¡Hola! Seiiti Arata. El ambiente en el que creces tiene una enorme influencia sobre la persona en la que te conviertes. Influye incluso en cómo crees que debes ser.
Cuando eras pequeño, la gente de a tu alrededor te influía: tu familia, profesores y otras personas a las que admirabas, lo que incluye a famosos e incluso a personajes ficticios de películas, series, libros y dibujos animados.
Probablemente estas influencias están guardadas en tu subconsciente y todavía guían algunas de tus decisiones, especialmente las que están relacionadas con el dinero y la trayectoria profesional. A menudo, esta influencia se transforma en una prisión que te limita incluso ya entrada la edad adulta.
Para vivir mejor, tienes que centrarte en las cosas que de verdad quieres. Tienes que salir de esa prisión y hacerte independiente de las influencias externas que te moldearon en la infancia. En otras palabras, tienes que dejar de ser un niño.
Modifica tus creencias de la infancia para que sean más coherentes con la vida que quieres tener como adulto.
Imagina a una niña que creció en una familia de médicos. Su padre era un famoso cardiólogo. Su madre era una importante neuróloga. Sus abuelos tenían clínicas conocidas. Incluso sus bisabuelos fueron pioneros estudiando medicina en la universidad.
Todas las conversaciones en casa de la niña giraban en torno a la medicina. Los viajes que hacían eran para asistir a congresos de medicina. Cuando sus padres faltaban a eventos del colegio era porque tenían guardias. Adonde quiera que mirase, esa niña veía batas, medicinas, hospitales.
Naturalmente, esa niña creció sintiendo presión para seguir una carrera relacionada con la medicina. Sus padres nunca la forzaron diciendo: TIENES que estudiar medicina. Pero era algo que se sobreentendía.
En ejemplos como estos, hay dos situaciones comunes. La primera opción es que la niña siga la influencia de su familia y estudie medicina, aunque no esté segura de querer ser médica. La segunda posibilidad es que la niña elija una carrera opuesta a la de médico como una forma de rebeldía.
Ninguna de esas opciones es el mejor camino. En ambos casos, la niña está decidiendo cuál va a ser su profesión por influencia de su familia. Si hace eso, puede arrepentirse al hacerse mayor y verse presa en una decisión que, en realidad, no tomó ella. Esa niña siempre ha estado presa a creencias que no eran suyas.
Lo peor es que muchos adultos no se dan cuenta de cuáles son esas creencias limitantes. En el ejemplo de toda una familia de médicos, eso queda muy claro. Pero las influencias que aprisionan no suelen ser tan explícitas.
En el trabajo de educación financiera Riqueza Verdadera, mapeamos las creencias e interpretaciones que tenemos en la mente porque esas creencias tienen un enorme impacto en la puesta en marcha de nuestras acciones.
Las creencias que limitan tu vida adulta se establecen a partir de tu interpretación del pasado.
Todos tenemos un diálogo interno constante que influye en nuestras decisiones y acciones. Tu diálogo interno refleja las creencias de tu vida adulta que se crearon a partir de tu interpretación de acontecimientos clave en el pasado.
Lo importante aquí es que los hechos del pasado NO son los que influyen en nuestra formación. En realidad, la influencia viene de nuestra INTERPRETACIÓN de esos hechos.
Un mismo evento puede tener un efecto diferente en dos personas. Imagínate a dos niños que crecían en Nueva York a principios del siglo veintiuno. Los dos soñaban con ser bomberos.
De repente tuvo lugar el atentado del 11 de septiembre de 2001. Una tragedia en la ciudad. Más de trescientos bomberos murieron intentando salvar a las víctimas del atentado.
Después de eso, uno de los niños se quedó traumatizado y renunció a su sueño de ser bombero. Sin embargo, al otro niño le inspiró ese acto de heroísmo y está todavía más seguro que antes de que quiere ser bombero cuando sea mayor.
Date cuenta de que el hecho del día 11 de septiembre fue el mismo. Pero la interpretación del hecho fue diferente en cada niño. Es esa interpretación la que forma las creencias, las reglas que guían nuestra mente a tomar decisiones.
Pero aquí viene la buena noticia. Aunque sea imposible cambiar los hechos del pasado, puedes cambiar tu interpretación de esos hechos. Igual que tu mente se quedó presa a creencias limitantes, también tiene la flexibilidad para liberarse de ellas.
Tus decisiones financieras están fuertemente influenciadas por tus creencias.
Además de la decisión de qué carrera estudiar, tus decisiones financieras también se ven afectadas por el ambiente en el que creciste.
