¡Hola! Seiiti Arata. ¿Qué puedes hacer con aquel problema persistente en tu vida? Estamos hablando de ese problema que, por más que lo intentas, nunca consigues resolver. Independientemente de cuál sea el problema, no necesitas MÁS información para resolver la cuestión. Solo necesitas la información ADECUADA. Necesitas tener claro el problema y utilizar solo la información relevante para tu caso específico.
Y para tener claro el problema y recopilar información relevante, puedes usar un proceso de cuatro pasos que lleva siendo utilizado desde hace décadas para resolver los mayores problemas de la historia de la humanidad. Este proceso es el método científico, y los cuatro pasos son: 1) observar, 2) formular hipótesis, 3) comprobar las hipótesis y 4) analizar los resultados.
Piensa por un momento. ¿Cuál es el problema más persistente que enfrentas? ¿Qué objetivo te gustaría alcanzar, pero que por más que lo intentas nunca consigues el resultado esperado?
Puede ser que estés intentando adelgazar desde hace años y no lo consigas. Puede ser que ya hayas intentado de todo para aprender un idioma nuevo y nunca hayas conseguido pasarde lo básico. Puede ser que hasta tengas un problema con algún familiar o amigo y no consigas resolverlo.
El método científico puede ser la salida para esos problemas sin fin. Pero esa salida va a exigirte dos cosas. La primera, es que pares de intentar resolver el problema de forma aleatoria. La segunda, es que comiences actuar con procedimientos ordenados, como si fueses propiamente un científico.
Para de intentar resolver tus problemas de forma aleatoria. Adopta un método para encontrar la mejor solución posible.
Solemos pensar en los científicos como personas muy inteligentes que usan sistemas incomprensibles para resolver problemas difíciles. Pero en realidad, ser científico no tiene nada que ver con usar sistemas que están fuera de tu alcance, o con tener ideas disparatadas. En vez de eso, la ciencia es un método para encontrar la solución a un problema tomando la mejor decisión posible.
Por ejemplo, cuando los científicos intentan descubrir la cura a una enfermedad, ellos no trabajan de forma aleatoria, sin criterio, sin método. Por el contrario, siguen el ritual conocido como método científico.
El método científico es, nada más y nada menos, que un conjunto de reglas básicas para realizar un experimento. Este experimento sirve para producir un conocimiento nuevo o para mejorar conocimientos ya existentes.
Existen algunas variaciones y formas de aplicar el método, pero básicamente pasa por cuatro etapas: 1) observación, 2) hipótesis, 3) prueba 4) análisis de los resultados.
Ahora imagina lo que podrías resolver en tu vida si aplicases este mismo método para resolver tus grandes problemas.
Imagina parar de buscar soluciones de manera desorganizada, sin programación, y pasar a seguir un ritual que ya ha ayudado a resolver todo los tipos de problemas que puedas imaginar. El método científico es un procedimiento que va a ayudarte a tomar la mejor decisión siempre.
El primer paso para resolver cualquier problema es la observación. Ten claro cuál es el problema que quieres resolver.
El método científico empieza por la observación del problema. En esta etapa, el científico simplemente observa una materia, un fenómeno de la naturaleza o cualquier cosa que quiera estudiar.
En tu caso, debes observar cuál es el problema que te ha estado molestando desde hace más tiempo y que no consigues resolver. O sea, necesitas tener un objetivo bien definido.
Por ejemplo, digamos que estás por encima de tu peso ideal. Ya has intentado hacer varias dietas y ejercicios, pero nunca has adelgazado como te gustaría. Y tampoco has conseguido mantener el peso después de esas dietas. Ese es un problema a ser observado.
Para resolver este problema, no necesitas tener MÁS información sobre dietas y ejercicios. Probablemente ya estás cansado de tanta información para intentar resolver el problema. Lo que necesitas es la información ADECUADA, o sea, información relevante para resolver tu caso específico.
Haz las preguntas adecuadas para encontrar la mejor solución a tu problema. Quién hace malas preguntas tan solo va a encontrar malas respuestas.
