Vivir sin metas puede ayudarte a cumplir tus mayores sueños

¡Hola! Seiiti Arata. ¿Tienes que establecer siempre metas y objetivos para vivir una vida plena, productiva y conseguir lo que deseas? No, no siempre tienes que definirte metas. Puedes elegir conscientemente vivir sin objetivos y, aún así, ser capaz de sentirte realizado.

Esto puede parecer poco común para los aficionados de la productividad, gestión de tiempo y desarrollo personal. Pero vivir sin metas puede ser una alternativa ligera e interesante para las personas a las que no les gustan los sistemas demasiado rígidos para conseguir un alto rendimiento.

Tener metas no debe ser una obligación

Definir metas y objetivos de vida es algo prácticamente obligatorio cuando ves cualquier clase sobre productividad y desarrollo personal.

Casi todas las lecciones en el área del desarrollo personal tienen las metas como uno de sus pilares. Y tiene mucho sentido para la mayoría de la gente.

Sin embargo, no somos todos iguales.

Algunas personas se sienten extremadamente motivadas al definirse metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con plazos definidos. Al mismo tiempo, otras personas se sienten presionadas por estas metas.

Vivir sin metas puede ayudarte a cumplir tus mayores sueños. (133) - Seiiti Arata, Arata Academy

La principal queja es que los métodos con metas y tareas son métodos muy rígidos. Y la persona se siente prisionera del sistema. Parece difícil tener una vida libre y espontánea. ¿Es este tu caso?

Si formas parte del grupo de personas a las que les incomoda establecerse metas, no sirve de nada insistir en ir en contra de tus preferencias personales. Esto tiene el riesgo de conseguir el efecto contrario al deseado. Además de no sentirte motivado, correrás el riesgo de no estar feliz por tener que organizar tu vida alrededor de objetivos específicos.

Vivir sin metas significa centrarse sólo en el momento presente

No confundas vivir sin metas con vivir sin sueños. Vivir sin metas también es diferente a vivir sin valores. Al contrario: para una buena vida sin establecerse metas, necesitarás una enorme claridad y coherencia con tus valores personales.

De lo que estamos hablando es de la decisión intencional y planificada de renunciar al sistema de metas para hacer realidad tus sueños. No te marcarás objetivos específicos con un plazo determinado para intentar cumplir tus sueños. En vez de eso, adoptarás intencionalmente otra estrategia: la estrategia de centrarte sólo en el momento presente basándote en tus valores.

Vivir sin metas y sin claridad sobre tus valores te puede arruinar. Sin tener metas o valores claros, tendrás la gran tentación de tomar decisiones de gratificación instantánea.

Por ejemplo, ¿qué puede pasar si no tengo claro que la alimentación saludable es un valor importante? Que corro el gran riesgo de caer en la tentación de excederme con los dulces. Los dulces están muy ricos y, por lo tanto, me dan un placer inmediato.

Sin embargo, cuando tengo mis valores bien claros y sé que valoro la alimentación saludable, consigo resistirme a la tentación de comer dulces… incluso sin tener una dieta específica para adelgazar. ¿Me explico?

Básicamente, para vivir una vida con buenas opciones existen dos estrategias principales:

Una estrategia se basa en establecerse metas. Me imagino un futuro ideal. Y, a partir de esa visión del futuro ideal, defino las metas que quiero conseguir en el futuro.

La segunda estrategia, que estamos viendo hoy, es centrarnos sólo en el momento presente. No necesito visualizar el futuro ideal. No necesito establecer metas. Sencillamente puedo centrarme en el momento presente. Pero para evitar caer en las tentaciones de la gratificación instantánea, necesito tomar decisiones basándome en mis valores.

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Sin metas, tu felicidad ya no depende de los resultados

La gran ventaja de vivir sin objetivos es que tu felicidad ya no depende de conseguir ciertos resultados.

Voy a poner un ejemplo muy conocido: el de la pérdida de peso. Piense en alguien que se establezca como meta perder diez kilos. Esta persona acaba condicionando su propia felicidad a esa meta futura. Es decir, sólo estará satisfecha si pierde diez kilos. Hoy no va a ser un buen día porque no va a conseguir adelgazar esos diez kilos enteros.

