedir comida rápida por internet, tendrías que levantarte del sofá, coger el ordenador, iniciar sesión y escribir los números de la tarjeta de crédito. Sé que no es una tarea muy difícil, pero incluso este pequeño obstáculo es mucho mayor que simplemente dar dos toques en la pantalla del móvil y pagar un pedido a tu restaurante favorito de comida rápida.

La regla es esta: observa qué acciones quieres dejar de hacer, y pon un obstáculo entre la ejecución de ese mal hábito y tú. Al mismo tiempo, mira si es posible facilitar aún más la realización de un buen hábito que quieras empezar a tener, haciendo que el camino de menor resistencia sea el camino hacia ese nuevo hábito.

Puedes aplicar la Regla de los Veinte Segundos ahora mismo para empezar a cambiar tu vida. 

Una de las grandes ventajas de la Regla de los Veinte Segundos es su simplicidad. Puedes empezar a aplicar la técnica ahora mismo, incluso antes de que se acabe nuestra conversación.

Por ejemplo, abre los ajustes de tu móvil y desactiva todas las notificaciones de las redes sociales. Esto te lleva menos de veinte segundos.

Después, coge todos los iconos de las aplicaciones que te roban tiempo y ponlos todos es una carpeta escondida en el móvil. Esto también te lleva menos de veinte segundos.

Cierra sesión de todas las redes sociales que te quitan demasiado tiempo y no dejes que el teléfono u ordenador guarde las contraseñas. Así, cada vez que quieras usar alguna de esas aplicaciones, tendrás que introducir el usuario y la contraseña.

Muchas de estas pequeñas acciones de veinte segundos pueden cambiar tu comportamiento habitual. Cierra sesión de todos tus servicios de streaming si quieres ver menos series y leer más libros. Elimina los accesos rápidos de tu navegador o las apps de tu móvil si quieres acceder menos a una web o a una app y tener más tiempo para hacer ejercicio. Quítale las pilas al mando de la tele y guárdalo en un cajón si quieres ver menos la televisión.

Son varias acciones, pero la lógica es sólo una: cuanta más energía tengas que gastar para hacer algo, menores serán las posibilidades de que ejecutes esa acción.

Usa el camino de menor resistencia para facilitar la ejecución de tus nuevos hábitos. 

Poner obstáculos a los hábitos que quieres dejar de hacer es sólo parte de la técnica. La otra parte es facilitar al máximo la ejecución de los hábitos que quieres tener. 

La Regla de los Veinte Segundos dice que las posibilidades de adoptar un hábito aumentan significativamente si facilitas la ejecución de ese hábito.

Por ejemplo, ¿cómo puedes crear una rutina de alimentación saludable? Tienes que asegurarte de que preparar comidas en casa con alimentos mínimamente procesados sea fácil, práctico y placentero.

Para ser fácil y práctico, debes tener los utensilios necesarios en la cocina. Necesitas tener ingredientes sanos en la nevera y en la despensa. Debes tener recetas fáciles y sabrosas ya escritas en alguna parte de fácil acceso en la cocina. Cualquier acción que acorte unos segundos la preparación de la comida ya aumenta tus posibilidades de seguir el hábito de comer bien.

Productividad Ninja - Seiiti Arata, Arata Academy

Esto sirve para todo. Si tu objetivo es leer más libros, crea una rutina de lectura. Ten el libro siempre a mano. Ten un sitio agradable y con buena iluminación para leer, en un sitio privilegiado de tu casa. Ten una hora reservada para la lectura.

Si tu meta es hacer más ejercicio físico, ten ya listo en alguna parte de la casa o en tu mochila unos tenis y ropa para hacer ejercicio. Encuentra un gimnasio que quede de camino entre tu casa y tu trabajo. Haz que todo sea muy fácil de ejecutar.

Esta es una forma de usar la pereza a tu favor. Y con una ventaja: cada vez que respetes esta acción, estarás creando un hábito. Así, tu cerebro necesitará cada vez menos energía para ejecutar esas acciones que te transformarán en la persona que siempre quisiste ser.

Estamos programados para ahorrar energía. Pero no estás condenado a ser perezoso y repetir malas acciones durante toda tu vida. Con la Regla de los Veinte Segundos, puedes ponerles obstáculos a tus malos hábitos y recorrer el camino de menor resistencia hacia los nuevos hábitos que quieras seguir.

Puedes reprogramar tu cerebro para que aprenda que las buenas acciones que quieres seguir son también las que más energía ahorran. Esto es usar la pereza a tu favor para convertirte en una persona más productiva, saludable e inteligente.
Si quieres ir más allá y aprender a hacer un uso incluso mejor de tu tiempo, aprendiendo otras técnicas de productividad, te invito a ver una clase especial del curso Productividad Ninja sobre gestión del tiempo. Puedes ver esa clase ahora mismo accediendo a https://arata.se/gestiontiempo