Nuestro cerebro muchas veces se comporta como una máquina de responder preguntas. El problema es que, si haces malas preguntas, probablemente vas a encontrar malas respuestas.
Por eso, no necesitas necesariamente una mayor cantidad de información sobre tu problema. Lo que necesitas es información de calidad. Necesitas encontrar la información ADECUADA para resolver tu caso.
La calidad de las preguntas que haces para resolver el problema, va a definir la calidad de las respuestas que vas a descubrir. Los resultados están directamente relacionados a la calidad de tus preguntas.
Volviendo a nuestro ejemplo de adelgazamiento que voy a usar durante toda esta charla. ¿Ya te has parado a preguntarte por qué no consigues adelgazar definitivamente?
Un ejemplo de pregunta adecuada sería: ¿por qué aún no he conseguido adelgazar de una vez por todas? Esta pregunta es honesta porque asumes que aún no has conseguido resolver el problema, pero dejas claro que existe una forma de conseguir el objetivo.
Un ejemplo de pregunta equivocada sería: ¿por qué nunca voy a conseguir adelgazar? Esa es una mala pregunta porque presupone que no vas a conseguir resolver el problema.
Tony Robbins tiene un ejemplo bastante interesante. Cuando alguien le pregunta cuántas veces debe intentar resolver un problema antes de desistir, él dice:
«¿Cuántas veces dejarías a tu hijo intentar aprender a andar antes de desistir?» Por supuesto, todas las personas responden que nunca desistirían, que su hijo va a intentar andar hasta conseguirlo, independientemente de cuántas veces se caiga al suelo.
Y esa es la respuesta, la formula del éxito para resolver el problema: intentarlo hasta conseguirlo. No intentarlo de cualquier forma, sino intentarlo siguiendo un método, como estamos haciendo aquí.
Si tienes problemas que no consigues resolver, formula varias hipótesis de solución y prueba cada una de ellas. Sin duda alguna encontrarás la solución.
Después de hacer las preguntas adecuadas, el próximo paso del método es formular las hipótesis, o sea, imaginar las respuestas de las preguntas que hiciste.
«¿Por qué aún no he conseguido adelgazar de una vez por todas?» es una pregunta que abre espacio para varias hipótesis:
- Porque tengo una mala genética
- Porque nunca fui consciente en la dieta
- Porque nunca hice dieta baja en carbohidratos con alimentos integrales
- Porque no hice ejercicios físicos
- Porque no tuve un seguimiento de un nutricionista realmente bueno
- Porque tomo medicamentos controlados que me impiden adelgazar
En esta etapa, lo ideal es que anotes todo lo que te viene a la mente a la hora de responder a la pregunta formulada. Deja tu mente libre, piensa en maneras no tan obvias de resolver tu problema, como si fuese un brainstorming.
Después de que agotes tu lista de posibles respuestas, vuelve y analiza cada respuesta con una mirada más crítica. ¿Esa respuesta será correcta? ¿Cuál es la probabilidad de que sea así?
Con esta mirada crítica, organiza tu lista de hipótesis en orden de prioridad. En este punto, debes concentrarte en los datos, en los hechos, en las evidencias científicas. Coloca primero en la lista la hipótesis que crees que tiene más posibilidad de ser la solución para tu problema. Coloca las demás siguiendo el mismo orden.
Esto es importante porque este es el orden que vas a seguir en la etapa de prueba. O sea, nada de intentar resolver el problema de cualquier manera, sin organización. Recuerda que ahora eres un científico.
Nunca desistas de resolver un problema personal hasta haber probado todas las hipótesis. Si aún así no consigues resolverlo, es porque no lo intentaste lo suficiente.
Ha llegado la hora de poner las manos en la masa. Llegó la hora de la prueba.
Para esta tercera etapa del método científico, vas a coger cada una de las hipótesis que formulaste en la etapa anterior, y probarlas una a una, de forma ordenada, analizando tus acciones y tus resultados durante un período de tiempo predeterminado.