Ahora veamos cómo podemos conseguir este objetivo sin metas. No establezcas el objetivo futuro de perder diez kilos. No hagas una lista con las acciones que tienes que hacer para cumplir esa meta. En vez de eso, sencillamente decide no centrarte en el resultado final, y centrarte en el camino.

Empieza a prestar atención a lo que vas a comer la próxima comida. Sencillamente empieza tu próxima sesión de ejercicio.

Si esto te hace perder peso, genial. Si no, también genial. Has aprendido a disfrutar del camino. Le has cogido el gusto a comer bien, a hacer ejercicio. Has aprendido a disfrutar incluso de los obstáculos, de tus recaídas, de la tenacidad de tu cuerpo en no quemar grasa a la velocidad a la que tu querías.

No condiciones tu propia satisfacción a un resultado futuro que te has inventado. En vez de eso, siéntete satisfecho por estar de camino, respetando tus valores personales.

Cuando decides vivir sin metas, tu felicidad ya no depende de los resultados. (133) - Seiiti Arata, Arata Academy

Cambiando metas por valores personales

Para vivir sin metas y, aún así, cumplir tus grandes sueños, tienes que cambiar tu mentalidad. No te preguntes cuál es el próximo paso que tienes que dar para cumplir una meta. En vez de eso, tendrás que preguntarte si tus decisiones son coherentes con tus valores personales.

Para que esto funcione, debes tener una lista objetiva, clara y jerarquizada de tus principales valores personales. La lista debe ser dinámica, adaptándose de acuerdo al tiempo y al contexto. Con esa lista, conseguirás identificar inmediatamente si cada tarea que aparece en tu vida está o no de acuerdo con tus valores personales.

¿Por qué la gente dice que está nerviosa, insatisfecha, que sienten que su vida está fuera de control? El error está casi siempre en la falta de sintonía entre lo que la persona valora y lo que realmente está haciendo.

Volviendo al ejemplo de perder peso, piensa en una persona que valora la salud y el bienestar, pero vive de forma sedentaria, come dulces, fuma y bebe demasiado. ¿Ves como esta incoherencia va a resultar en una falta de satisfacción?

Todos tenemos una serie de valores personales que son importantes para nuestra felicidad. Cuando la vida que llevamos no reúne esos valores, tenemos una sensación de vacío, de tristeza, de que algo no va bien.

Al decidir vivir sin metas, ya no tienes que estar pensando en qué tareas tienes que hacer para sentirte satisfecho en el futuro. En vez de eso, pasas a preguntarte qué tienes que hacer para sentir satisfacción AHORA, y no en un futuro incierto y lejano.

Recuerda: la idea de vivir sin metas no es que dejes de cumplir tus sueños. Sólo es adoptar una estrategia diferente para conseguirlo.

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¿Qué pasaría si pruebas a vivir sin metas?

Con todo lo que hemos dicho aquí, espero que tengas claro que vivir sin metas puede ser una alternativa interesante para que consigas algunos de tus mayores sueños.

Por eso, pruébalo. Antes de juzgar si esta es una estrategia viable para ti, o no, prueba a vivir sin metas por lo menos durante un cierto período en algún área de tu vida.

Escoge algún objetivo que hayas estado intentando conseguir desde hace tiempo, pero sin éxito. Y prueba este nuevo punto de vista con ese objetivo tan difícil.

Haz una lista de tus valores personales, de lo más importante para ti. Después pregúntate cuál es la próxima tarea que tienes que hacer que te aporte una satisfacción inmediata, al estar totalmente en sintonía con esos valores.

Vivir sin metas no es la solución para todos los sueños de todo el mundo. Pero así como tener metas claras ayuda a mucha gente, la idea de vivir sin metas puede ayudar a muchas otras personas.

Lo importante aquí es mantener la curiosidad y abrirse a nuevas posibilidades para descubrir lo que te funciona. Al final, eso es lo que realmente importa.

Vivir sin metas significa centrarse en el momento presente, no condicionar la felicidad y aprender a disfrutar del camino. (133) - Seiiti Arata, Arata Academy

Para que la estrategia de vivir sin metas funcione, tienes que centrarte en el momento presente y aprender a disfrutar del camino. Y para no caer en la tentación de la gratificación instantánea, debes tener una lista clara de tus mayores valores personales.

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