Las decisiones financieras serán muy diferentes si comparamos a un niño que se ha criado en un ambiente emprendedor con otro que creció en un ambiente con mentalidad de escasez.
Hay quien prefiere hacer inversiones más arriesgadas. Y otras personas prefieren gastarse todo lo que ganan. Para otros es normal pagar las comisiones de las tarjetas de crédito y de sobregiros (lo que es indispensable para alguien con educación financiera).
Piensa en cuando explotó la pandemia en 2020. Las bolsas de valores de todo el mundo cayeron en picado de la noche a la mañana. Quienes crecieron influidos para aprovechar las oportunidades no lo dudaron: compraron todas las acciones buenas y de bitcoin que pudieron aprovechando los precios bajos para lucrarse en el futuro. Sin embargo, los que crecieron con reglas para evitar riesgos, hicieron lo contrario: vendieron los pocos activos que tenían antes de que los precios cayesen más.
La mejor manera de liberar tus decisiones financieras y profesionales de las creencias del pasado es a través de un trabajo de autoconocimiento.
Cambiar creencias enraizadas en tu mente desde que eras pequeño no es fácil. ¡Pero es posible! Siempre que estés dispuesto a estudiar por tu cuenta o a aceptar ayuda de profesionales especializados.
Un buen trabajo de educación financiera tiene que incluir el autoconocimiento. Parte del autoconocimiento es respetar las creencias existentes, entendiendo que tuvieron un propósito en un determinado momento de nuestras vidas. Un buen terapeuta puede ayudarte a entender mejor tus interpretaciones del pasado. Y tú también puedes aumentar tu autoconocimiento.
Por ejemplo, imagina que tienes la creencia de que es más importante dar que recibir. Cuando eras pequeño, esa creencia te ayudó a ser más feliz porque no te dedicabas a pedir de manera exagerada. Esa creencia alimentó tu generosidad.
Sin embargo, en la fase adulta, tal vez esa creencia no sea tan positiva. Imagínate que esa creencia te empuja a ofrecer llevar a los demás en coche, o a pagarles un taxi, pero a nunca aceptar que otros te lleven a ti.
Con esa creencia, sientes que tienes que dedicar tu tiempo a ayudar a tus compañeros de trabajo, pero tú nunca les pides ayuda a ellos y te quedas trabajando solo hasta altas horas de la madrugada.
Ahora imagina una trayectoria de autoconocimiento en la que ganas madurez para reevaluar esa creencia. Al fin y al cabo, no se puede dar sin recibir. Entonces reformulas tu creencia y entiendes que dar y recibir son igualmente importantes. Al recibir, permites que tu amigo pueda dar.
Esa reformulación de la creencia puede hacerse en distintas dimensiones que retrasan nuestro crecimiento profesional y la buena gestión de nuestro dinero.
Si quieres revisar tus creencias sobre carrera y finanzas, el camino es conocerte mejor. Coge un papel y un boli y empieza a completar frases relacionadas con las reglas mentales que tienes sobre trabajo y dinero. Frases como:
– Los ricos son…
– La riqueza es…
– Los mejores usos para el dinero son…
– Si ganase la lotería hoy, …
– Lo malo de ser rico es…
-Lo que me impide ser muy rico es…
Eso es un primer paso. Para ir más allá, estudia sobre los tabúes relacionados con el dinero. Intenta recordar hechos en tu infancia que influyeron en tu formación. Si hace falta, busca terapia, meditación u otras herramientas que te ayuden a pensar con más claridad sobre tu formación como persona.
Con tiempo, paciencia y trabajo duro, vas a conseguir liberarte de las prisiones mentales que tienes, lo que beneficiará a tus decisiones sobre trabajo y dinero.
Las creencias que se formaron en tu cabeza durante la infancia pueden afectar a las decisiones que tomas en la vida adulta sobre trabajo y dinero.
Para liberarte de estas creencias limitantes, debes tener más autoconocimiento sobre los hechos que han influido en tu formación. Presta especial atención a la interpretación que les diste a estos hechos. No puedes cambiar los hechos del pasado. Pero puedes cambiar la manera en la que los interpretas.
Algunas interpretaciones están tan enraizadas en nuestra cultura que se llaman tabúes. Hay muchos tabúes financieros. Para desmitificar estos tabúes, he grabado una clase especial del curso Riqueza Verdadera. Puedes ver esa clase especial ahora mismo accediendo al link que aparece en la descripción o a través de https://arata.se/tabudeldinero