Por ejemplo, digamos que colocaste en la lista como hipótesis más probable para resolver tu problema de obesidad la respuesta: porque nunca hice una dieta baja en carbohidratos con alimentos integrales.
Por tanto, vas a definir que, en los próximos treinta días, vas a hacer cuidadosamente una dieta baja en carbohidratos con alimentos integrales recetada por un nutricionista de confianza. Si, al final de este período de prueba, consideras tu objetivo de adelgazamiento viable para este periodo, podrás validar la hipótesis.
Durante todo el período de prueba, necesitas tomar notas. Estas notas van a servirte para tener claro lo que estás haciendo. De esta forma, a la hora de analizar los resultados, vas a poder ver tus notas y saber exactamente lo que hiciste. Por eso, anota día tras día todo lo que estás haciendo para resolver el problema durante el período de prueba.
Puedes utilizar un diario y registrar todo para ti mismo, puedes grabarte con la cámara de tu móvil documentando lo que haces cada día o puedes hasta publicarlo en tus redes sociales documentando tu jornada.
Es importante tener una herramienta donde anotar las acciones que tomas, ya que eso será importante en la última etapa del método: el análisis de los resultados.
Analiza los resultados de tus acciones con el rigor de un científico. Solo así puedes aceptar o descartar soluciones para la resolución de los mayores problemas de tu vida.
Después de que termines tu periodo de prueba de la primera hipótesis, necesitas analizar los resultados.
Aquí existen dos posibles caminos: o la prueba salió bien y encontraste la respuesta a tu problema, o la prueba no salió bien y necesitas comprobar la próxima hipótesis.
En esta etapa, existe una gran diferencia entre el método usado por la ciencia y esta adaptación que estamos haciendo para tu problema personal.
En el método científico, la solución tiene que ser siempre válida para un mismo grupo de personas en las mismas condiciones. Pero no es adaptación personal, la solución tiene que funcionarte.
Por ejemplo, probablemente no exista ninguna comprobación de que la dieta de la luna funcione con base a evidencias científicas. Pero digamos que en tu caso la probaste, y esa dieta de la luna te hizo alcanzar tu objetivo de adelgazar a largo plazo.
La dieta de la luna te funcionó. La probaste, alcanzaste tu objetivo y no fue perjudicial para tu salud. Por tanto, no importa que no le funcione a otras personas. Lo que importa es que te ayudó a resolver un problema que tenías desde hacía mucho tiempo. Una solución extraña pero que funciona en la práctica y es mejor que una solución supuestamente perfecta que solo funciona en la teoría.
Este ha sido tan solo un ejemplo para ilustrar el principio a ser usado en el raciocinio. Lo ideal es que empieces a probar tus hipótesis de acuerdo con la mayor probabilidad de que funcionen. Y las hipótesis que tienen más probabilidad de funcionar son aquellas que ya funcionaron para otras personas, aquellas sobre las cuales existe documentación formada, casos de éxito, evidencias científicas.
Pero no todo funciona para todos. Por eso tienes que ser tu propio científico. Observando tus problemas, haciendo las preguntas adecuadas, formulando y ordenando tus hipótesis, probando cada cada una de ellas y analizando lo que te funciona y lo que no te funciona.
Quien falla en planificar está planificando fallar. En esta charla has descubierto cómo planificar la solución de los problemas más persistentes de tu vida usando un método que ya ha sido probado y aprobado hace décadas, y que continúa resolviendo los grandes problemas de la humanidad.
Lo mejor es que, usando este método, nunca vas a fracasar. Por cada hipótesis probada y descartada, aprendes maneras de cómo NO resolver tu problema. Y así, tarde o temprano vas a encontrar la solución que tanto buscas.
Con la planificación adecuada, puedes tener la vida que siempre quisiste. Basta con anotar todo en el papel y actuar de forma ordenada, siguiendo un método para salir del punto donde estás actualmente, e ir al punto donde quieres llegar. Si tienes interés en una planificación de este tipo, te invito a ver una clase especial del curso Planificando Tu Vida.